Enlaces accesibilidad

México llena los cementerios de colores en el Día de Muertos: "La pandemia no ha apagado nuestro entusiasmo"

  • Esta tradición, que se extiende por todo el país, se celebra este año con restricciones de aforos y otras medidas

Por
Personas acuden al panteón Dolores con motivo del Día de Muertos con flores, ofrendas y útiles de limpieza
Personas acuden al panteón de Dolores con motivo del Día de Muertos

Miles de familias han acudido este lunes a los cementerios de México para decorar las tumbas y esperar la llegada de las almas de sus difuntos con motivo del Día de Muertos, una tradición interrumpida el año pasado por el cierre de los panteones por la COVID-19. "La pandemia no ha apagado nuestro entusiasmo", aseguran los mexicanos.

Esta tradición, que se festeja este año con especial entusiasmo y que resulta catártica para muchos, se extiende por todo lo largo y ancho del país, como por el occidental estado de Michoacán, uno de los más tradicionales.

Catrinas, ofrendas y desfiles: el Día de Muertos regresa a México

El panteón de Dolores, uno de los más reconocidos de la Ciudad de México, ha recibido a muchas familias que se han puesto manos a la obra para poner a punto las tumbas de sus seres queridos. "Hay la creencia de que bajan ese día a visitarnos y nosotros los recibimos. Les damos lo que a ellos le gustaba comer o hacer. Mi papá fumaba y le prendemos un cigarro", ha contado a EFE Alejandra Corona.

En Santa Cruz Atizapán, Antonio Briseño, de 35 años, ha montado un pequeño altar. El joven ha colocado fotos de su madre, su abuela y su suegra entre las ofrendas que se hacen a los difuntos: fruta, judías, pan de muerto, sin olvidar las inevitables calaveras multicolores.

Una mujer recoge caléndulas de Cempasuchil naranjas para ser utilizadas durante las celebraciones del Día de Muertos

Una mujer recoge flores de Cempasuchil para las celebraciones del Día de Muertos REUTERS/Edgard Garrido

La Fiesta de los Muertos adquiere un significado especial en esta región. La pequeña localidad del área metropolitana de Ciudad de México es la más afectada del país por la COVID-19, con 303 muertes para 12.894 habitantes, según la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Medidas sanitarias en los cementerios

A raíz de la pandemia, que ha dejado casi 300.000 muertos confirmados en México, las autoridades pidieron el año pasado a la ciudadanía celebrar en casa y en grupos reducidos el Día de Muertos, que fue declarado día de luto nacional por el presidente.

Muchos cementerios cerraron entonces para evitar aglomeraciones, pero este año, gracias al avance de la vacunación, han regresado las actividades públicas por el Día de Muertos. "Por la pandemia habíamos dejado de venir casi un año pero ahora ya abrieron y hay medidas, ponen gel y hay control. Nos sentimos tranquilos", ha comentado Alejandra.

En Morelia, las autoridades sanitarias han dispuesto mantener aforos reducidos y controlados por tiempo, para evitar contagios, lo que ha desatado una serie de opiniones encontradas entre quienes buscan velar ahí a sus muertos. Incluso, las autoridades municipales permiten el acceso a los cementerios solo a tres personas por cada familia, algo que ha molestado a algunos ciudadanos.

24 horas - La celebración del Día de Muertos para los mexicanos en España - Escuchar ahora

"Lo que no me parece tan bueno es que sea tan reducido el tiempo de 45 minutos, porque no tardamos eso en limpiar, acomodar y adornar. También (está mal) la prohibición de que solo son tres personas por familia, en mi familia se murió este año mi abuela y todos quisiéramos venir al mismo tiempo, pero no podemos", ha mencionado otra mexicana, Fabiola Tovar.

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

El Día de Muertos, declarado por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, nace de la sincrética relación entre la visión prehispánica de la muerte y las costumbres católicas.

Desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre, los mexicanos esperan la llegada de las almas de sus difuntos para convivir con ellos durante la noche en cementerios o en ofrendas hechas en casa con la comida favorita de los que partieron.