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Informe Save the Children

Repetir curso no es aprender: los seis mitos de una práctica para la que hay alternativas

  • La ONG Save the Children ha presentado este martes un nuevo informe en el que denuncia las consecuencias de la repetición
  • Según el análisis, los costes directos de esta práctica tan común en España ascienden a 1.441 millones de euros

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España, el país de la OCDE donde más se repite curso

Repetir curso es una práctica muy común en España. Concretamente, nuestro país es el primero de la OCDE y de la Unión Europea en tasa de repetición en la Educación Secundaria Obligatoria, con un 8,5%. Detrás de esta cifra se esconden varios mitos que sustentan los supuestos beneficios de la repetición, pero que, según ha advertido este martes Save the Children, tienen múltiples consecuencias negativas para los menores.

En su informe Repetir no es aprender. Mitos desmentidos y alternativas posibles a una práctica ineficiente e inequitativa, la ONG ha desmentido seis creencias habituales sobre la repetición, entre las que se encuentran la idea de que aumenta las calificaciones de los menores y la defensa de que es objetiva y se produce por limitaciones educativas individuales.

Save the Children, además, ha querido enfatizar los costes directos de la repetición, que se elevan a 1.441 millones de euros. Un gasto ineficiente que se podría invertir en apoyo y refuerzo educativo o en contratar a más docentes, mentores y asesores.

Ni es normal, ni mejora el rendimiento, ni responde a un nivel educativo bajo

Como ha explicado en una rueda de prensa el especialista de educación Álvaro Ferrer, hay seis mitos sobre la repetición afianzados en España. El primero de ellos intenta hacer creer que es la herramienta más "normal" para gestionar la diversidad de niveles del alumnado y que se utiliza en todos los países. Sin embargo, lo cierto es que en casi la mitad (47%) de los países de la OCDE las tasas de repetición en jóvenes de 15 años son inferiores al 5%. "Los países desarrollados recurren a otras estrategias más eficaces", ha señalado.

Asimismo, no es consecuencia de que el nivel educativo sea más bajo en España. De acuerdo a lo hallado por la ONG, uno de cada tres repetidores españoles ha alcanzado el nivel de competencia básico de PISA en todas las materias y ha logrado las metas establecidas al final de la escolarización obligatoria. De hecho, los criterios empleados para evaluar el progreso escolar en nuestro país son más duros que los establecidos por la OCDE. Si nuestros alumnos estuvieran en otros países desarrollados, "seguramente habrían pasado de curso".

Repetir curso tampoco es objetivo y, mucho menos, responde a limitaciones educativas individuales. Estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares se ven más influenciados por el nivel socioeconómico y cultural, por lo que la repetición se convierte en una medida discriminatoria. El alumno más pobre, de hecho, tiene aproximadamente tres veces más probabilidades de repetir.

Pero quizás uno de los mitos más arraigados es que mejora el rendimiento y el progreso académico. No obstante, Save the Children concluye que la repetición tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado más desfavorecido. Puede tener efectos positivos en el mismo año, pero se disipan y se vuelven negativos al avanzar la escolarización, contribuyendo incluso al abandono escolar. "Es especialmente negativa en países como España, donde se usa de forma sistemática y sin medidas de acompañamiento", ha añadido Ferrer.

Con un estudio cuasi-experimental, la ONG ha descubierto también que repetir curso empeora la percepción del alumnado sobre sus propias capacidades y también disminuye su interés por esforzarse, especialmente cuanto más tarde se produce la repetición en la escolarización. Se desmonta así la idea de que la repetición favorece el esfuerzo y la motivación.

Por último, tampoco es cierta la creencia de que la repetición es alta en España porque las ratios profesor/estudiante también lo son. Es más, los resultados indican que existe escasa relación en comparación con las tasas de la OCDE: "Teniendo en cuenta esa proporción, en España cabría esperar un porcentaje casi tres veces menor".

Alternativas a una práctica que cuesta 1.441 millones de euros

La repetición es una medida muy ineficiente, según la ONG. Tomando datos del curso 2019-2020, los costes directos de esta práctica se elevan a 1.441 millones de euros, lo que supone un 6,2% del gasto público en educación primaria y secundaria obligatoria, el presupuesto de educación de toda Canarias.

Desde el punto de vista presupuestario, una alternativa sería dedicar los recursos económicos que ahorraría el sistema educativo al rebajar las tasas de repetición a ofrecer medidas eficaces. "Con ese dinero podríamos pagar refuerzo extraescolar en grupo pequeño para 2.217.000 estudiantes (47% del total en primaria y ESO en centros públicos y concertados)", o 44.700 docentes extra, un 6% de incremento sobre las plantillas actuales.

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Aprovechando el cambio en criterios de repetición en la LOMLOE, Save the Children también considera que se debería impulsar programas de formación colaborativa y acompañamiento sostenido a equipos docentes para experimentar, reflexionar y cambiar creencias y prácticas sobre repetición. Se haría a través de mentorías, asesores externos, feedback y trabajo en red, como ya han llevado a cabo Portugal y Bélgica.

La ONG pide, además, incluir estrategias eficaces de gestión de clases multinivel sin homogeneizar en la formación inicial y permanente del profesorado que se está reformando ahora. España está entre los países de la OCDE y la UE donde el profesorado ha recibido menos formación sobre enseñanza en grupos multinivel (35%) y donde se percibe como menos preparado para ello (28%).

España cuadruplica las tasas de repetición de Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Eslovaquia

En esta línea, Save the Children ha alertado que España presenta una de las tasas de repetición más elevadas dentro de los países desarrollados. Aparte de ser el primer país de la OCDE, cuadruplica las de Irlanda, Nueva Zelanda, Australia y Eslovaquia y es ocho veces mayor que las de Finlandia y Suecia. Además, también es 11 veces más grave que la tasa de Reino Unido.

Coincidiendo con el cambio de etapa, el porcentaje de repetición se cuadruplica en España, pasando del 2,3% en el último curso de Educación Primaria al 8,9% en primero de la ESO, el nivel educativo con la tasa más alta. Asimismo, según el estudio, este hecho es más acusado en los centros públicos, que acogen al alumnado más vulnerable.

Es un problema cultural

"Es un problema cultural, no de marco legal, no es una cuestión de nivel", ha afirmado la directora de Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo, quien ha calificado la anomalía española de "vergonzosa". De acuerdo a Perazzo, el nivel educativo se hereda de padres a hijos y existe una trampa de la pobreza. "Si tu familia tiene pocos recursos, tienes una alta probabilidad de repetir curso e incluso abandonar los estudios".