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Cine

Shang-Chi: de maestro del Kung-Fu, en los cómics, a superhéroe en el cine

  • La película actualiza el cómic de los 70 y confirma que la magia se adueña del Universo Marvel
  • Shang-Chi y la leyenda de los 10 anillos se estrena este viernes, 3 de septiembre, en cines

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Simu Liu es Shang-Chi
Simu Liu es Shang-Chi

La gran sorpresa de la serie Loki (2021) ha sido el nacimiento del Multiverso de Marvel, que va a ser el escenario de la siguiente fase de películas de la compañía, al menos por lo que hemos podido ver en el reciente tráiler de Spider-Man: No Way Home y lo que se adivina tras el título de Doctor Extraño Doctor Strange in the Multiverse of Madness. Está claro que los universos paralelos y la magia son el futuro inmediato de Marvel y tenemos un primer aperitivo con Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos. Una agradable sorpresa de Marvel que se estrena en cines el 3 de septiembre.

Y es que lo que nació como un cómic de kárate y espionaje en los 70 (al amparo del éxito de las películas de Bruce Lee y de la serie Kung-Fu), se convierte ahora en otra película de superhéroes, acción y fantasía, en la que la magia adquiere un gran protagonismo.

Una cinta que no es lo que esperábamos los fans del cómic clásico (una película de kung-fu, filosofía oriental, suspense y espionaje); pero que es estupenda pordistindos motivos: actualiza al personaje; amplia el aspecto multirracial y multicultural de las películas de Marvel; crea un nuevo y rico universo basado en la filosofía oriental; y hace crecer la importancia de lo mágico y lo mitológico en este Universo, de cara a esta nueva fase en la que el Dr. Extraño parece que va a ser el centro de todo.

Y aunque Shang-Chi: La leyenda de los diez anillos mantiene la estructura típica de las cintas de Marvel, su mezcla de acción, aventuras, humor y el típico final espectacular, la verdad es que consigue tener un estilo propio.

Tony Leung y Simu Liu en pleno combate

Destacar también que lo que no han conseguido en el cómic (actualizar a un personaje tan setentero como era Shang-Chi), lo consiguen con esta película en la que destaca su estupendo reparto. Porque, aunque el gran protagonista sea el chino Simu Liu (Shang Chi), el resto de los protagonistas está al mismo nivel.

Imposible no mencionar la espectacularidad y originalidad de la coreografía de las peleas de kárate. Sobre todo las del principio de la película, como una que transcurre dentro de un autobús en marcha. De hecho, por su mezcla de acción y comedia, algunas de estas escenas nos recuerdan a las de Jackie Chan. Aunque parte de esa magia se pierda en la habitual traca final de efectos especiales.

Cuando se anunció la película hubo críticas porque el villano de los cómics (y padre de Shang Chi) no es otro que el mismísimo Fu-Manchú, un personaje creado en 1913 por Sax Rohmer que representaba para los americanos el "peligro amarillo" y que tenía claras connotaciones racistas y xenófobas. Pero Marvel ya anunció que no lo iba a usar y, en su lugar tenemos a un fantástico Xu Wenwu (interpretado por Tony Chiu-Wai Leung), que se parece más al Mandarín que a Fu-Manchú. (Os contamos más cosas sobre los cómics al final de este artículo).

En fin, una fantástica película que nos sorprende desde el principio y que introduce nuevos elementos y personajes que serán fundamentales en esta nueva etapa del Universo Marvel. Y con los habituales guiños a otras películas de Marvel (como los Diez anillos y el Mandarín, que ya fueron fundamentales en la saga de Iron man). Como siempre os recomendamos: no os perdáis las escenas postcréditos, ya que dan pistas sobre la importancia que va a tener el personaje en el futuro de Marvel.

El nacimiento de un héroe

Lo mejor de la película es que nos cuenta el nacimiento del héroe (y del villano) sin necesidad de larguísimos prólogos, ya que va directa al grano. Así conocemos la Leyenda de los Diez Anillos, unos talismanes mágicos que reúne un hombre obsesionado por el poder (Xu Wenwu) y que le darán la inmortalidad y el dominio del mundo. Sin embargo renunciará a todo eso por amor. Una historia relacionada con Shang-Chi, un joven (aparentemente normal) que vive con su novia Katy (Awkwafina) en San Francisco, donde son felices como aparcacoches. Sin embargo ambas historias confluirán cuando el pasado venga en busca de Shang-Chi, acabando con su feliz vida.

