Enlaces accesibilidad
Las supervivientes de Weinstein (I)

"Siempre llevaba dos capas de ropa cuando trabajaba con Harvey Weinstein, por si acaso"

  • El testimonio de Rowena Chiu, asistente del productor, fue clave para destapar el caso Weinstein en 2017
  • "¡Estoy emocionada! ¡Atónita! Creía que le caerían solo 5 años...sí, se puede", dice en una entrevista para TVE

Por
"Weinstein me decía: haz esto por mi, y yo haré grandes cosas por ti"

Rowena Chiu nos recibe en una habitación de hotel de Nueva York. Su caso y el acuerdo de confidencialidad que firmó fueron claves para que The New York Times destapara el caso de Harvey Weinstein en 2017. “Cuando se destapó el escándalo, no podía creerme la repercusión que tuvo. Yo estaba en el centro de toda la historia, pero no me atrevía a hablar", recuerda.

Menos podía imaginarse que el escándalo marcaría un punto de inflexión en la lucha contra la violencia sexual bajo el grito #MeToo. Sin embargo, el acuerdo de confidencialidad que firmó en 1998 la obligaba a callar. No ha sido hasta ahora, dos años después y 20 desde el incidente con el magnate de Hollywood, cuando ha decidido a contarlo, a pesar del riesgo legal que corre al romper el acuerdo.

“Por suerte, Harvey Weinstein está demasiado ocupado con los procesos penales para demandar a todas las mujeres que han roto los acuerdos que diseñó para tapar su conducta depredadora durante décadas”, apuntilla Chiu.

“Era 1998, todos nos dijeron que nadie nos creería”

Rowena tenía 24 años cuando aceptó un trabajo como asistente para la productora Miramax. Acababa de graduarse en Londres, era el segundo trabajo de su vida. Provenía de una familia humilde de inmigrantes. "Lo tenía todo en contra para entrar en la industria”, afirma, pero soñaba hacer carrera en el séptimo arte. El puesto consistía en acompañar al entonces todopoderoso Harvey Weinstein en sus compromisos con la industria en Europa. En aquella época, Weinstein promocionaba la ganadora de 13 Oscar, Shakespeare in Love. Durante los viajes, las habitaciones de los hoteles se convertían en su oficina.

“En Miramax había rumores de que Harvey Weinstein era un pervertido, que no es lo mismo que decir que era un violador”, señala. Los primeros días, cuenta, intentó poner a prueba su nivel de tolerancia con una posición dominante, pero no fue hasta que le acompañó al Festival de Venecia cuando se quedó a solas con él.

“Entre el personal se bromeaba con la necesidad de llevar dos capas de ropa. Pensé que si las llevaba ganaría algo de tiempo en el caso de que se sobrepasara conmigo. Él es un depredador, iba siempre desnudo en la habitación, era arriesgado quitarse cualquier capa de ropa, yo casi que prefería ir con abrigo”, explica a RTVE.

Él es un depredador, iba siempre desnudo en la habitación, era arriesgado quitarse cualquier capa de ropa

Una de las noches empezó a mostrarse agresivo, asegura. Ya le había hecho proposiciones fuera de lugar pero nunca había sobrepasado esa barrera. “Primero te pedía un masaje o dártelo él a ti, luego te pedía sexo oral y luego tener sexo contigo. Solía decirme: si haces esto por mí, haré grandes cosas por ti (...). De repente, me empujó hacia la cama, me separó las piernas y me dijo: solo uno rápido y habrá acabado todo” Logró escapar con excusas pero asegura que Weinstein la amenazó con un “retomaremos esto mañana”.

Rowena trabajaba junto a Zelda Perkins, otro testimonio fundamental para que el escándalo saliera a la luz una década después. Ambas descartaron denunciar ante los carabinieri. “Éramos demasiado jóvenes, no teníamos poder, no sabíamos italiano, así que decidimos volver a Londres. Allí, todos, desde nuestros abogados, nuestros colegas de Miramax o los abogados de Weinstein nos dijeron que si denunciábamos, nadie nos creería”, recuerda Chiu.

