Enlaces accesibilidad

El tesoro judío que permaneció escondido cinco siglos llega al Met de Nueva York

  • Anillos, broches, diademas, cientos de monedas de una familia judía permanecieron ocultos desde 1349 hasta 1867

Por
Valiosos objetos permanecieron ocultos en una casa de Colmar, en el nordeste de Francia, desde 1349 hasta 1867.
Valiosos objetos permanecieron ocultos en una casa de Colmar, en el nordeste de Francia, desde 1349 hasta 1867.

Más de 500 años permaneció oculto entre las paredes de una residencia francesa un tesoro judío formado por anillos, broches, diademas, cientos de monedas y otros valiosos objetos, y que ahora, después de haberse reconocido su enorme valor histórico, llega al Museo Metropolitano de Nueva York.

"Estaba escondido de la misma manera que la gente puede guardar algo debajo del colchón cuando te vas de fin de semana, por si alguien asalta la casa, pero en este caso los propietarios no volvieron", explicó a Efe la comisaria de la muestra, Barbara Drake Boehm.

Los artículos datan del siglo XIV, y se estima que permanecieron ocultos en una casa de Colmar, en el nordeste de Francia, desde 1349 hasta 1867, cuando el entonces propietario del edificio se topó con el ahora denominado "Tesoro de Colmar" por casualidad durante una renovación.

Pero tras cientos de años oculto, este grupo de valiosas pertenencias de una familia judía no recibió de forma inmediata el reconocimiento que merecía, ya que estuvo en manos privadas varias décadas.

Pieza de joyería perteneciente al Tesoro de Colmar.

Pieza de joyería perteneciente al Tesoro de Colmar. AV GD

Después fue adquirido por el Museo Cluny de París, pero, teniendo en cuenta su origen judío, "no recibió mucha atención durante una temporada porque fue comprada poco antes de estallar la Segunda Guerra Mundial y las cosas tardaron en volver a la normalidad", expuso Boehm.

Los expertos consideran que el "Tesoro de Colmar" era una colección de joyas de una familia judía que la escondió en su residencia en un momento en el que la peste negra asolaba parte de Europa y que llevó a una campaña contra los judíos, acusados de ser los causantes de la epidemia.

En la colección, anillos de rubíes, zafiros, granates y turquesas, broches con perlas, un delicado cinturón esmaltado, botones bañados en oro y más de 300 monedas de distinta índole que pueden verse en el Met Cloisters, la sede que la institución dedica al arte medieval en el norte de Nueva York.

Una oportunidad de entender a los mercaderes del medievo

El origen judío de los artículos lo confirma la inscripción de "Mazel Tov" -"buena suerte" en hebreo- en uno de los anillos de la colección, una alianza matrimonial considerada extremadamente excepcional.

"En cuestiones históricas diría que el anillo de boda judío, del que solo se conservan otros cinco ejemplares del periodo medieval, es un ejemplar espectacular", explicó Boehm.

Anillos medievales del 'Tesoro de Colmar'.

Anillos medievales del 'Tesoro de Colmar'. AV GD

Al margen de su valor económico, que la curadora no quiso desvelar, la experta dijo que el "Tesoro de Colmar" representa una rara oportunidad para entender cómo vivían los mercaderes del medievo.

"Así somos capaces de transmitir cómo era la clase de los comerciantes en la Edad Media, en lugar de los reyes o la nobleza, y saber cómo era su existencia", afirmó la comisaria.

El Museo Cluny de París ha cedido hasta enero de 2020 este particular tesoro al Met, institución que lo ha complementado con artículos de la época de su propia colección para presentar un retrato aún más específico de la vida de una familia de mercaderes en el medievo.

"Lo que lo hace especial es que este alijo de joyas y monedas representa un patrimonio artístico judío del periodo medieval, algo que es excepcional y que es muy importante, porque 'The Cloisters' es la cara pública del mundo medieval en EE.UU", declaró.

Cofre medieval del 'Tesoro de Colmar'.

Cofre medieval del 'Tesoro de Colmar'. AV GD

"The Cloisters", situado en la zona de Washington Heights, en el norte de Manhattan, es una de las sedes del Museo Metropolitano de Nueva York y concentra obras de arte del medievo, entre ellos los destacados Tapices del Unicornio, un serie de siete piezas considerado uno de los ejemplares de la época más enigmáticos.