No os damos más detalles pero destacamos que la película gira en torno a una famillia disfuncional, lo que aporta un plus de profundidad e interés a la historia.

Destacamos también el original cambio en los 10 anillos de poder. En los cómics eran auténticos anillos que el Mandarin llevaba en sus dedos. Y cada uno tenía un poder distinto (desde disparar rayos de hielo y fuego hasta intensificar el poder mental de su portador, lo que le permitía controlar a oras personas). Aquí los anillos se convierten en 10 pulseras y sus poderes son muy diferentes, aunque tendréis que ver la película para averiguar cuáles son. Y, como comentábamos, estos diez anillos están conectados con Iron man 3 (con sorpresa incluída).

Aunque muchos acusan a las películas de Marvel de seguir una fórmula, lo cierto es que cuando se alejan un poco de esa fórmula, como en esta ocasión, se consiguen resultados más que notables. Y eso lo ha logrado el director hawaiano Destin Daniel creton, conocido por Las vidas de Grace (2013), Cuestión de justicia (2019) o El castillo de cristal (2017). El realizador (y coescritor del guion) consigue un acertado equillibrio entre las escenas íntimas y las de acción, logrando que nos enamoremos de los personajes, que tienen mucha más profundidad de lo que se podría esperar en estos casos.

Meng'er Zhang, Simu Liu y Awkwafina en una escena de la película

Un gran reparto

Si no podemos imaginar ya a otro actor para Iron Man, que no sea Robert Downey Jr, lo mismo nos pasa con Simu Liu y Shang-Chi. Con una sola película, el joven actor chino-canadiense ha sabido dotar al personaje de esa fuerza física (pero sobre todo espiritual) que requiere. Además de combinar perfectamente la parte dramática con la comedia. Por ejemplo en la escena en la que tiene que librar un combate sin camiseta, que es un claro y divertido guiño a los cómics de los 70 y a Bruce Lee (que los inspiró).

Pero, como decimos, el resto del reparto esta a la altura, empezando por Tony Leung, una de las grandes estrellas del cine de Hong Kong que ha protagonizado títulos míticos como Hero (Zhang Yimou), Deseo, peligro (Ang Lee) y ha sido actor fetiche de Wong Kar-wai en obras maestras como Happy Together o 2046. Es el padre de Shang-Chi y Xialling y, más que secundario, podríamos decir que es coprotagonista. Además de ser el personaje más interesante de la cinta, ya que es el que más evoluciona dramáticamente. El gran héroe-caído que toda historia desearía como villano. Una mezcla de Fu-Manchú y el Mandarín pero con un toque de nobleza.

Tony Leung en una escena de la película

Completando la familia de Shang-Chi tenemos a su hermana Xialing, interpretada por Meng'er Zhang, una actriz debutante pero que tiene un gran futuro por delante. El suyo es el primero de los grandes personajes femeninos (y feministas) de la cinta. Una joven a la que su padre marginó con una educación muy diferente de la de Shang-Chi, que no incluía artes marciales, pero que ha aprendido por sí misma todo lo que necesitaba. Sin duda un gran personaje, hecho a sí mismo, que puede tener un futuro en paralelo a Shang-chi, al igual que la hermana de Black Panther (por poner un ejemplo).

La actriz y rapera Awkwafina (Crazy rich asians, The farewell, Ocean's 8) es mucho mas conocida y aquí interpeta a la novia de Shang-Chi, que parece destinada a poner el contrapunto cómico en la historia pero que acabará demostrando una gran fuerza que le permitirá afrontar grandes desafíos, a pesar de no ser experta en artes marciales como sus compañeros.

La otra veterana de la película es la gran Michelle Yeoh, a la que siempre recordaremos por su inolvidable papel en Tigre y dragón (a la que este Shang-Chi también debe muchas cosas). Aquí será una especie de mentora del protagonista, que nos conquista por su mezcla de fuerza, equillibrio, humildad y serenidad.

Shang-Chi peleando con Puño de Navaja

Hay muchas otras sorpresas en el reparto que os sorprenderán, por eso no os contamos nada. Pero sí nos gustaría mencionar, para los aficionados al cómic, la presencia de un popular villano de las viñetas: Puño de Navaja (Razor Fist), aunque convenientemente actualizado (y sin uniforme de villano).

