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Música

'No olvides las canciones que te salvaron la vida': Carlos Pérez de Ziriza y el poder emocional de la música pop

  • El periodista y escritor realiza en su último libro un repaso muy subjetivo por el pop de las tres últimas décadas
  • Con The Pixies, Los Planetas o Yung Beef como música de fondo, el autor evoca sus experiencias personales

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Jeff Tweedy, líder de Wilco, durante un concierto en el Primavera Sound 2012
Jeff Tweedy, líder de Wilco, durante un concierto en el Primavera Sound 2012.

A nadie se le escapa el poder evocador de la música. Casi todos, en alguna ocasión, hemos relacionado un hecho relevante de nuestras vidas con una canción que, más allá de su valor artístico, nos permite sintetizar un momento, una persona o un sentimiento.

Esa es la premisa de la que parte el periodista y escritor Carlos Pérez de Ziriza (Madrid, 1973) en su último libro, No olvides las canciones que te salvaron la vida. Una crónica generacional [Ediciones EFE EME, 224 páginas, 19,95 euros]: un recorrido muy subjetivo y personal por la música pop de los últimos 30 años y sobre las canciones que han servido de banda sonora de su propia vida -y, de paso, de las de muchos de nosotros-.

Portada del libro 'No olvides las canciones que te salvaron la vida'

Portada del libro 'No olvides las canciones que te salvaron la vida' EFE EME

Así, el autor -que toma prestado el título de un verso de la canción Rubber ring de The Smiths- nos adentra en los hechos relevantes de su vida a través de una play-list heterogénea, en la que figuran artistas como The Pixies, R.E.M. , Patti Smith, El Niño Gusano, Teenage Fanclub, Los Planetas, Yung Beef, León Benavente, Wilco, La Habitación Roja, Richard Hawley, Primal Scream o Chucho, entre otros muchos.

Una muestra del paladar exquisito de Pérez de Ziriza y su capacidad para disfrutar de la música por encima de géneros y épocas, aunque con clara preferencia por el rock alternativo en el que se ha especializado como periodista musical.

"El libro nació desde el deseo de abordar la música desde un componente más emocional y generacional, exento del distanciamiento desde el que se aborda el periodismo musical", afirma Carlos Pérez de Ziriza a RTVE.es. Por eso ha sido "fundamental hacerlo en primera persona", añade.

Repaso en primera persona

El autor realiza un completo repaso de su vida, sin dejar de detenerse en momentos felices y otros más dolorosos. Así, con la música de finales del siglo XX e inicios del XXI como banda sonora, Pérez de Ziriza reflexiona sobre la adolescencia, los sueños de juventud, el amor y el desamor, la paternidad, la madurez e incluso la situación actual de la prensa musical de la que forma parte.

Acostumbrado a elaborar textos periodísticos, reconoce que el hecho de escribir en primera persona y de mostrar su faceta más íntima le hizo sentir "vértigo en algún momento, pero me duró poco. Un amigo me dijo hace unos días que lo que he hecho no es un libro sobre música, sino un libro sobre la vida. Y ese es el mejor halago".

Pero en realidad hay mucha música dentro de las páginas del libro. Es difícil que alguien que haya nacido entre finales de los 60 y principios de los 80 no se sienta identificado con alguna de las 30 canciones -una por año- que el autor ha elegido para protagonizar a cada uno de los capítulos.

Carlos Pérez de Ziriza, autor de 'No olvides las canciones que te salvaron la vida'

Carlos Pérez de Ziriza, autor de 'No olvides las canciones que te salvaron la vida' Estudio María Carbonell

'Play-list' heterogénea y sin complejos

Una play-list heterogénea, sin complejos, en la que transita por géneros como el punk, la música electrónica, el folk, el rock alternativo, el country, el soul o el trap. "Creo que es un reflejo de la forma en la que yo concibo la música popular, y al mismo tiempo de la forma en la que la abordo como periodista. Ambas cosas van unidas, vienen a ser lo mismo", afirma el periodista, quien añade que, a la hora de seleccionar las canciones, "unas veinte de ellas ya las tenía definidas antes de empezar".

Pérez de Ziriza intenta huir de la nostalgia a la hora de armar su relato, aunque ese sentimiento recorre inevitablemente los primeros capítulos, en los que narra su época de adolescencia y primera juventud. "Pero también hay un componente de actualidad que prevalece en los últimos diez capítulos, más o menos. La cuestión es cómo nos valemos de esa nostalgia, si lo hacemos para estancarnos o lo hacemos para avanzar sabiendo de dónde venimos", asegura.

Las canciones que nos marcaron, incluso las que nos salvaron la vida, difícilmente cambiarán el mundo. Podemos conformarnos -que no es poco- con que lo reflejen.

Una de sus reflexiones más interesantes gira en torno al papel de la prensa y la crítica musical y a sus dificultades para abordar fenómenos actuales como el trap. Una autocrítica que cree necesaria pero también "consecuente, que no se quede en el mero golpe de pecho", afirma ya que "en este país también se lleva una cierta autocrítica tramposa", que relaciona con los partidos que hablan de nueva política "y acaban siendo igual que la vieja, solo que con diferente color".

"Las canciones que nos marcaron, incluso las que nos salvaron la vida, difícilmente cambiarán el mundo. Podemos conformarnos -que no es poco- con que lo reflejen. Y con que de vez en cuando expliquen quiénes somos y nos levanten el ánimo", escribe Carlos Pérez de Ziriza en el cierre de uno de los capítulos.

Una premisa que inspira una obra diferente, que excede la mera acumulación de datos y que tiene más en común con libros como Alta fidelidad de Nick Hornby que con el tradicional academicismo al que nos tiene acostumbrado el periodismo musical.