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¿Hombre de entre 18 y 40 años? Eres el peor aparcando

  • Los conductores noveles son más proclives a darse contra columnas o bolardos
  • Los daños que ocasionan los jóvenes en este tipo de siniestros son más caros

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Los hombres menores de 40 años tienen un 20% más de siniestros aparcando que las mujeres, según las aseguradoras

Los hombres de entre 18 y 40 años se dan más golpes al aparcar que las mujeres de su misma edad y el coste de la reparación de sus siniestros es más caro, según un estudio de la patronal aseguradora Unespa.

Conductores o conductoras, ¿quién es más torpe aparcando? es el explícito título del informe elaborado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa), y la respuesta que da es contundente: los varones jóvenes y con menos experiencia son los que más tienden a sufrir accidentes sin contrario y de mayor gravedad al volante.

Estamos hablando, fundamentalmente, de golpes contra columnas en los garajes y las colisiones contra los bolardos que demarcan las aceras en la vía pública.

La presidente de Unespa, Pilar González de Frutos, ha presentado este estudio, que aparecerá en la Memoria Social del Seguro de 2015, que se presentará en junio.

González de Frutos ha señalado que la menor siniestralidad que tienen las mujeres en ese tipo de golpes que cubre el seguro de daños propios solo desaparece, y llega a superar a la de los hombres, a partir de los 40 años, un momento en que sus hijos se sacan el carné de conducir y empiezan a utilizar un vehículo de su familia, normalmente el de la madre.

No importa el sexo, sino la experiencia

Pilar González de Frutos ha señalado que las principales diferencias en el caso de los siniestros no radican tanto en el sexo como en la experiencia del conductor, y esta no siempre guarda una relación directa con la probabilidad de abollar el coche.

Así, los conductores con uno o dos años de antigüedad en el permiso de conducir, tanto hombres como mujeres, son los más proclives a darse un golpe al aparcar.

Una vez superada la inexperiencia inicial, la propensión a la siniestralidad de ellas se modera notablemente, mientras que la de los varones vuelve a crecer y se mantiene siempre por encima de la de las mujeres hasta que se llega a los diez años de tener el carnet, cuando vuelve a repuntar, según destaca el documento.

La presidenta de Unespa ha dicho que eso se debe a que el conductor se siente más confiado y ha apuntado que también se produce un repunte de la gravedad o el coste de los siniestros a partir de esos años de carné, especialmente porque los coches que se usan a partir de esas edades son más caros que los que tienen los que se inician en la conducción.

No obstante, los daños que ocasionan los jóvenes en este tipo de siniestros son más caros, ya que si las reparaciones medias están entre los 350 y 800 euros, en edades de 18, 19 y 20 años pasan de los 1.000 euros.

Un 25% de mujeres propietarias de coches

En general, los hombres son quienes más tienden a sufrir golpes con el vehículo, sobre todo, de tipo más grave y que son cubiertos por seguros a todo riesgo (seguro voluntario). Una de las razones que sostiene la presidenta de Unespa es la diferencia entre el porcentaje de hombres y mujeres que son propietarios de un vehículo, pues sólo un 25% de mujeres son propietarias, y por tanto, están menos aseguradas que ellos.

Así, de los 29 millones de vehículos matriculados en España en la actualidad, sólo el 26,9% cuentan con un seguro a todo riesgo, porcentaje que viene incrementándose desde 2011. Según González de Frutos, una de las causas de este pequeño aumento son las nuevas matriculaciones.

De este porcentaje de coches asegurados a todo riesgo, el informe determina que un 30% son vehículos que pertenecen a una mujer. Este porcentaje disminuye al 25% cuando se trata de seguros a terceros (seguro obligatorio), lo que indica una mayor propensión del colectivo femenino a contratar este seguro a todo riesgo, según explica la presidenta de Unespa.

Gónzalez de Frutos ha explicado que esa mayor tendencia de las féminas a contratar seguros que cubran daños propios obedece a que circulan más por núcleos urbanos.