Shang-Chi se estrena (solo en cines) este 3 de septiembre. Una gran excusa para ir al cine en familia. Y si queréis saber más cosas sobre el personaje original de los cómics podéis seguir leyendo este artículo.

Cartel de 'Shang-Chi: La leyenda de los diez anillos'

En el cómic, Shang-Chi era hijo de Fu-Manchú

En los años 60 Marvel buscaba nuevos temas con los que ampliar su exitosa línea de superhéroes. Y los encontró en los clásicos del terror (Drácula, Hombre Lobo) y la literatura (Conan el Bárbaro, El Hombre de Bronce). En esa época también hacían furor las artes marciales gracias a las películas de Bruce Lee y la serie Kung-Fu, protagonizada por David Carradine. De ahí salió la serie Shang-Chi Maestro del Kung-Fu.

Precisamente, la idea para la colección la tuvieron el guionista SteveEnglehart y el dibujante Jim Starlin cuando veían un episodio de la serie Kung-Fu. Enseguida fueron con la idea al entonces editor de Marvel, Roy Thomas, que les dio luz verde pero con una condición, que incorporasen a la historia al villano Fu-Manchu, de las novelas de Sax Rohmer, que ya había servido de inspiración para villanos de Marvel como El Mandarín o Garra Amarilla. Y es que la editorial acababa de comprar los derechos del personaje y no sabían muy bien qué hacer con ellos.

Shang-Chi con Clive Reston y Black Jack Tarr
Shang-Chi con Clive Reston y Black Jack Tarr

Shang-Chi con Clive Reston y Black Jack Tarr

La otra gran inspiración para el personaje fue Bruce Lee, que en aquella época estaba en la cima de su fama gracias a películas como Karate a muerte en Bangkok (1971), Operación dragón (1973) o la serie The Green Hornet (1966-67). Lo curioso es que Lee fue la primera elección para protagonizar la serie Kung-Fu, pero los productores no sabían si la gente iba a aceptar a un protagonista chino, por lo que finalmente eligieron a David Carradine.

Así fue como, en diciembre de 1973, el personaje aparecía en Special Marvel Edition nº 15, que solo tardó dos números en cambiar su título por el de The hands of Shang-Chi, Master of Kung-Fu, para que comprobéis que fue un éxito inmediato. Además de que enseguida tuvo Giant-sizes (los especiales de la época) y dio pie a otras colecciones del mismo género, como Puño de Hierro (Iron Fist), de Chris Claremont y John Byrne; y los seriales de Los Hijos del Tigre Blanco en Deadly Hands of Kung-Fu (revista en blanco y negro dedicada a las artes marciales) dibujados por George Pérez. Todos ellos autores jóvenes que cambiarían la historia del cómic en los años siguientes.

Ilustración de Shang-Chi, de Paul Gulacy
Ilustración de Shang-Chi, de Paul Gulacy

Ilustración de Shang-Chi, de Paul Gulacy

Como decimos, el protagonista, Shang-Chi, era hijo de Fu Manchú, el malvado villano creado por Sax Rohmer (en 1912) y que fue llevado al cine en numerosas ocasiones, destacando las películas interpretadas por dos mitos del terror, Boris Karloff y Christopher Lee.

Pero cuando Marvel decidió hacer esta película, desechó enseguida la idea de usar ese villano, porque Fu Manchú era un personaje completamente xenófobo, nacido del miedo al "peligro amarillo", como se denominaba despectivamente en la época a los orientales.

Fragmento de la portada de 'Special Marvel Edition nº 15', la primera aparición de Shang-Chi

Fragmento de la portada de 'Special Marvel Edition nº 15', la primera aparición de Shang-Chi

En los primeros números, Shang-Chi se limitaba a evitar la venganza de su padre, que le obligaba a defenderse pese a la filosofía pacifista del personaje (en eso se parecía mucho a la serie de televisión). Destacaron los primeros números con buenos guiones de Englehart y los estupendos dibujos de Jim Starlin. El nombre del personaje salió de unir las palabras “Shang” (crecimiento y avance) y “Chi” (el espíritu).

