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Uber pierde su licencia para operar en Londres por fallos de seguridad en su app

  • El regulador del transporte londinense detecta fallos en la identificación de los conductores
  • La compañía de VTC anuncia que apelará la decisión

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Un móvil con la aplicación de Uber frente a un taxi tradicional en Londres.  EFE/EPA/WILL OLIVER
Un móvil con la aplicación de Uber frente a un taxi tradicional en Londres

La compañía de alquiler de vehículos con conductor (VTC) Uber ha perdido su licencia para operar en Londres, la segunda vez que le ocurre en dos años. El regulador de transportes de la ciudad, Transport for London (TfL), le ha denegado la renovación de la licencia tras detectar un "patrón de fallos" en la seguridad. Los vehículos de Uber podrán seguir circulando hasta que se resuelva su apelación a esta decisión.

Según TfL, un cambio en la aplicación móvil (app) de Uber permite que conductores no autorizados suban sus fotos a las cuentas de los conductores con licencia, por lo que pueden usurpar su identidad y aceptar pasajeros en su lugar. Como consecuencia, en al menos 14.000 viajes los clientes han circulado con conductores que no tenían licencia ni seguro, según TfL.

"Aunque se han abordado algunos de estos problemas, TfL no confía en que problemas similares no vuelvan a aparecer en el futuro, lo que conduce a concluir que la compañía no es óptima ni está preparada en este momento", concluye el regulador londinense.

Uber anuncia que apelará

La compañía ha anunciado que apelará la decisión y que ha tomado los pasos necesarios para cumplir con los estándares de seguridad.

"Durante los últimos dos meses hemos auditado a todos los conductores de Londres", ha declarado el jefe de Uber en Europa del Norte y del Este, Jamie Heywood, según recoge Reuters.

"Tenemos un sistema robusto y controles para confirmar la identidad de los conductores e introduciremos pronto un nuevo procedimiento de reconocimiento facial, que creemos que será el primero en el taxi y la contratación de vehículos con conductor en Londres", ha añadido.

Uber y el TfL mantienen una larga disputa desde que en 2017 le fue revocada la licencia por primera vez, también por motivos de seguridad. TfL detectó problemas en la compañía a la hora de informar de delitos graves y de los antecedentes de los conductores.

En 2018, un tribunal permitió a la compañía operar a prueba durante 15 meses, tras los que hizo varios cambios en su modelo de negocio.

El pasado septiembre, TfL concedió a Uber una extensión de dos meses, en lugar del máximo posible de cinco años, e impuso nuevas y más duras condiciones sobre seguros, viajes compartidos y comprobación de los documentos de los conductores.

Uber tiene unos 45.000 conductores en la capital británica.