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El diseño independentista de la "República catalana": ejército propio integrado en la OTAN, seguir en el euro y recaudar todos los impuestos

  • Un documento interno sobre la "República catalana" planteaba esta posibilidad
  • Querían un Ejército catalán de unos 20.000 soldados y renunciarían a la mili
  • El Govern barajó mantener el euro unilateralmente y entrar en la EFTA
  • La mano derecha de Junqueras propuso que los ciudadanos fabricaran las urnas

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El Govern estableció cuatro escenarios para llevar a cabo la hoja de ruta independentista

Una serie de correos electrónicos incautados por la Guardia Civil a líderes y dirigentes independentistas revelan algunos de los planes que tenían para la "República catalana" que pensaban poner en marcha a partir de la declaración unilateral de independencia (DUI). Por ejemplo, crear un ejército propio en Cataluña, compuesto por entre 18.000 y 22.000 efectivos, o mantener el euro como moneda oficial aunque no hubiera un acuerdo con la Unión Europea y empezar a recaudar en Cataluña todos los impuestos, estuvieran cedidos o no por el Estado, incluidos el IVA y el IRPF.

Todo ello se deduce de los correos electrónicos que se intercambiaban diferentes cargos de la Generalitat y que han sido analizados por la Guardia Civil en el marco de la causa instruida por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona.

Ejército catalán en menos de una década, integrado en la OTAN

De esta manera, en un documento llamado "La seguridad en la República catalana: primeros planteamientos", los independentistas plantearon la la posibilidad de que Cataluña contara con un ejército, compuesto por entre 18.000 y 22.000 efectivos, integrado en las estructuras de la OTAN, aunque descartando la imposición de un servicio militar obligatorio (la tradicional 'mili') por la imagen negativa que de este tienen los catalanes, quienes, según los promotores de este texto, lo asocian a España y su ejército.

Estiman los independentistas que las fuerzas armadas "no son una herramienta adecuada para hacer frente a muchas de las amenazas que tendrá Cataluña", pero que pueden ser "necesarias". Los independentistas entendían que era preferible tener un cuerpo propio y bien entrenado a convertirse en un país sin ejército.

Porque aunque "los ataques armados contra Cataluña son poco probables", subrayan los independentistas, "nunca son completamente descartables". Calculaban que se necesitaría un periodo de transición antes de contar con un cuerpo de defensa de entre cinco y diez años, durante el cual Cataluña tendría la ayuda de algún estado europeo para garantizar la protección de su territorio y evitar que "se convierta en un agujero negro en las puertas de Europa".

Una vez analizada la situación de algunos países, como Austria o Dinamarca, el documento cifra entre 18.000 y 22.000 el número de efectivos del ejército catalán, y considera que la "República" debería plantearse si quiere un cuerpo de defensa formado por profesionales o por milicias, además de su rol internacional.

Mantener el euro como moneda oficial "de forma unilateral"

El Govern de Carles Puigdemont también barajó la posibilidad de mantener el euro como moneda oficial de Cataluña de "forma unilateral y sin ninguna necesidad de acuerdo, como hacen Montenegro y Kosovo", en el caso de una Cataluña independiente que no fuera reconocida ni por España ni por la Unión Europea.

Eso es lo que revelan correos intervenidos al exsecretario de Hacienda Lluís Salvadó, investigado por los preparativos del referéndum, en los que el Govern cesado estudió distintos escenarios para garantizar la libertad de movimientos de bienes y capitales de Cataluña tras un hipotético 'sí' a la independencia.

En un informe "confidencial" confeccionado por un asesor de los eurodiputados de ERC, fechado en mayo de 2015 (dos años antes del referéndum del 1-O), se evaluaba que, una vez declarada la independencia, "tendrá que haber un acuerdo político, tarde o temprano, en primera instancia entre Cataluña y España, y después con la Unión Europea", previendo que las instituciones comunitarias apostarían por la negociación tanto por su "propio interés como de las empresas multinacionales".

Pero se señala en este informe que aunque la UE no reconociera a la Cataluña independiente, el euro seguiría siendo la moneda oficial en Cataluña, por "dos motivos muy simples: en primer lugar, porque se puede adoptar de forma unilateral y sin necesidad de acuerdo, como hacen Montenegro y Kosovo, y en segundo lugar porque la transición a un nuevo sistema monetario sería una alternativa muy costosa para la economía catalana".

