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"El Estado Islámico reserva para las mujeres un papel de esposa y madre de muyahidines"

  • Una experta analiza para TVE cuál es la función real de las mujeres en el Daesh
  • Responden al califa para "traer al mundo una nueva generación de yihadistas"
  • Se integran en una brigada que ejerce de 'policía de la moral' islámica
  • Muchas terminan frustradas por quedar relegadas a un rol subordinado

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¿Qué lleva a las mujeres a sumarse al terrorismo yihadista?

De los 130 detenidos hasta finales de septiembre por intentar unirse a grupos terroristas yihadistas, especialmente el Daesh o Estado Islámico, más del 15% son mujeres. El perfil, según los expertos, suele ser de adolescentes o jóvenes de 14 a 22 años, solteras, de nacionalidad española, casi todas hijas de inmigrantes marroquíes, que buscan en el terrorismo una salida a la falta de oportunidades en su entorno habitual.

La captación de mujeres ha ido en aumento en España. Hasta 2012, no había ninguna mujer entre los detenidos por delitos yihadistas. Sin embargo, a raíz de la movilización de yihadistas a Siria e Irak, es un fenómeno que ha ido a más.

¿Qué lleva a una joven de 22 años como la detenida este lunes en el aeropuerto de Barajas a decidir dejarlo todo atrás para tomar un avión y sumarse a los terroristas yihadistas en Siria? ¿Cuál es la función real de las mujeres en Daesh?

Carola García Calvo, experta en terrorismo yihadista del Real Instituto Elcano, autora de un estudio sobre las mujeres del Estado Islámico, recomienda ser cuidadoso con la interpretación de los perfiles de los yihadistas y la idea de que la falta de expectativas es el detonante de la radicalización, ya que entre los yihadistas también hay personas con un nivel formativo universitario y gente bien situada económicamente, con una vida "normal".

Respuesta al llamamiento del califa

En el caso de las mujeres, las motivaciones también son diversas. Responden al llamamiento específico del autoproclamado califa para que las mujeres se trasladen allí, "se conviertan en esposas y madres y traigan al mundo una nueva generación de yihadistas”. Pero las mujeres también se sienten movilizadas por lo que consideran la crisis de valores de Occidente, que les dificulta vivir de acuerdo a su ideología.

La reactivación de las redes de captación y radicalización en España viene muy unida al conflicto en Siria e Irak a partir del auge del autodenominado Califato. Son redes muy profesionales y, una vez que empieza la labor propagandista, saben cómo atraer a los sujetos que pueden ser sometidos a un proceso de “programación”.

Cuando las mujeres inician su viaje, afirma García Calvo, "tienen una idea muy idílica de la vida en el Califato", merced a la propaganda recibida que habla de una comunidad unida, de las bondades de crear una familia, pero allí se encuentran una realidad muy dura, de guerra y violencia.

“Incluso las que piensan en ser luchadoras en primera línea de batalla, se encuentran frustradas porque el Estado Islámico, una organización ultraconservadora, les reserva un papel limitado al ámbito de lo doméstico”, es decir, "ser madres y esposas de muyahidines".

Policía femenina de la moral

Las mujeres radicalizadas por el Estado Islámico también contribuyen en la llamada Brigada al-Khansaa, una unidad compuesta exclusivamente por mujeres -una suerte de policía de la moral que vela por el estricto cumplimiento de la ley islámica o sharía, única que rige en el Califato-, desde el modo de vestirse hasta las actividades que realizan.

El viaje es “low cost”, afirma la investigadora del Real Instituto Elcano, pero la vuelta es muy dura para estas mujeres. Cuando conocen la realidad del viaje y las mujeres desengañadas quieren volver, el regreso es muy complicado.

El Estado Islámico controla muy bien el mensaje que sale desde el territorio hacia Europa. Por eso, son pocos los casos que sabemos de mujeres que han sido capaces de retornar cuando han sabido que han cometido el error de su vida trasladándose al califato”, señala.

Por eso, añade García Calvo, “será muy interesante poder contrastar la propaganda y narrativa que reciben las mujeres a través de las redes sociales con los testimonios” de estas mujeres retornadas para evitar futuros procesos de radicalización y de traslados a la zona.