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Seis meses de desencuentros, rumores y un proceso judicial: así ha sido la convulsa compra de Twitter de Musk

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El magnate Elon Musk junto a varios iconos de la red social Twitter
El magnate Elon Musk junto a varios iconos de la red social Twitter

La convulsa historia entre el magnate Elon Musk y la red social Twitter, que este jueves ha decidido finalmente comprar la plataforma después de meses de incertidumbre, se remonta a más de medio año atrás, cuando el pasado mes de abril el estadounidense pasó a ser su máximo accionista y desató las alarmas. Una cronología que ha estado marcada por la "píldora de veneno", las cuentas falsas, el arrepentimiento del fundador de Tesla y, finalmente, la amenaza de una batalla legal que no ha llegado a puerto por la rectificación de Musk.

Musk se convierte en el máximo accionista de Twitter

La historia de la compra de Twitter por parte de Elon Musk comenzó sutilmente el pasado 4 de abril, cuando el magnate adquirió el 9,2% del capital de Twitter, convirtiéndose en su máximo accionista.

Concretamente, se hizo con un paquete de 73,5 millones de acciones, dentro de los 800,6 millones de títulos que componen el capital social de la empresa. Un anunció de la Comisión de la Bolsa y Valores de Estados Unidos que provocó que la red social se disparase un 28% en Wall Street.

La fugaz entrada en la Junta Directiva de la red social

Solo un día más tarde, el director ejecutivo de la compañía, Parag Agrawal, anunció que Musk formaría parte de la Junta Directiva de Twitter, algo que también corroboró el fundador de Tesla, quien dijo estar entusiasmado por comenzar a trabajar en conjunto "para realizar mejoras significativas" en los próximos meses.

La buena sintonía, sin embargo, duró poco más de una semana. El 11 de abril, se dio a conocer que finalmente Musk prefirió no unirse a la junta, poco antes de que lanzase una oferta sobre la red social.

Musk ofrece 43.000 millones de dólares y activa la "píldora de veneno"

El 14 de abril, Elon Musk lanzó una oferta sobre Twitter de 43.394 millones de dólares, es decir, 54,20 dólares por cada acción de la plataforma. Él mismo publicó en un tuit todos los datos de la operación, que no fue muy bien recibida por algunos accionistas, como el príncipe saudí Al Waleed bin Talal, y tampoco por la propia compañía.

Elon Musk lanza una oferta sobre Twitter por 43.000 millones de dólares

Al día siguiente, Twitter activó la "píldora de veneno", una medida con la que pretendía reducir la probabilidad de que se hiciese con el control de la red social acumulando acciones en el mercado sin pagar a todos los accionistas una prima adecuada o sin dar al Consejo de Administración tiempo suficiente para tomar decisiones informadas.

El magnate sube su apuesta y presenta un plan para financiar la compra

Ante la falta de respuesta por parte de la compañía, el pasado 21 de abril, el empresario estadounidense subió su apuesta hasta los 46.500 millones de dólares y presentó un plan de financiación que contaba con el respaldo de varias entidades financieras. Así, Musk dijo en un documento entregado al regulador del mercado que estaba dispuesto a lanzar una OPA para adquirir todas las acciones ordinarias.

En este sentido, el fundador de Tesla aseguró que contaba, por ejemplo, con el compromiso de Morgan Stanley y otras entidades para aportar financiación por importe de 25.500 millones de dólares. De su lado, el propio Musk presentó una carta en la que se comprometía a aportar aproximadamente 21.000 millones de dólares para cubrir todos los montos pagaderos.

Musk compra Twitter por 44.000 millones de dólares

Solo cuatro días después, Musk compró Twitter por un valor de 44.000 millones de dólares, o eso parecía. "La libertad de expresión es el cimiento de una democracia funcional y Twitter es la plaza digital del pueblo donde los asuntos vitales para el futuro de la humanidad se debaten", dijo tras el anuncio el multimillonario en una rueda de prensa.

