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Elecciones EE. UU.

Trump insiste en su maniobra legal para desafiar las elecciones, con más republicanos en su contra

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Trump saluda a sus seguidores desde el coche tras terminar de jugar al golf
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El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insistido este domingo en seguir con su hasta ahora estéril estrategia legal para desafiar el resultado de las elecciones mientras cada vez más republicanos le dan la espalda y los demócratas alertan del efecto "corrosivo" de sus maniobras.

Los abogados de la campaña de Trump se han negado a encajar el profundo revés que recibieron este sábado en Pensilvania, donde un juez federal desestimó su demanda más importante en ese estado clave, y han presentado un recurso este domingo ante una corte federal de apelaciones.

Trump ya había adelantado, en un tuit publicado al filo de la medianoche el sábado, que su campaña apelaría la decisión, y sus abogados confiaron en que la corte de apelaciones decida rápido sobre el caso para poder llegar "cuanto antes" al Supremo.

El complicado objetivo de llegar al Supremo

Esa máxima instancia judicial del país está compuesta por una mayoría conservadora de seis jueces frente a solo tres progresistas, pero la campaña de Trump lo tendrá difícil para convencer a esos magistrados de que ha habido fraude en Pensilvania, algo de lo que hasta ahora no ha presentado pruebas convincentes.

El magistrado que desestimó el sábado la demanda era conservador, y alegó que la campaña de Trump había recurrido a "argumentos legales defectuosos y sin mérito, y a acusaciones especulativas" en su intento de invalidar cientos de miles de votos emitidos por correo en Pensilvania.

Un juez desestima una demanda de Trump en Pensilvania y abre el camino a la certificación de la victoria de Biden en el estado

Incluso si el Supremo aceptara el caso y fallara a favor de Trump, algo muy improbable, el mandatario necesitaría aún demostrar un fraude mayúsculo en varios estados más para revertir la ventaja de Biden en el Colegio Electoral, de 306 votos frente a 232.

El fracaso de las demandas de Trump en Pensilvania, Michigan, Georgia, Nevada y Arizona no parece haber acercado ni un ápice al mandatario a la idea de reconocer la derrota, y su campaña pidió este sábado un segundo recuento de los votos en Georgia, donde las autoridades ya han certificado la victoria de Biden.

El equipo legal se distancia de la abogada Sidney Powell

Mientras, el equipo de abogados de Trump sigue diseminando denuncias sin pruebas, y su rocambolesca saga ha dado este domingo un nuevo giro cuando dos de los letrados, Rudy Giuliani y Jenna Ellis, se han distanciado de la tercera integrante del equipo, Sidney Powell.

"Sidney Powell practica derecho por su cuenta. No forma parte del equipo legal de Trump", afirmaron en un comunicado Giuliani y Ellis, a pesar de que esa abogada participó junto a ellos en una larga rueda de prensa el pasado jueves.

La letrada es una seguidora del movimiento conspiratorio QAnon que el sábado prometió que iba a "hacer estallar" el estado de Georgia con una demanda "bíblica", y a la que ha criticado uno de los aliados más poderosos de Trump en la cadena Fox News, Tucker Carlson.

Giuliani insiste en que hay un "plan nacional" para echar a Trump

El comunicado de la campaña de Trump ha llegado, además, poco después de que Chris Christe, un exgobernador republicano de Nueva Jersey que hasta el mes pasado era uno de los confidentes cercanos al presidente, asegurara que la conducta del equipo legal del mandatario es "una vergüenza nacional".

"Las elecciones tienen consecuencias, y no podemos seguir actuando como si hubiera pasado algo que no ha ocurrido", ha dicho Christie en referencia a las falsas denuncias de fraude, durante una entrevista con la cadena ABC News.

Más republicanos en contra de la estrategia legal

El exgobernador, que ayudó a Trump a prepararse para sus debates contra Biden, ha criticado a los abogados del presidente por promover ante los medios teorías no demostradas sobre una presunta conspiración demócrata, que luego no repiten una vez que les toca defender ese tema ante los tribunales. "Eso debe significar que las pruebas no existen", opinó Christie.

Sus críticas a la campaña de Trump se han sumado a las que ha reiterado este domingo el gobernador republicano de Maryland, Larry Hogan, que espetó al presidente en Twitter: "Deje de jugar al golf y reconozca la derrota".

A ese coro de republicanos, todavía pequeño y que no incluye a los líderes en el Congreso, se han añadido este fin de semana dos senadores más, Pat Toomey y Kevin Cramer: el primero opinó que el mandatario ya ha agotado las vías legales y reconoció la victoria de Biden, y el segundo afirmó que es hora de comenzar la transición.

Un bloqueo "corrosivo"

El que será el jefe de gabinete de Biden cuando el presidente electo asuma el poder el próximo 20 de enero, Ron Klain, ha tachado este domingo de "corrosivo" el bloqueo de Trump al proceso de transición.

Aunque Biden tiene previsto nominar el próximo martes a los primeros miembros de su gabinete, el hecho de que el Gobierno no haya certificado su victoria en las elecciones, algo extraordinario, impide que el FBI empiece a revisar los antecedentes de esos futuros funcionarios, lo que puede retrasar su incorporación al cargo.

"El asalto de Trump a nuestras elecciones no cambiará el resultado. Joe Biden hará el juramento de su cargo, y Trump se irá de la Casa Blanca antes de eso. ¿Pero cuánto daño hará a nuestra democracia antes de irse?", ha planteado Klain en una entrevista con ABC News.

Mientras tantos, medios como el diario The New York Times y la cadena CBS adelantan que Biden nominará esta semana como secretario de Estado a Antony Blinken, un férreo defensor del multilateralismo, algo que no ha sido confirmado por el nuevo presidente.

Blinken es uno de los asesores más cercanos de Biden y ejerció como "número dos" del Departamento de Estado durante los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama, entre 2015 y 2017.