Enlaces accesibilidad

Las claves del feminismo de ayer y hoy: reivindicación de la igualdad, referentes feministas y tomar conciencia

  • En los últimos doscientos años, las mujeres han luchado para conseguir primero la igualdad formal y ahora la igualdad efectiva
  • Cada vez más hombres están contra el machismo y por la igualdad
  • Ya puedes ver en RTVE.es, 'Feminismo es igualdad', sobre la historia y claves del feminismo

Por
Objetivo Igualdad - Programa 5: Feminismo es igualdad

Llegamos a la librería "Mujeres", en el corazón más antiguo de Madrid, un lugar que lleva más de cuarenta años trabajando para dar a conocer todo lo que se escribe sobre feminismo, historia de las mujeres, coeducación y justicia social, sobre todas esas luchas que intentan contribuir a construir un mundo más igualitario. Como afirma la librera Alba Varela: "La nuestra es una librería de unas feministas para todas las feministas". Es una manera de decir que al feminismo, como a cualquier otro movimiento social, le pueden atravesar corrientes y prioridades distintas, pero el sustrato es lo importante.

A las puertas del 8 de marzo y dentro de la programación especial dedicada a una fecha que es histórica, hemos quedado aquí con dos mujeres para que nos ayuden a explicar qué es el feminismo, cuál es su sentido y su esencia, en qué ha variado a lo largo del tiempo y en qué momento está ahora.

Toma de conciencia y objetivos

Una de ellas es Ana de Miguel, de sobra conocida dentro y fuera del ámbito académico. Profesora de Filosofía Moral y Política de la Universidad Rey Juan Carlos, ella define así el feminismo: "Es un gesto de autoconciencia, es darte cuenta de algo, es hacerte unas preguntas, es ver la realidad en la que estás y pensar que algo no cuadra... No es algo individual, sino que tiene que ser que esta pregunta me la haga yo, te la hagas tú o se la haga el número suficiente de mujeres para unirnos".

En la Revolución Francesa, eso de: "Todos los hombres nacen libres e iguales" era literal, no un genérico, las mujeres quedaron excluidas

Aunque siempre ha habido mujeres que han alzado su voz contra la discriminación que sufrían, fue durante la Revolución Francesa cuando se dio un paso fundamental: "La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano nos parece preciosa, ¿verdad? Pues las mujeres que participaron en la Revolución codo con codo con los varones se dieron cuenta al cabo de unos años de que ese "Todos los hombres nacen libres e iguales" se refería literalmente a los hombres, no era un genérico. Ellas estaban excluidas", explica Ana de Miguel.

Entrevista con Ana de Miguel, filósofa

La ciudadanía, los derechos, las leyes eran para los hombres y las mujeres estaban reducidas a un papel dependiente, de menores de edad. Durante el siglo XIX las mujeres se fueron organizando para pedir acceso a la educación, al voto, a los puestos de trabajo y los cargos como los hombres. "El movimiento feminista comienza en Estados Unidos con el apoyo a la abolición de la esclavitud. Ahí se dan cuenta de que ellas también están sometidas. Por los derechos de las mujeres luchaban las sufragistas liberales, las socialistas, las comunistas, era ya entonces un movimiento interseccional y diverso. Unas buscaban el voto para hacer ellas mismas las leyes y otras ponían el acento en la independencia económica", aclara Ana de Miguel

La importancia de no olvidar a las mujeres del pasado

"El feminismo es eterno, porque lo que busca es que no haya una supremacía o sumisión de unas personas frente a otras", afirma Mar Abad. Periodista y escritora, es autora de Antiguas pero modernas, un libro que recupera la historia de grandes mujeres que no deberíamos haber olvidado. "Olvidamos muy a menudo lo que han hecho otras mujeres, las grandes feministas que ha habido a lo largo de la historia. Es interesante conocerlo porque te despierta muchísimo poder, saber que no es algo nuevo, que es algo que han pedido las mujeres y muchísimas personas, porque también había hombres y había aliados que querían esa igualdad", asegura.

Despierta mucho poder conocer a las feministas del pasado, saber que no es algo nuevo

Las dos coinciden en que los libros sobre historia, sobre literatura, sobre ciencia, han escondido a las mujeres. "Cuando vi la historia real sentí muchísima rabia, porque pensé me han escondido, me han robado parte de mi historia", dice Mar Abad. "Esos libros están mal escritos, no son correctos", subraya Ana de Miguel, que lanza esta pregunta: "¿Por qué tantos hombres fueran buenas o malas personas, de derechas o de izquierdas, estuvieron durante tanto tiempo en contra por ejemplo de algo tan humilde como el derecho al voto?".

La reivindicación de la igualdad

Se lo hemos preguntado a Miguel Lorente, profesor en la Universidad de Granada y un referente en el estudio de la violencia de género y las nuevas masculinidades: "Por un lado, ha habido siempre una clara conciencia de beneficio, de preferencia en los ámbitos social y cultural... Modificar los criterios conforme a los que se organizaba la sociedad suponía no solo que las mujeres entrasen en la esfera considerada masculina, sino que ellos también tenían que entrar en la femenina, cuidar, compartir los trabajos del hogar.... Además, la justificación del machismo estaba en el principio de que la mujer era inferior, explica Lorente: "Hacen entender que las características de los hombres, tanto en el plano físico como en el intelectual son superiores y más adecuadas que las de las mujeres para asumir determinadas funciones, roles y sobre todo esa posición de referencia de poder y, por tanto, no creen que estén haciendo nada contra las mujeres, sino organizando la sociedad de la mejor manera posible".

La justificación del machismo estaba en que se consideraba inferiores a las mujeres

Ese reparto de roles volvió a cuestionarse en las décadas de los sesenta y setenta, cuando las mujeres sacaron lo privado a la luz, los cuidados, las humillaciones, los malos tratos, la insatisfacción sexual... "Lo que se decía de "yo no trabajo, mi madre no trabaja", lo van a redefinir como la jornada interminable". Nace entonces el lema de "lo personal es político".

Esas violencias machistas, el paso de la igualdad formal a la igualdad real, movimientos como el #MeToo, la conciencia de las discriminaciones acumuladas o interseccionales caracterizan la actual ola del feminismo que se ha extendido por todos los rincones del mundo. Hay cosas, según Mar Abad, que han cambiado y otras que no: "Nos siguen diciendo locas, nos siguen diciendo menstruosas, simplemente porque nos enfadamos y tenemos el mismo derecho a enfadarnos que los hombres. A las mujeres del XX les dijeron igual y a las del XIX igual. Creo que ahora tenemos la suerte de que estamos más envalentonadas, nos importa menos".

Para no ser machista hay que dejar de ser machista, no valen solo las palabras

El compromiso masculino con la igualdad también ha aumentado enormemente, aunque Miguel Lorente advierte: "Para no ser machista hay que dejar de ser machista. No basta con el enunciado, no basta con hacer grandes propuestas. Los hombres, gracias a esa introspección que el feminismo ha hecho sobre las mujeres y que ha compartido con los hombres, estamos tomando conciencia de toda esa realidad y toda esa necesidad de transformarnos. Pero también es verdad que hay un repliegue machista".