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Presupuestos Generales

El presupuesto de Defensa crece en 2018 y supera los 8.000 millones de euros

  • El Gobierno gastará en Defensa un 6,9% más que en 2017
  • El monto supone un 2,3% de los presupuestos generales y un 0,92% del PIB
  • La cifra no incluye las partidas destinadas a las misiones en el exterior
  • Se destinan 413 millones para la formación del personal de las Fuerzas Armadas

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Miembros de la Brigada de Infantería 'Extremadura XI' en una foto de archivo
Miembros de la Brigada de Infantería 'Extremadura XI' en una foto de archivo

El presupuesto del Ministerio de Defensa para el año 2018 sube un 6,9% respecto al ejercicio anterior y supera los 8.000 millones de euros, según el proyecto de cuentas públicas presentado este martes en el Congreso por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

En concreto, el departamento dirigido por María Dolores de Cospedal contará para este año con una dotación de 8.086,70 millones de euros, frente a los 7.561,23 millones que gestionó en 2017. Pese a esta subida, su porcentaje sobre el total de los Presupuestos es similar: en 2018 el presupuesto de Defensa representará un 2,3% del montante total de las cuentas públicas frente al 2,2% del pasado año.

Como es habitual, estos 8.000 millones no incluyen las partidas que se destinan a las misiones en el exterior, que tradicionalmente se financian con cargo al Fondo de Contingencia pese a las tradicionales críticas a esta fórmula de los partidos de la oposición.

España dedicará en 2018 a las denominadas operaciones de mantenimiento de la paz un total de 1.114,3 millones de euros. De ellos, 300 millones están incluidos en los Presupuestos y el resto se obtendrá de los fondos de contingencia a lo largo de todo el año. Esto eleva el gasto a más de 9.000 millones para este año.

Los programas especiales disparan el gasto

Además, como en años anteriores, el grueso del presupuesto de Defensa corresponde a gastos de personal. En concreto, tienen este destino más de 4.400 millones de euros, un 55% del total; y se reservan otros 831 millones para atender los gastos operativos y de funcionamiento necesarios para la profesionalización de los militares.

Además, se incluyen otros 413 millones para la formación del personal de las Fuerzas Armadas y más de 500 millones para el personal en la reserva.

Otra importante partida son los programas especiales de armamento (2.164 millones), que están incluidos en las cuentas públicas después de que el Tribunal Constitucional rechazara su financiación mediante créditos extraordinarios a mitad de ejercicio. Esto hizo que el pasado año, la primera vez que se incluyeron en los PGE, el gasto se Defensa se disparara más de un 30%.

Costes racionalizados y obsolescencia

En el proyecto de Presupuestos, Defensa recuerda que estos pagos se realizan después de un "importante" proceso de reprogramación del coste que conllevan los denominados PEAs, que ha supuesto reducción de unidades, aplazamiento de entregas, renegociación de condiciones y venta de material, informa Europa Press.

En cualquier caso, el Gobierno subraya que esta cuantía no tiene impacto en el déficit público de 2018 al tratarse de entregas realizadas en ejercicios anteriores. Con ello, la inversiones reales se encuentran por encima de los 2.600 millones, lo que supone un incremento del 18% respecto al ejercicio anterior.

El Ministerio explica que con esta dotación se pretende atender las necesidades "más prioritarias" de los programas de armamento para dotar a las Fuerzas Armadas del material necesario para asegurar su funcionamiento.

En cuanto a las infraestructuras, el Ministerio apunta su compromiso con el ahorro a partir de la gestión de recursos propios, mejorando la gestión del patrimonio de inmuebles. Y se compromete a continuar con actuaciones ambientales para concienciar a su personal, el ahorro de agua y energía, la reducción de emisiones y la mejora de eficiencia energética.

Un ejército a la altura de su entorno

El Ministerio de Defensa justifica que con estos 8.000 millones de euros se pretenden mantener las capacidades operativas "mínimas e imprescindibles" de las Fuerzas Armadas para cumplimentar las misiones y ejecutar los compromisos adquiridos tanto con sus socios internacionales como por la participación de España en grandes proyectos de armamento y material.

Según explica, su política tiene como principales objetivos la "mejora continua" de la captación y formación del personal militar y un proceso de transformación de las Fuerzas Armadas para mejorar su "eficacia".

Además, subraya el papel de España como "nación responsable y comprometida con la seguridad y la paz internacional", por lo que la política de defensa seguirá encaminada a "disponer de recursos humanos preparados y alistados, así como las herramientas y capacidades necesarias para hacer frente con eficacia a los riesgos y amenazas" de su entorno.

El objetivo se orienta tanto a garantizar la seguridad y bienestar de los ciudadanos como al desarrollo de la cultura de defensa en el que está implicada Cospedal y que tiene la finalidad de que la sociedad "conozca, valore y se identifique con su historia y el esfuerzo solidario y efectivo mediante el que las Fuerzas Armadas salvaguardan los intereses nacionales".

El difícil compromiso con la OTAN

El gasto de España en defensa en el año 2018 estará por encima de los 9.000 millones de euros y será del 0,92% del Producto Interior Bruto (PIB), ligeramente superior al del ejercicio anterior, según han explicado a Europa Press fuentes del Ministerio de Defensa.

Con estos datos, explican estas fuentes, España empieza a cumplir con sus compromisos con la OTAN; primero frenando el recorte de inversión en defensa y ahora ya aumentando paulatinamente su presupuesto.

Los países de la Alianza Atlántica alcanzaron en 2014 en la Cumbre de Gales el compromiso de llegar al 2% del PIB en gasto en defensa en una década. Sin embargo, España ya ha avanzado que no alcanzará este porcentaje y dedicará en torno al 1,53% del PIB en el año 2024.

La ministra María Dolores de Cospedal ofreció estos datos en una comparecencia en el Congreso en la que remarcó que el gasto en Defensa no equivale exactamente a lo contemplado en los Presupuestos Generales del Estado para el Ministerio, ya que en términos OTAN se contabilizan ciertas partidas no dotadas en nuestro presupuesto, como por ejemplo, las pensiones del personal militar y civil del Ministerio de Defensa.