Pero después de solo dos números Starlin decidió dejar la serie (para crear personajes como Warlock o Thanos). Y Englehart no tardaría en seguir sus pasos.Para sustituirlos primero llegó un joven dibujante que había impresionado al mismísimo Stan Lee por su dinamismo, y cuya mayor influencia era Jim Steranko. Se trataba de Paul Gulacy. Enseguida se le uniría el guionista Doug Moench que, tras unos números en los que el protagonista seguía forcejeando su padre, cambiaría radicalmente de rumbo, mezclando las artes marciales con el género de espías.

Los nuevos guionista y dibujante conectaron desde el primer momento y descubrieron que otra de las cosas que les apasionaba eran las películas de James Bond y las historias de espionaje internacional. Por eso decidieron que Sir Nayland Smith y Black Jack Tarr fueran jefazos del MI-6, organización con la que Shang-Chi comenzaría a colaborar, sin dejar de lado la amenaza constante de su padre (Fu-Manchú). Fue la tercera gran influencia que terminó de definir al personaje (tras la serie Kung-Fu y las películas de Bruce Lee)

Portada del primer tomo de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'
Portada del primer tomo de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'

Portada del primer tomo de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'

Fue entonces cuando la serie alcanzó sus cotas de mayor calidad y popularidad, siendo (visualmente) lo más cercano a una película que publicaba Marvel en esa época. Aunque a la vez tenía una gran profundidad, sobre todo por los textos de pensamiento del protagonista (algo que era muy habitual en la época y que actualmente prácticamente ha desaparecido).

Además se añadieron un montón de nuevos personajes como Clive Reston (hijo de James Bond y nieto de Sherlock Holmes) y Leiko Wu (el gran amor de Shang-Chi); y llamativos villanos (Carlton Velcro, Puños de navaja, Mordillo). Y Shang-Chi, con su tradicional traje de Kung-Fu (rojo) o luchando a pecho descubierto, se convertiría en uno de los símbolos de Marvel.

Fragmento de una portada de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'
Fragmento de una portada de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'

Fragmento de una portada de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu' Panini

Y Shang-Chi se convirtió en Bruce Lee

Para su versión de Shang-Chi, Paul Gulacy usó como modelo a Bruce Lee, con lo cual, el actor que no pudo protagonizar Kung-Fu acabaría dando su rostro a un gran personaje de los cómics.

Además daría a Fu Manchú los rasgos de Christopher Lee (el gran actor protagonizó tres películas del personaje en los 60) y otros de los protagonistas de la serie se parecerían a actores como Marlon Brando, Marlene Dietrich, Sean Connery o David Niven.

Con los trepidantes guiones de Moench y los alucinantes dibujos de Gulacy, la serie se convertiría en un clásico instantáneo que sigue figurando entre lo mejorcito del catálogo de Marvel. Además, guionista y dibujante se harían amigos y, desde entonces, colaborarían juntos en numerosas ocasiones.

Páginas en blanco y negro de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'

Páginas en blanco y negro de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu'

La colección mantendría el nivel con otras grandes etapas, como las dibujadas por Gene Day (un gran dibujante y narrador con páginas muy barrocas, pero llenas de movimiento) y Mike Zeck (famoso después por El Capitán América o Secret Wars).

En 1983, en el número 120, Moench decidió abandonar la colección debido a la falta de ideas. Shang-Chi solo le sobreviviría 5 números, hasta el 125, cuando Marvel decidió cerrar la colección en 1983.

La pena es que después de esta colección de los 70 y 80, Marvel no supiera que hacer con el personaje que, desde entonces, aparece por ahí de vez en cuando colaborando con los Vengadores, Héroes de alquiler... (y cosas por el estilo que no le pegan nada). Además de haber perdido su uniforme distintivo: su traje rojo de kárate (aunque casi siempre terminaba luchando a pecho descubierto).

La lástima es que la colección Marvel Limited Edition. Shan-Chi: Maestro del Kung-Fu (Panini-SD Distribuciones), que reunía toda la colección original de los 70, está agotada y parece complicado que vuelva a reeditarse en España.

Ilustración de Paul Gulacy de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu',
Ilustración de Paul Gulacy de 'Shang-Chi, maestro del Kung-F

Ilustración de Paul Gulacy de 'Shang-Chi, maestro del Kung-Fu',