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La era Trump

Trump condena el "supremacismo blanco" tras la masacre de El Paso y pide reforzar el control de las armas

  • El presidente de EE.UU., que visitará El Paso este miércoles, trata de esquivar las críticas por su retórica antiinmigración
  • Ha instado a republicanos y demócratas a legislar para reforzar el control de los antecedentes de quienes tengan armas

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Trump reconoce el carácter racista y supremacista del ataque de El Paso

Con todo Estados Unidos impactado por los dos tiroteos masivos que han sacudido el país a lo largo del fin de semana, Donald Trump se ha esforzado este lunes por disipar las críticas de quienes le acusan de avivar el odio contra los inmigrantes y de permitir la violencia con su defensa de la libre posesión de armas. Así, el presidente estadounidense ha pedido, en una propuesta inédita durante su mandato, que republicanos y demócratas legislen para reforzar el control de los antecedentes de quienes tienen armas de fuego y posteriormente, en un discurso a la nación, ha instado a "condenar el racismo y el supremacismo blanco", un mensaje que contrasta con su habitual retórica contra la inmigración.

Trump ha tratado así de frenar, sobre todo, la catarata de acusaciones de quienes le señalan como responsable indirecto de la masacre de El Paso, la ciudad de Texas fronteriza con México donde un hombre de 21 años llamado Patrick Crusius, vecino de otra ciudad texana situada a más de mil kilómetros de allí, disparó el sábado contra los clientes de un supermercado Walmart matando a 22 personas, según el último balance, en lo que las autoridades ya consideran un crimen de odio racial dirigido contra los hispanos.

En ese intento de contrarrestar las críticas, el presidente estadounidense prevé además visitar El Paso este miércoles, según ha anunciado el alcalde de la ciudad, el republicano Dee Margo.

El Paso intenta sobreponerse a la matanza

En su discurso, Trump se ha dicho "indignado y asqueado" tanto por la matanza de El Paso como por el tiroteo que, pocas horas después, acabó con la vida de otras nueve personas en un centro comercial de Dayton, en Ohio, y no solo ha exigido que los autores de tiroteos indiscriminados sean condenados a la pena de muerte, sino que ha reclamado que los culpables de crímenes de odio se enfrenten a ejecuciones "rápidas". Sin embargo, el autor de los disparos en Dayton, Connor Betts, fue abatido por la policía poco después y no se conocen aún sus motivaciones, por lo que las palabras de Trump parecían centradas en lo ocurrido en Texas.

Con una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco

Por eso ha vuelto a repetir, como ya declaró este domingo, que "el odio no tiene cabida en Estados Unidos", pero ha ido un paso más allá de esa frase genérica: "Con una sola voz, nuestra nación debe condenar el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco", ha señalado el presidente en su discurso, en el que ha recalcado que "esas siniestras ideologías deben ser eliminadas". Y, al contrario que este domingo, cuando esquivó las preguntas al respecto, ha recordado explícitamente que Patrick Crusius "publicó un manifiesto en internet repleto de odio racista".

Trump, tras los tiroteos de Ohio y Texas: "El odio no tiene cabida en nuestro país"

Más control de los antecedentes

Pese a todo, Trump ha vuelto a defender la libre posesión de armas en su dicurso: "La enfermedad mental y el odio son las que aprietan el gatillo, no la pistola", ha recalcado, incidiendo en una interpretación que ya había puesto sobre la mesa después de otros tiroteos y que reiteró este domingo, a saber, que los autores de los disparos sufren "un problema de salud mental".

En esa línea es en la que se inscribe su propuesta para reforzar el control de las armas de fuego, que apenas ha mencionado en su alocución desde la Casa Blanca -"Hay que establecer leyes que hagan sonar las alarmas cuando haya propietarios de armas potencialmente dañinos", ha señalado-, pero que ya había avanzado horas antes a través de Twitter, donde ha colgado dos mensajes con su iniciativa.

