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Coronavirus

Más de 100 especies de murciélagos de China podrían albergar nuevos tipos de coronavirus

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Un murciélago volando.
Un murciélago volando.

Más 100 especies de murciélagos de China podrían albergar una diversidad de coronavirus "única y distintiva" entre ellos. Así lo afirma un nuevo estudio realizado por la organización EcoHealth, especialista en investigación de la fauna salvaje y sus enfermedades, en colaboración con el Instituto de Virología de Wuhan, en el que se han analizado más de 1.200 secuencias genéticas de coronavirus en murciélagos presentes en el país asiático.

"China tiene una rica fauna de murciélagos, con más de 100 especies de murciélagos descritas y varias especies endémicas representando las zonas Paleártica e Indo-Malaya. Su situación en la encrucijada de dos regiones zoogeográficas aumenta el potencial de China para albergar una diversidad de CoV única y distintiva", asegura el informe.

Además, en él, se apunta a los conocidos como murciélagos de herradura como "posible origen" del SARS-CoV-2, virus detectado en primer lugar en la provincia china de Hubei y, cuya enfermedad la COVID-19, se ha propagado por el mundo hasta provocar más de 6,5 millones de contagios y más de 388.000 muertes. En España, la enfermedad ha tenido especial incidencia y ya ha dejado más de 27.0000 muertes y más de 240.000 contagiados.

Los coronavirus pueden adaptarse "rápidamente"

Otra de las líneas de estudio llevadas a cabo por los responsables del informe es la tipología de los coronavirus localizados en los últimos años, con el objetivo de hacer un seguimiento de su evolución. Esto les ha permitido detectar que una las características de dichos virus es que son "propensos a la transmisión entre especies" y "pueden adaptarse rápidamente a nuevos hospedadores", algo que explicaría su propagación por el mundo.

"Se cree que este fenómeno condujo a la aparición de una serie de CoV que afectan la ganadería y la salud humana. Tres de ellos, causaron brotes significativos en China durante las últimas dos décadas", añade el estudio en referencia al Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2002 -que se propagó a nivel mundial, causando infecciones respiratorias fatales en cerca de 800 personas-, al Síndrome de diarrea aguda porcina (SADS) - coronavirus que causó la muerte de más de 25.000 cerdos en granjas dentro de la provincia de Guangdong- y al actual SARS-CoV-2.

"Sin embargo, la evolución y diversificación de estos coronavirus sigue siendo poco conocida", sentencia el estudio, lo que invita a seguir investigando otras especies que podrían albergarlos y propagarlos. En este sentido, según dicho análisis, la secuencia viral del SARS-CoV-2, detectada en los murciélagos podría estar estrechamente relacionadas con las identificadas en los pangolines de Malasia, especie que ya ha sido señalada en otros estudios como posible transmisor del coronavirus desde los murciélagos a los humanos.

Los laboratorios chinos, en el punto de mira de Trump

La reputación de la organización EcoHealth fue puesta en estredicho el pasado mes de mayo en Estados Unidos, cuando el país canceló la ayuda federal a la institución, presumiblemente por colaborar con investigadores chinos del coronavirus, a los que algunas teorías apuntan como responsables de la pandemia e incluso haber creado el virus en un laboratorio del país asiático.

Esta decisión fue rechazada y calificada de absurda" por más de 70 ganadores del Premio Nobel en una carta recogida por el New York Times, por la Sociedad Americana para la Bioquímica y la Biología Molecular que instaron a que la decisión fuera "reconsiderada" por la Administración estadounidense.

A pesar de los estudios que respaldan el origen natural del virus, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado a China con posibles "consecuencias" si se comprueba que ese país fue "concientemente responsable" de haber causado el brote del coronavirus.