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Xaudaró, el dibujante más popular del humor gráfico español

  • El Museo ABC dedica una exposición al pionero de las viñetas, el cómic y la animación
  • La muestra incluye 170 obras originales que podrán verse del 4 de abril al 16 de septiembre

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Fragmento de 'LAS CUATRO ESQUINAS', 1908
Fragmento de 'LAS CUATRO ESQUINAS', 1908

'XAUDARÓ. LA BUENA GENTE'

DEL 4 DE ABRIL AL 16 DE SEPTIEMBRE DE 2018

SALA CUBO DEL MUSEO ABC. AMANIEL 29-31, MADRID

Cuando falleció Joaquín Xaudaró (Vigan, Filipinas, 1872- Madrid, 1933) el diario ABC dejó de tener un dibujante fijo. Y no lo recuperaría hasta 20 años después, con Antonio Mingote. Eso nos da una idea de la fama que tuvo en su momento. Y es que fue el dibujante más importante de los años 20 y 30 de la prensa española. Y su popular perrito, uno de los símbolos de la época.

Ahora el Museo ABC le rinde homenaje con la exposición Xaudaró, la buena gente, que reune más de 170 obras originales y podrá visitarse desde el 4 de abril hasta el 16 de septiembre de 2018. Una buena oportunidad para recuperar a este genio de la prensa gráfica, además de pionero del cómic con obras como Fantásticas aventuras de Tito y Tif (la primera novela gráfica española) y de la animación, ya que fundó la SEDA (Sociedad Española de Dibujos Animados).

El Premio Nacional de Cómic Felipe Hernández Cava (Madrid, 1953) es el comisario de esta exposición y destaca su importancia: "Joaquín Xaudaró ha sido el dibujante más popular de toda la historia del humorismo español. Muy especialmente durante los años 20 y 30 gracias a ese perrito que metía en las viñetas de ABC y que se convirtió en un fenómeno de merchandising que sigue resultándonos sorprendente por la magnitud que tuvo".

Imágenes de la exposición 'Xaudaró. La buena gente'

Imágenes de la exposición 'Xaudaró. La buena gente'

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Un artista intemporal

"Xaudaró fue un cronista de su época -asegura Hernández Cava- lo que pasa es que, aunque lo que más admiraban sus contemporáneos era el ingenio de sus chistes, hoy muchos nos parecen endebles, demasiado dependientes de juegos de palabras y bromas que a veces rozaban casi la astracanada. Pero desde el punto de vista gráfico, donde empezó influido por los franceses para después crear su propia identidad, Xaudaró es un artista excepcional y un excelente constructor de tipologías de todos los ambientes que le tocó vivir".

"Por eso -continúa- si queremos conocer el Madrid de los años 20 y principios de los 30, de todas las clases sociales, acudir a los dibujos de Xaudaró nos ayuda a hacernos una idea de cómo era esa gente, desde la que se movía en la ópera, los salones, las verbenas populares hasta la de los arrabales".

Su reconocible trazo hizo de él uno de los creadores gráficos más demandados, llegando a trabajar para publicaciones como Blanco y Negro, Barcelona Cómica, Gedeón, The Monigoty, La Saeta y Gente Menuda y con editoriales francesas como Flammarion, Ollendorf, Mericaut o Garnier.

JOAQUÍN XAUDARÓ. ¡CANTA VAGABUNDO...!, 1908 ©MUSEO ABC

JOAQUÍN XAUDARÓ. ¡CANTA VAGABUNDO...!, 1908 ©MUSEO ABC

La exposición

"Lo más complicado de la exposición -nos comenta Hernández Cava- es que hemos tenido que seleccionar unos 170 originales de Xaudaró entre los más de 7.000 de los fondos del Museo ABC. Ha sido una grandísima criba, pero estos dibujos nos permiten seguir su trayectoria desde que recala en Madrid, en 1898, reclamado por Torcuato Luca de Tena para trabajar en Blanco y Negro. Su etapa en París entre 1808 y 1916 y ese paréntesis en su vida entre 1914 y 1921, un periodo casi de retiro entre Lérida y Huesca. Y le recuperamos a partir de 1921 hasta su muerte en 1933, la etapa de culminación de su gloria. La exposición se cierra con su último dibujo publicado por ABC pocos días antes de su fallecimiento".

"El criterio para elegir esos 170 dibujos -añade el comisario- es que se viera la evolución gráfica y los bandazos de su estilo. Desde los comienzos, en los que estaba influenciado por las corrientes modernistas, que compartía estilísticamente pero no ideológicamente. Porque siempre estuvo en contra de la modernidad en el arte. De ahí que en la exposición veamos trabajos en los que se ríe de los modernistas, de los cubistas, los surrealistas... Era conservador plásticamente. Luego va derivando hacia una suerte de naturalismo experesionista que tiene contactos con pintores de su misma generación en España".

Felipe Hernández Cava lamenta la poca influencia que tuvo Xaudaró en generaciones posteriores: "En los años 20 Joaquín es un dibujante aceptado por las nuevas generaciones pero tiene que defender su estética frente a otras muchas más vanguardistas y más del gusto del público, las que se gestan a través de Buen humor y publicaciones similares. Él se lleva muy bien con K-Hito, Tono, Mihura... dibujantes que irán desplazando a los que, como Xaudaró, tenían un tono mucho más realista.

