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Premios Goya 2016: 'La novia', nominada a mejor película

Paula Ortiz: "Para que el cine sea realmente transformador tiene que ser una experiencia estética"

  • Dirige La novia, adaptación de Lorca con Inma Cuesta, Álex García y Asier Etxeandia
  • Una poética apuesta que es uno de los estrenos españoles más esperados de 2015

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Tráiler de 'La novia', la adaptación lorquiana de Paula Ortiz con Inma Cuesta

12 NOMINACIONES A LOS GOYA

Mejor película

Mejor dirección: Paula Ortiz.

Mejor guion adaptado: Javier García Arredondo, Paula Ortiz.

Mejor música original: Shigeru Umebayashi. M

Mejor actor protagonista: Asier Etxeandia.

Mejor actriz protagonista: Inma Cuesta.

Mejor actriz de reparto: Luisa Gavasa.

Mejor actor revelación: Álex García.

Mejor dirección de fotografía: Miguel Ángel Amoedo.

Mejor dirección artística: Jesús Bosqued Maté, Pilar Quintana.

Mejor maquillaje y peluquería: Esther Guillem, Pilar Guillem.

Mejor sonido: Ignacio Arenas, Clemens Grulich, César Molina.

¡Cuando las cosas llegan a los centros, no hay quien las arranque! (Bodas de Sangre, de Federico García Lorca)

La novia es el runrún a voces del cine español de 2015. La segunda película dirigida por Paula Ortiz (De tu ventana a la mía), es una de las favoritas para las nominaciones de los Premios Goya de 2016 que se conocerán el próximo 14 de diciembre. Unos días antes, el 11 de diciembre, se estrena en salas con la participación de TVE en la producción.

Basada en Bodas de sangre, de Federico García Lorca, Paula Ortiz eleva el universo lorquiano en una ambiciosa escenografía decididamente lírica y honda. Estrenada en 1933, la pieza de Lorca se inspira en un suceso real de Níjar (Almería) que el poeta transformó en una tragedia sobre una mujer prometida que no puede refrenar su pasión hacia otro hombre. Inma Cuesta, como la novia, Asier Etxeandía, como el novio, y Álex García, como Leonardo, encabezan un reparto que incluye a Leticia Dolera, Manuela Vellés y el fallecido Carlos Álvarez-Novoa.

Había dos formas de rodar Bodas de sangre: la teatral o la poética. Apostando por la segunda, La novia es una traslación de los versos, pero también una interpretación de los mismos. Por eso el foco se ha girado hasta en el título, centrándolo en el personaje interpretado por Inma Cuesta. “Me interesaba el deseo y el dolor. La conciencia de una persona que vive por amor y lleva el deseo hasta sus últimas consecuencias causando dolor y muerte”, explica la directora. “Y me interesaba además la parte más trágica, casi social, entre la ley natural y la ley social, es decir, si nos organizamos para vivir como no deseamos”.

Si la cultura anglosajona adapta una y otra vez a sus clásicos teatrales, parece que no hay una equivalencia en la cultura hispana. “No sé por qué, pero tenemos muy sacralizados a nuestros textos”, reconoce Ortiz. “Hay más factores, pero tenemos una tradición literaria muy severa, como la sensibilidad de nuestra cultura, que es dura pero muy fuerte”.

Ortiz traza una analogía entre el tiempo histórico de Lorca y el actual. “Las vanguardias españolas surgen en un momento de presión y crisis socioeconómica, de muchas grietas políticas y mucha hiperventilación histórica”, argumenta." Creo que estamos en un momento de tragedias, de necesidad de contar con el código trágico, que siempre ha surgido en tiempos de crisis como Sófocles o Shakespeare. En los momentos de cambio de sensibilidades y sociedad surgen las preguntas trágicas”.

Rodaje en Aragón y Turquía

Más allá de las preguntas, La novia reluce por su deslumbrante propuesta visual que redefine los símbolos lorquianos como el caballo o la luna. ¿Se define Paula Ortiz como esteta? La directora ríe. “Cuando me critican, las balas van por ahí”. O sea, que la poesía se utliza como elogio y como reproche. “Me parece que los viajes cinematográficos tienen que ser estéticos, tienen que tener una forma trabajada. Y que eso origine una experiencia ética y emocional. Para que ese contenido en el cine sea realmente transformador tiene que ser una experiencia estética”.

Ortiz engarza la obra de Lorca en sus propias raíces, rodando en los áridos paisajes aragoneses de Los Monegros (donde también rodó De tu ventana a la mía) junto a los de Capadocia en Turquía, que sirven de perfecto fondo para la asfixia de los personajes.“Son los paisajes de mi memoria y mi imaginación no puede evitar una raíz desértica. Los paisajes áridos tienen una belleza compleja. La tierra condiciona de una manera de tragedia clásica, del destino traducido en los elementos naturales”.

Ortiz habla de la combinación de dos sensibilidades, yin y yang, en su cine. “No me gusta la etiqueta de ‘cine de mujeres’, como si fuera un género, pero sí creo que hay una sensibilidad yin y otra yang que tenemos todas las personas. En yin es la vida, lo femenino, la luna, más fluida, el agua. Y lo yang es lo luminoso, lo estructural, la tierra. Lorca tiene un parte de sensibilidad femenina muy fuerte y me identifico de manera natural, pero luego soy muy masculina trabajando”.

De hecho, es la mejor manera de resumir La novia: un combate entre esas dos fuerzas en el que, si el espectador llega al centro, ya no hay quien le arranque.