El acuerdo fue aprobado de manera unánime por la Junta Directiva y tan solo se esperaba a que le diesen luz verde los accionistas, los reguladores y otras condiciones habituales. Tras conocerse, la Bolsa de Nueva York y el índice Nasdaq suspendieron la cotización de Twitter a la espera de "noticias".

La polémica de las cuentas falsas y el emoticono de la 'caca sonriente'

Pero la estabilidad duró poco. El 13 de mayo, Musk paralizó "temporalmente" la compra de la red social: empezaba así la polémica sobre las cuentas falsas. El fundador de Tesla anunció entonces que quería conocer los detalles sobre el cálculo de que las cuentas falsas representan menos del 5% de los usuarios como asegura la plataforma, y sus palabras tuvieron una repercusión inmediata. Las acciones de la compañía cayeron cerca de un 20%. No obstante, continuaba "comprometido con la adquisición".

El compromiso se tornó cuatro días más tarde en una condición. A menos que la compañía no demostrase públicamente la prueba de que sus cuentas falsas no superan el 5%, ya no estaba interesado en adquirir Twitter. Las nuevas dudas provocaron que las acciones cayeran de nuevo más del 8%.

Ante esto, el director general de Twitter, Parag Agrawal, se vio obligado a responder a las críticas en un hilo en la plataforma. Agrawal argumentó que su metodología para identificar cuentas spam se ha mantenido igual desde 2013, y que se trata de una estimación que no se puede reproducir externamente. Una defensa a la que Musk respondió con el emoticono de la 'caca sonriente'.

El multimillonario cancela la compra: empieza la batalla legal

Tras una nueva amenaza con abandonar la compra a principios de junio, finalmente un mes después, el 9 de julio, el magnate Elon Musk comunicó al regulador bursátil de Estados Unidos que cancelaba la adquisición por informaciones "falsas y engañosas" durante la negociación. Un movimiento ante el que Twitter reaccionó amagando con una batalla legal para consumarla.

Efectivamente, Twitter terminó demandando a Musk el 12 de julio. Entonces, pidió a un tribunal de Delaware que ordenase a la actual persona más rica del mundo completar la fusión y acusó al fundador de Tesla de "criticar a la empresa, alterar sus operaciones, destrozar el valor para los accionistas" y una "larga lista de brechas contractuales".

Un mes más tarde, Elon Musk comenzó a vender acciones de su compañía por valor de unos 6.500 millones de dólares para hacer frente a un posible acuerdo si perdiese la batalla legal.

Musk da marcha atrás y rectifica "por el futuro de la civilización"

El juicio estaba a punto de celebrarse el 17 de octubre cuando Musk, apenas dos semanas antes, decidió finalmente que quería comprar la red social por 44.000 millones de dólares con la intención de cerrar la transacción por 54,20 dólares la acción, como se acordó meses atrás. Algo que contribuyó a que una jueza de Estados Unidos aplazase el juicio hasta el 28 de octubre.

Un día antes del plazo límite para abrir el proceso judicial, Musk ha anunciado este jueves que sí, efectivamente está dispuesto a hacerse con los mandos de Twitter "por el futuro de la civilización". Al conocerse el mensaje de Musk, las acciones de Twitter se han revalorizado un 1,16% en los primeros compases de la sesión en la Bolsa de Nueva York.

El fundador de Tesla podría despedir al 75% de los trabajadores

Entre otros rumores relacionados con la compra de Twitter por parte de Musk, y sus muchos meses de incertidumbre, el diario The Washington Post ha asegurado que el multimillonario podría deshacerse del 75% del personal que trabaja en la red social hasta dejarla con solo 2.000 personas.

Por su parte, Twitter ha comunicado que no hay planes de despidos en toda la empresa desde que firmó un acuerdo para ser adquirida por Musk. El consejero general de Twitter, Sean Edgett, ha enviado un correo electrónico a los empleados diciendo que la compañía no planea despidos, según una fuente que vio el correo electrónico.