Enlaces accesibilidad

Marte tuvo volcanes activos antes de lo que se pensaba

  • Según un estudio, se formaron hasta 1.000 veces más lento que los terrestres

Por
Paisaje montañoso en Marte
En Marte, la mayoría de los volcanes se formaron con columnas de material que ascienden desde debajo de la corteza, como en la Tierra.

Marte comenzó a tener volcanes activos durante un periodo de su evolución anterior a lo que se pensaba hasta ahora, según sugiere un estudio que publica la revista Nature Communications.

A partir del análisis de restos de meteoritos, un grupo de científicos británicos ha determinado que los actuales volcanes en la superficie del planeta rojo se formaron con mayor lentitud que los terrestres.

Los volcanes marcianos muestran una estructura similar a los de la Tierra, al estar formados en su mayor parte por columnas de material que ascienden desde debajo de la corteza, conocidas como plumas del manto.

En Marte, sin embargo, la corteza que se encuentra sobre esas plumas no se mueve, como sí ocurre en la Tierra, por lo que las erupciones se producen en el mismo punto de la superficie durante más tiempo y se llegan a formar volcanes de grandes dimensiones.

Analizar la formación de esas estructuras es un reto para la ciencia, dada la dificultad para recolectar muestras de manera directa.

Benjamin Cohen y su grupo del Centro de Investigación Medioambiental de las Universidades Escocesas (SUERC, en inglés), en el Reino Unido, han identificado meteoritos que proceden de un volcán marciano.

Al determinar la edad de esos meteoritos, que se generaron a partir de un impacto en la superficie marciana hace unos 10,7 millones de años, los científicos han podido determinar el ritmo de crecimiento del volcán.

Según sus cálculos, la estructura volcánica se formó a un ritmo de entre 40 y 70 centímetros cada 93 millones de años. Esa velocidad es 1.000 veces más lenta que la que se observa en volcanes terrestres similares, como el Mauna Kea, en Hawái (Estados Unidos).

Los autores del trabajo consideran que su descubrimiento redefine nuestro conocimiento sobre el vulcanismo en Marte y sugiere que el planeta rojo comenzó a estar activo a nivel volcánico antes de lo que se pensaba hasta ahora.