Republicanos y demócratas deben ponerse de acuerdo e imponer fuertes controles de los antecedentes

"No podemos dejar que los asesinados en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, murieran en vano. [...] No podemos olvidarles nunca, ni a los muchos que murieron antes que ellos", escribía el presidente, antes de pedir que "republicanos y demócratas deben ponerse de acuerdo e imponer fuertes controles de los antecedentes, quizás ligando esa legislación a la muy necesaria reforma migratoria".

Así, Trump vincula esa nueva regulación sobre el acceso a las armas con la tramitación de su última reforma migratoria, presentada en mayo, que aboga por reducir los permisos de residencia para la reagrupación familiar con el fin de aumentar los que se destinan a inmigrantes cualificados que quieren trabajar en el país.

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El presidente culpa a la prensa

En cualquier caso, Trump vuelve a situar el foco no sobre la suficiencia o no de la regulación para el acceso a las armas, sino en el control de determinados individuos a los que se considera desequilibrados, sin ahondar en posibles motivaciones políticas. "¡Debemos sacar algo bueno, o mejor fantástico, de estos trágicos eventos!", apostillaba Trump este lunes en sus mensajes.

En este sentido, Trump ha vuelto a repartir culpas a la hora de identificar las causas de esa violencia. En otro de sus tuits, por ejemplo, culpaba a la prensa, uno de los blancos preferidos de sus invectivas: "Los medios tienen una gran responsabilidad con la vida y la seguridad en nuestro país. Las noticias falsas han contribuido en gran medida a la ira y la rabia que ha crecido a lo largo de muchos años. ¡La cobertura de noticias tiene que empezar a ser justa, equilibradas y sin sesgos, o estos terribles problemas solo irán a peor!", subrayaba.

De una forma similar, luego, durante su discurso, ha apuntado a diversos factores para explicar los tiroteos: "Debemos cesar de idealizar la violencia en nuestra sociedad", ha argumentado.

Paradójicamente, Trump también ha cargado directamente contra internet y las redes sociales, su medio de comunicación favorito para interpelar a sus seguidores, y donde él mismo ha hablado de "invasión" al referirse a la inmigración desde México. Así, ha llegado a señalar que han radicalizado a los "espíritus perturbados", por lo que ha prometido que "los peligros de internet y las redes sociales no se pueden ignorar y no serán ignorados".

El tirador de El Paso, acusado de asesinato

Las autoridades de Texas han acusado este lunes a Patrick Crusius, el autor de los disparos en el Walmart de El Paso, de asesinato, según recoge la página web del tribunal del condado, si bien se espera que a medida que avance la investigación se añadan nuevos cargos contra él. En este sentido, el fiscal del distrito oeste de Texas, John Bash, ya ha confirmado que las autoridades federales están investigando la masacre como terrorismo doméstico, dado que el ataque parecía "estar diseñado, para intimidar a la población civil, por decirlo suave".

Es previsible que se le impute un delito de odio, después de que el FBI le atribuyera un manifiesto racista colgado en internet. En cualquier caso, el fiscal del distrito de El Paso, Jaime Esparza, ya ha dejado claro que buscará la "pena capital" para Crusius, que, por el momento, está cooperando con los investigadores.

En cuanto al tiroteo de Ohio, las autoridades han confirmado que Connor Betts, el hombre de 24 años que mató a nueve personas, incluida su propia hermana, al abrir fuego en un centro comercial antes de ser abatido, tuvo problemas durante su formación secundaria y que llegó a amenazar a compañeros, pero han evitado pronunciarse sobre sus motivos.

"Tenemos muchas pruebas que analizar", ha explicado el jefe de la policía de Dayton, Richard Biel, quien ha señalado que "basándonos en lo que tenemos hasta ahora, no vemos indicios de que la raza fuera un motivo".

La Policía descarta el móvil racista en el tiroteo de Ohio