El informe también señalaba que, si Cataluña quedara fuera de la UE, sería posible mantener unas "negociaciones paralelas" con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) que "podrían facilitar el acceso a la Eurozona 'a posteriori'". De otros correos, la Guardia Civil deduce que la Generalitat intentó conocer los requisitos para formar parte de esta organización comercial.

Recaudar todos los impuestos a través de la Hacienda catalana

A partir del análisis de 53 correos intervenidos en el buzón de Salvadó, la Guardia Civil advierte de que el Govern tenía previsto recaudar a partir de septiembre de 2017 todos los impuestos a través de la Agencia Tributaria Catalana (ATC), tanto los cedidos como los propios de la Hacienda Tributaria Española, como el IRPF o el IVA.

De hecho, la Generalitat llegó a impulsar una prueba piloto, denominado "Proyecto ATC Tramitadora", en el que simulaba que la Agencia Tributaria Catalana podía recaudar todos los impuestos, entre ellos los no cedidos por el Estado como IRPF e IVA, según se desprende de los mencionados correos electrónicos.

En un correo de junio de 2017 dirigido al director de comunicación del departamento de Economía, Salvadó planteaba preguntas y ofrecía respuestas sobre este tema, de forma que, ante la cuestión de cuándo exactamente la Generalitat podría cobrar estos tributos respondía: "cuando esté la fruta madura".

"Las empresas, mayormente, tendrán que pagar los tributos según la legislación aplicable, que solo será una, y no dos", apuntaba el alto cargo de Economía, que remarcaba que esto se resolvería en la negociación de "los dos gobiernos, el del reino de España y el de la república catalana".

Salvadó se mostraba convencido de que los recursos necesarios para hacer funcionar la "futura república catalana" saldrían de "donde salen los recursos que hacen funcionar todas las repúblicas del mundo e incluso todas las monarquías del mundo: de la recaudación de los tributos".

"Y lo que falte, mientras falte, como le pasa a España, Francia o Japón, se consigue mediante los mercados financieros", apuntaba Salvadó, que añadía su certeza de que estos financiarían a Cataluña si la veían como "un país solvente".

Preparando los Presupuestos de la "República" de 2018

Hasta tal punto había llegado la planificación del Govern del proceso hacia la independencia, subraya la Guardia Civil, que en uno de los correos recibidos por Salvadó, enviado tres meses antes del referéndum del 1-O, el 20 de junio, por la directora general de Presupuestos de la Generalitat, Anna Terrach, se adjuntaban dos diseños para la portada de los Presupuestos de "la República de Catalunya" para 2018.

En ambos diseños, en la portada figura el escudo de la Generalitat y, bajo el membrete de "Govern de la República de Catalunya", se detalla que el documento hace referencia a la "Ley 1/2018, del 2 de enero. Presupuestos 2018". Y había dos portadas alternativas: una con un puente de diseño moderno y otra con un campanario rural.

Urnas para el 1-O fabricadas por los ciudadanos

Josep Maria Jové, ex número dos del Departamento de Economía de la Generalitat, investigado por los preparativos del 1-O, propuso comprar "materiales en bruto" para confeccionar las urnas del referéndum y guardarlas en los locales de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC).

Así se desprende de los 147 folios con anotaciones de Jové que la Guardia Civil intervino en su despacho del Departamento de Economía en el registro ordenado el pasado 20 de septiembre por el juez instructor de Barcelona.

Según el informe de la Guardia Civil, Jové era partidario de "anunciar un proceso participativo y festivo en todo el país para fabricar las urnas a partir de la compra de materiales en bruto", que disimularían su objetivo: "No es lo mismo comprar urnas que metracrilato", añadía el que era número dos del vicepresidente Oriol Junqueras.

En relación con el referéndum, Jové señalaba en sus notas que la clave era la "movilización", tanto "por el éxito ante el Estado como porque los 'comunes' y otros actores no se pueden descolgar", lo que en su opinión pasaba por "descentralizar en la sociedad civil parte de la ejecución de los preparativos". Consideraba que la "clave" de la movilización era "hacer de la preparación un gran proceso ciudadano coordinado por el Govern. Eso es imbatible", anotó.