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Descubren un "punto débil" de muchos tumores multirresistentes que podría ayudar a combatirlos

  • El hallazgo aclara una de las causas por las que algunos pacientes no responden a los tratamientos
  • El artículo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas ha sido publicado en EMBO Molecular Medicine

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Recreación 3D de células cancerígenas
Recreación 3D de células cancerígenas

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han descubierto un nuevo "punto débil" de muchos tumores que podría ayudar a combatirlos. Así lo han anunciado este jueves en un artículo publicado en la revista EMBO Molecular Medicine.

Según han explicado los científicos en una nota de prensa, uno de los grandes retos del cáncer es entender por qué hay pacientes que no responden a los tratamientos, algo que el hallazgo podría aclarar, pues da respuesta a una de las causas de la multirresistencia, una condición que limita sensiblemente las opciones terapéuticas.

Concretamente, ahora se sabe que las mutaciones que inactivan la función de un gen específico, el FBXW7, “reducen la sensibilidad a la gran mayoría de las terapias disponibles” y, a la vez, vuelven vulnerables las células del tumor a la acción de un tipo concreto de fármacos: aquellos que activan la “respuesta integrada al estrés”.

Por eso, el hallazgo se puede explotar empleando fármacos que ya existen y que matan a las células tumorales activando dichas respuestas contra el estrés.

Una de las diez mutaciones más habituales en los cánceres

El estudio empezó con la búsqueda de mutaciones que generasen resistencia a agentes antitumorales, como el cisplatino, el rigosertib o la luz ultravioleta, para lo que se utilizó la tecnología CRISPR en células madre de ratón. Entonces, las mutaciones en el gen FBXW7 emergieron enseguida.

Tras un análisis bioinformático de bases de datos como la Cancer Cell Line Encyclopedia (CCLE), los investigadores confirmaron que las células mutantes FBXW7 son resistentes a la mayoría de los fármacos disponibles en este conjunto de datos. Además, pudieron comprobar que estaban también asociados a una peor respuesta a la quimioterapia.

De hecho, FBXW7 es uno de los diez genes más frecuentemente mutados en los cánceres humanos y se asocia a “una mala supervivencia en todos ellos”, han explicado los autores del estudio. En ese sentido, los autores han sugerido usar los niveles de esta mutación como biomarcador para poder predecir la respuesta del paciente a los fármacos.

¿Podría un antibiótico matar una célula cancerígena?

"¿Podría un antibiótico matar una célula cancerígena demasiado rica en mitocondrias?", esa es la pregunta que los investigadores se hicieron al encontrar que la causa del déficit de FBXW7 estaba en las mitocondrias, el remanente de antiguas bacterias que hace miles de millones de años se fusionaron con células eucariotas primitivas. Y los antibióticos, han recordado los expertos, atacan bacterias.

En el pasado ya se habían identificado propiedades antitumorales en ciertos antibióticos, pero se trataba de casos aislados y por ello potencialmente atribuibles a mutaciones individuales −desconocidas− de los pacientes. Ahora, los autores han demostrado que, en efecto, el antibiótico tigecycline es tóxico para las células deficitarias en FBXW7, lo que abre una nueva vía de investigación.

El trabajo ha contado con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Fundación “La Caixa”, entre otros.