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Cómic

'Not all robots', una premiada sátira de ciencia ficción sobre robots y masculinidad tóxica

  • Con esta miniserie Mark Russell y Mike Deodato jr. han ganado el Premio Eisner a la mejor publicación de humor
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Detalle de la portada de 'Not all robots'
Detalle de la portada de 'Not all robots'

En 2018 el guionista Mark Russell (1971) fue nominado a dos premios Eisner con una alucinante revisión de Los Picapiedra (The Flintstones) (ECC), con la que dinamitaba la sociedad actual. Desde entonces se ha convertido en uno de los mejores guionistas del cómic americano, con obras tan sorprendentes como Los Cuatro Fantásticos. Toda una vida (Panini) y Red Sonja (Planeta Cómic), de las que os hablamos al final de esta noticia. Pero, sobre todo, destacamos Not all robots (Panini), dibujada por Mike Deodato jr. (El Increíble Hulk, El asombroso Spider-Man), un relato de ciencia ficción que habla sobre la relación del hombre y los robots, y la masculinidad tóxica. Un cómic con el que han ganado el Premio Eisner a la Mejor Serie de Humor de 2022.

Y empezamos destacando la maravillosa portada del cómic, una versión robótica de uno de los cuadros más famosos de la historia: American Gothic (1930), de Grant Wood.

Portada de 'Not all robots'

El cómic es una brillante sátira de ciencia ficción que nos cuenta como, en el año 2056, los robots han reemplazado completamente a los seres humanos como fuerza laboral, lo que da lugar a una delicada coexistencia, ya que, a cada familia humana le asignan un robot del que dependen completamente. Los protagonistas son los Walters, una familia humana cuyo robot, Razorball, pasa su tiempo libre en el garaje trabajando en máquinas diseñadas para matarlos.

Una historia que coge uno de los grandes temas de la ciencia ficción, esa transformación de la sociedad cuando los robots hacen todo el trabajo físico (qué hemos visto en clásicos desde R.U.R. a Metrópolis o Terminator), pero lo actualiza de una forma muy original, metiendo temas muy actuales como el racismo, la masculinidad tóxica, las diferencias sociales, económicas y culturales...

Y lo mejor es que, en contraposición a esos clásicos mencionados, en los que solo nos llegaba la versión de los humanos sobre el conflicto hombre-máquina, aquí, por primera vez, se nos ofrece la visión de los dos lados, la de esos humanos, que han dejado de ser seres productivos para convertirse en simples mascotas, y la de los robots que trabajan para alimentarlos, porque están programados para ello. Lo que tampoco es agradable.

Página de 'Not all robots'

La idea surge del desafortunado movimiento #NotAllMen

Mark Russell confiesa que la idea del cómic se inspira en el movimiento #NotAllMen, una desacertada respuesta al movimiento #MeToo que pretendía defender que los comportamientos machistas son cosa de una minoría. También introduce elementos del movimiento Black Lives Matter para que nos preguntemos hasta qué punto nos comprometemos con esos problemas de género y raciales o solo los defendemos de boquilla y no estamos dispuestos a cambiar la sociedad blanca y machista actual.

Russell logra meter estos problemas fundamentales de la sociedad actual en una historia que pasa del costumbrismo al terror y al humor negro con una inteligencia pasmosa. Ahí tenemos a esos seres humanos que dependen para todo de las máquinas y que no son capaces de hacer nada solos. Y a esos robots que trabajan para unos seres humanos que dejaron de importarles hace mucho y a los que solo cuidan y defienden porque tienen un chip que se lo ordena. Unos robots, que, en definitiva, han sido reducidos a meros números, a roles económicos (como los tarbajadores humanos actuales), y han acabado desarrollando los mismos sentimientos de cansancio, ira y odio de los humanos.

Llega un momento en que los ¿fallos? de los robots ocasionan cada vez más muertes accidentales, por lo que se anuncia el lanzamiento de una nueva línea de androides mucho más parecida a los humanos. Pero entonces... ¿Qué pasará con los robots? Eso romperá el delicado equilibrio entre los humanos y los robots. Y las consecuencias pueden ser desastrosas para ambos...

