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Francia condena a Teodorín Obiang a tres años de prisión que no tendrá que cumplir

  • También le impone una multa de 30 millones que no tendrá que abonar
  • La pena de cárcel y la multa solo se materializarán si reincide
  • Está condenado por blanqueo de dinero y corrupción, entre otros delitos

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Teodorín Obiang en una imagen de archivo
Teodorín Obiang en una imagen de archivo.

El Tribunal Correccional de París ha condenado a tres años de cárcel exentos de cumplimiento al vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue, por blanqueo de dinero en Francia conseguido en su propio país a través de prácticas corruptas.

Los jueces impusieron también a Teodorín, hijo del jefe del Estado ecuatoguineano, una multa -igualmente exenta de cumplimiento si no reincide- de 30 millones de euros. El reo no ha comparecido ante el tribunal a lo largo del proceso.

La corte le ha encontrado culpable de blanqueo de dinero, malversación, desvío de fondos públicos, abuso de confianza y corrupción.

También han ordenado la confiscación de todos los bienes comprados en Francia mediante el blanqueo de dinero, que están valorados actualmente en más de 100 millones de euros. Entre sus posesiones se incluye una suntuosa residencia de 4.000 metros cuadrados en la avenida Foch en París, en pleno barrio de los Campos Elíseos, el precio del metro cuadrado oscila entre 10.000 y 15.000 euros.

Aún queda pendiente que la Corte Internacional de Justicia, a la que Teodorín recurrió aduciendo inmunidad diplomática, se pronuncie sobre el inmueble de la avenida Folch que Malabo presenta como una sede de su legación diplomática.

Una vida de playboy

El hijo de Obiang llevaba una vida de playboy con una escudería de coches que incluía Bentley, Rolls-Royce, Ferrari, Lamborghini, o la compra de 30 trajes de golpe en una casa de alta costura.

Gran amante de la música "groove, acid jazz, soul, reggae, y todo tipo de música de baile", Teodorín organiza a menudo grandes conciertos de fin de año con músicos africanos de renombre para lavar su imagen de cara a la juventud guineana.

Con causas pendientes también en Suiza, Obiang Mangue -pese a su estilo de vida- goza de popularidad en Guinea Ecuatorial, un país donde la mayoría de sus 800.000 habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza con menos de dos dólares al día.

La presidenta del tribunal, Bénédicte de Perthuis, subraya en la lectura de la sentencia que "hay pocas dudas" de que el dinero utilizado para comprarlos procedía de prácticas de "malversación de fondos públicos" y de "corrupción" del actual vicepresidente en su país.

Sobre todo, recordó que como ministro de Agricultura y de Recursos Forestales a mediados de los años 2000 sus ingresos rondaban los 80.000 dólares anuales y "no tenían comparación posible" con los flujos de decenas de millones de dólares constatados en sus cuentas, que según insistió habían salido en buena medida del Tesoro Público ecuatoguineano.

Indemnización a Transparencia Internacional

La corte también decreta que Obiang Mangue deberá indemnizar con 10.000 euros a Transparencia Internacional, que estuvo en el origen del proceso en su contra al denunciarlo ante la justicia francesa hace una década dentro de una campaña conocida como de los "bienes mal adquiridos" contra la corrupción en varios regímenes africanos.

La Fiscalía Nacional Financiera, de hecho, lanzó la instrucción de este caso sobre la base de su denuncia y de otras organizaciones no gubernamentales, que en marzo de 2007 alertaron del origen corrupto de los numerosos activos que el entonces ministro había acumulado en Francia.

El número dos del régimen de Guinea Ecuatorial no acudió esta mañana a París a la lectura de la sentencia, como tampoco había acudido al juicio, que se desarrolló entre junio y julio pasados en medio de una gran expectación mediática.

Aunque el grupo opositor conocido como coalición Cored al que está asociado Severo Moto -uno de los históricos de la lucha contra el régimen de Obiang- se había presentado como acusación particular, las juezas finalmente no le reconocieron esa condición.