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Carrie Lam gana las elecciones a la jefatura del Gobierno de Hong Kong

  • Solo un exclusivo comité formado por 1.194 personas tenían derecho a voto
  • Una protesta a las puertas del recinto critica el reestrictivo sistema electoral
  • Antigua "número dos" de Hong Kong, Lam era la favorita del régimen chino

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Carrie Lam antes de conocer su victoria las elecciones a la jefatura de Gobierno de Hong Kong celebradas este domingo, 26 de marzo de 2017.
Carrie Lam antes de conocer su victoria las elecciones a la jefatura de Gobierno de Hong Kong celebradas este domingo, 26 de marzo de 2017.

Carrie Lam, antigua "número dos" de Hong Kong y favorita del régimen comunista chino, ha ganado este domingo las elecciones a la jefatura de Gobierno, en las que sólo un exclusivo comité formado por 1.194 personas tiene derecho a voto.

Lam sumó 777 votos, 177 por encima de los 600 requeridos para ganar la votación y se impuso a sus dos rivales, el ex secretario de Finanzas John Tsang, con 365 votos y que partía como favorito de los ciudadanos y el juez retirado Woo Kwok-hing, con sólo 21 apoyos.

Las elecciones, celebradas en el Centro de Convenciones de Hong Kong, congregaron a las afueras del recinto a más de un centenar de manifestantes, que protestaron contra el restrictivo sistema electoral por el que sólo pueden elegir al jefe del Ejecutivo un 0,02 % de los cinco millones de ciudadanos con derecho a voto.

Un gobierno de cinco años

Lam salió elegida en la primera ronda de votaciones, en las que participaron un total de 1.163 miembros del comité, formado por la élite política y empresarial de Hong Kong y fuertemente influenciado por Pekín.

Durante el recuento de los votos, que se llevó a cabo en presencia de los miembros del comité, partidarios de la ganadora auparon con gritos de celebración la victoria de Lam, quien pasará a gobernar Hong Kong durante los próximos cinco años.

Al mismo tiempo, parte de los ciudadanos críticos con el sistema restrictivo de votación sacaron pancartas y protestaron con gritos durante la lectura del recuento electoral.

Uno de los manifestantes abrió un paraguas amarillo, símbolo de las protestas de 2014 que precisamente surgieron como crítica al sistema electoral para designar al jefe de Gobierno de Hong Kong.