"De Xaudaró -continúa Hernández Cava- después de 1933, no queda un legado claro. Su gloria desaparece con él. Pero su perrito conquistó a toda España. Pero gracias al interés de Prensa Española en la posguerra se editaron hasta cuatro antologías de sus chistes, hasta muy avanzados los años 50. No deja de ser sintomático que cuando (¡20 años después!) ABC vuelve a plantearse tener un dibujante fijo, Antonio Mingote, hay tensiones en la familia Luca de Tena porque algunos piensan que eso sería borrar el recuerdo de Xaudaró en el periódico y desplazarlo".

JOAQUÍN XAUDARÓ. SOLEARES, TEXTO DE RAMÓNLÓPEZ-MONTENEGRO, 1924 ©MUSEO ABC

JOAQUÍN XAUDARÓ. SOLEARES, TEXTO DE RAMÓNLÓPEZ-MONTENEGRO, 1924 ©MUSEO ABC

El perrito más famoso de España

Fue tal la fama del perrito de Xaudaró que hubo todo tipo de productos con su figura, desde recortables hasta juguetes pasando por colgantes, alfileres de corbata... "El perrito -comenta Hernández Cava- para un hombre que los despreciaba y que nunca tuvo uno, fue algo que le dio mucho dinero, gracias a la sagacidad comercial de Torcuato Luca de Tena que, cuando en 1922 vio que dibujaba ese perrito, le instó a meterlo en todas sus viñetas".

"Por eso -continúa el comisario- la última parte de la exposición es una suerte de tour de force de Xaudaró para incluir al perrito en las situaciones más inverosímiles. Convirtiendolo en la empuñadura de un bastón, en un cuadro en la pared... tuvo que hallar las maneras más ingeniosas de meter el perro para que la gente no se sintiera defraudada".

"Justo antes de fallecer -añade Hernández Cava- Xaudaró trabajaba en un cortometraje de animación donde el perrito al fin moría. Un cangrejo lo arrastraba al fondo del mar y allí encontraba su final. Seguramente Xaudaró se sintió muy aliviado de poder librarse de ese perrito que nunca tuvo nombre, ni raza concreta, aunque parecía un chihuahua. Si sabemos que era macho".

Lo curioso es que el perrito nació por un fallo de impresión. "Xaudaró -asegura Hernández Cava- se dió cuenta que había superficies que quedaban en blanco y que ese blanco acababa siendo ensuciado en la impresión. Para solucionar eso empezó a meter perritos. Luego le sirvió para crear un punto de interés que le permitía interaccionar con los lectores, ya que el perrito nos guiña el ojo o nos indica con su mirada cúal es la parte de la viñeta a la que debemos prestar más interés"

"Como anécdota -concluye- me parece muy divertido que cuando el General San Jurjo fue encarcelado por su intento de golpe de estado contra la República, una de las cosas que tenía en su celda, en la mesa donde trabajaba, era un perrito de Xaudaró".

JOAQUÍN XAUDARÓ. LA IGLESIA DEL PUEBLO, 1932 ©MUSEO ABC

JOAQUÍN XAUDARÓ. LA IGLESIA DEL PUEBLO, 1932 ©MUSEO ABC

Pionero del cine de animación y del cómic

Xaudaró, como comentábamos, también fue uno de los grandes pioneros del cómic y la animación. Desgraciadamente no se conserva ninguna de sus películas, pero sí sus tebeos. "En 1921 se adelantó ocho años al Tintín en el país de los soviets, de Hergé con el cómic El señor Bernabé en la Rusia colorada, en el que, aunque casi nunca mezclaba sus ideas políticas con su arte, se burla de los bolcheviques, dejando constancia de las hambrunas que produjeron en la URSS. Incluso podemos ver a su perrito convertido en un puro esqueleto por estas hambrunas".

"Pero en general -añade Hernández Cava- la ideología no tiene peso en su trabajo y lo que si hay es una visión muy poco ácida de todo lo que ahí a su alrededor. Por eso hemos llamado la exposición La buena gente y en el último dibujo que publicó antes de morir vemos a una mujer que se dedica a alquilar hijos a mendigos en las calles de Madrid, algo que seguimos viendo actualmente. Es una mirada compasiva, piadosa y bastante empática sobre este asunto".

"La historieta está presente en la primera etapa de la exposición -afirma Hernández Cava-, donde se ven sus titubeos por encontrar un estilo. Hay algunos originales precioso con algo que luego también le haría muy famoso, que son las vistas aéreas. Y también tenemos la famosa historieta de 1907 de Un viaje a Júpiter, que publica Gente Menuda y que está considerada una de las primeras aproximaciones españolas a la ciencia ficción. También hay algunas historietas de sus últimos años".

En cuanto a las joyas de la exposición, Felipe Hernández Cava asegura que se quedaría con: "Algunos dibujos que hace en su etapa de París que me parecen especialmente bonitos y en los que deja patente su pasión por la aviación y las nuevas tecnologías. El aseguraba que llegó a construir una brújula especial para los aviones, aunque no hay ninguna documentación que lo pruebe"

JOAQUÍN XAUDARÓ. PELIGRO SERIO, 1932©MUSEO ABC

JOAQUÍN XAUDARÓ. PELIGRO SERIO, 1932©MUSEO ABC