Acuerdos de confidencialidad: así contruyó la telaraña de silencio

El equipo legal de Weinstein preparó un acuerdo de confidencialidad (NDA). Tanto a ella como a Zelda Perkins, les pagaron más de 200.000 dólares por su silencio.

"Nosotras introducimos una cláusula que le obligaba a renunciar y reportar el incidente a Disney si agredía a otra mujer durante los dos años siguientes y le ofrecía más de 35.000 dólares". Si se hubiera implementado, “muchas mujeres podrían haberse salvado de este monstruo”. Pero nunca supieron cuántas mujeres firmaron esos acuerdos de confidencialidad antes o después de ellas hasta que saltó a la luz pública.

El juicio a Harvey Weinstein es el juicio que muchas otras víctimas no pudimos tener

La joven británica no volvió a conseguir trabajo en la industria británica o estadounidense. Solo encontró una oportunidad en Asia. “El juicio a Harvey Weinstein es el juicio que muchas otras víctimas no pudimos tener”, afirma. Chiu explica que su caso ha prescrito y que no puede llevarlo a los tribunales en ninguna jurisdicción.

“Ciento ocho mujeres han alzado la voz contra Harvey Weinstein. Muchas de ellas no pueden llevar sus casos a los tribunales por limitaciones del sistema judicial. Así que de algún modo, las seis mujeres que subieron al estrado en Nueva York nos representan a todas, les debemos mucho. Es la única justicia que voy a obtener”, indica.

La polémica defensa de Weinstein

Tras el juicio en la Corte Suprema de Nueva York, un jurado popular declaró a Harvey Weinstein culpable de agresión sexual en primer grado a la asistente de producción Mimi Haleyi en 2006 y de una violación en segundo grado a la aspirante actriz Jessica Mann en 2013. Otras cuatro mujeres, incluida la actriz de Los Soprano, Annabella Sciorra, testificaron para demostrar una conducta depredadora en serie. Pero le absolvieron de los delitos más graves y esquivó así la cadena perpetua. Chiu lamenta esta condena parcial.

“Por una parte es maravilloso que le hayan condenado, pero por otro lado, es decepcionante que sea una condena parcial. Es decepcionante que hayan hecho falta más de 100 mujeres para que Harvey Weinstein pase entre 5 y 29 años en prisión”afirma. Y reconoce, sin embargo, que mucha gente esperaba que lo absolvieran de todos los delitos así que “cualquier veredicto de culpabilidad era una victoria, aunque sea parcial”.

El juez Burke ha dictado este miércoles una contundente sentencia: Harvey Weinstein, condenado a 23 años de prisión, a solo cinco de la pena máxima. Minutos después de la sentencia Rowena Chiu decía esto a RTVE: "¡Estoy emocionada!. ¡Atónita! Creí que le caerían solo 5 años y una reprimenda”.

Es decepcionante que hayan hecho falta más de 100 mujeres para que Harvey Weinstein pase entre 5 y 29 años en prisión

Se queja de las declaraciones de la abogada del productor, Donna Rotunno. La letrada dijo en una entrevista: “Nunca he sido agredido sexualmente porque nunca me habría expuesto a ello”. Chiu replica que “por querer abrirme camino en la industria cuando lo tenía todo en contra y aceptar un trabajo que suponía usar una habitación de hotel como oficina...me estaba buscando que me violaran, es muy retorcido”.

Después de Nueva York, Los Ángeles

Harvey Weinstein está imputado por otra violación y agresión sexual a dos mujeres en Los Ángeles en 2013. Chiu confía en que la condena sí sea unánime esta vez en los cargos más graves y sumen años a la condena de Nueva York.

“Lo que debemos hacer esta generación de víctimas es trabajar para cambiar el sistema legal, para que si les ocurre a nuestras hijas, nietas o las siguientes generaciones, no se encuentren las cosas tan enquistadas respecto a las mujeres. Y que el sistema no sea tan injusto con las mujeres que dicen la verdad sobre una agresión sexual y denuncian su caso”, afirma.

Rowena Chiu cuenta que salir del anonimato no ha sido fácil para su familia, tampoco para sus hijos pequeños. Pero a pesar de ello, forma parte del grupo de mujeres que en Estados dedican su tiempo a concienciar sobre la lucha contra la violencia sexual.