Página de 'Not all robots'

Este cómic futurista, como la mejor ciencia ficción, está retratando la sociedad actual y nos advierte de los peligros que nos esperan si no empezamos a vivir de otra forma más humana y más respetuosa con el medio ambiente.

Y el mensaje principal del cómic es que todos, hombres y mujeres, blancos y afroamericanos, hombres y robots, tenemos que aprender a convivir todos juntos. Un mensaje a favor de la igualdad, la tolerancia y la convivencia que, actualmente, es más necesario que nunca.

Destacamos también los fantásticos dibujos de Mike Deodato Jr., que, durante muchos años, ha sido una de las grandes estrellas de Marvel pero que, desde que se ha pasado al cómic independiente, no hace más que sorprendernos gratamente con cada uno de sus trabajos. Fijáos en la composición de las páginas que podéis ver en este artículo. Not all robots es uno de los mejores cómcis que leeréis este 2022, y de los que más os harán reflexionar.

Página de 'Not all robots'

'Los Cuatro Fantásticos. Toda una vida'

Los Cuatro Fantásticos. Toda una vida

Tras el éxito de Spider-Man: Toda una vida (Panini), que contaba las seis décadas de historia de Spider-Man como si hubieran transcurrido en tiempo real, Marvel repite la jugada con la primera familia del Universo Marvel en Los Cuatro Fantásticos. Toda una vida (Panini), en la que Mark Russell y el dibujante Sean Izaakse narran la historia del cuarteto desde 1961 hasta la actualidad, lo que nos permite verlos envejecer e incluso morir. Sin duda una gran idea que Russell explora con su habitual inteligencia. Para ello planta, en las primeras páginas del cómic, las semillas de la llegada de Galactus, al que Stan Lee y Jack Kirby concibieron con el dios destructor del Universo Marvel. Una llegada que será la amenaza invisible sobre el cuarteto durante esas seis décadas, en las que tendrán tiempo para formar una familia, ser padres y enfrentarse a algunos de sus míticos enemigos como el Hombre Topo, el Pensador Loco o el Doctor Muerte.

Por supuesto la carrera espacial también tiene una gran importancia en la trama. Pero, como decimos, Galactus sobrevuela sobre toda la historia en un agobiante ejercicio de suspense. Un cómic sorprendente que nos devuelve a los Cuatro Fantásticos que todos amamos y que también reivindica al miembro más poderoso del grupo, la Mujer Invisible. Sin duda uno de los mejores cómics del cuarteto que hemos leído en los últimos años.

'Red Sonja'

Portada del primer tomo de 'Red Sonja'

Y la última recomendación de Mark Russell que os traemos hoy es la serie de Red Sonja (Planeta Cómic), de la que se han publicado dos imprescindibles volúmenes. En ellos vemos como, acompañado del estupendo dibujante Mirko Colak (Conan), Russell construye la Red Sonja más interesante que hemos leído en décadas; porque no solo es la guerrera invencible a la que nos habíamos acostumbrado, sino que se nos rebela como una inteligente y audaz estratega capaz de enfrentarse a auténticos imperios con su astucia y sagacidad (aunque cuando tenga que cortar una cabeza no tenga ningún reparo). Destacar que aquí también hay mucho de ese sentido del humor gamberro de Russell, pero que lo más importante del cómic es ese revolucionario retrato de uno de los mejores personajes femeninos de la historia del cómic.

El cómic nos cuenta la historia de un conquistador afectado por una maldición que le obliga a seguir conquistando territorios sin parar, ya que en cuanto pare morirá. Cuando intenta conquistar Hyrcania, una tierra de ladrones y campesinos, estos nombran a Red Sonja su reina, lo que la obligará a enfrentarse al mayor ejército conocido. Pero ese ejército no la conoce a ella, que demostrará por qué es el único guerrero de su época al que ni Conan pudo derrotar. Una historia femenina y feminista, emocionante y muy divertida, en la que Nos encontramos a una Red Sonja más humana y vulnerable que nunca, pero también más inteligente, decidida y mortal. Una auténtica joya. Destacar las galerías de portadas que incluyen ambos volúmenes, con ilustraciones de Amanda Conner, Joseph Michael Linsner, Christian Ward, Frank Cho, Lucio Parrillo y muchos más.