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'Amama', elegía del caserío vasco

  • Asier Altuna presenta en San Sebastián su personal visión un mundo en desaparición
  • Una película, participada por TVE, que compite por la Concha de Oro

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El director Asier Altuna, segundo por la izquierda, junto al reparto de 'Amama'.
El director Asier Altuna, segundo por la izquierda, junto al reparto de 'Amama'.

"Hace 80 amamas vivíamos en cuevas”. Es una frase del escritor y escultor Jorge de Oteiza en su libro-defensa de la cultura vasca Quousque tandem…!. Una cita que el cineasta Asier Altuna recoge en una frase clave de Amama (abuela en euskera), película que compite por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y que cuenta con la participación de TVE.

Amama es la segunda película en euskera en toda la historia del festival que participa en la sección oficial, después de que Loreak rompiera el techo de cristal el año pasado. Altuna cosechó buenas críticas en 2011 con Bertsolari, documental sobre la tradicional arte de improvisación cantada, y ahora ahonda en su amor a la cultura vasca con una elegía a un mundo en desaparición que nace de su propia biografía.

“Nací y viví en un caserío hasta que a los 18 años me vine a Donostia. En el País Vasco es muy fácil estar entre la ciudad y el bosque: todo está muy cerca”, dice Altuna en una entrevista para RTVE.es. “Siempre he tenido la inquietud de querer contar esa historia, hacer un homenaje a un mundo que se acaba".

Amama es la crónica de la desintegración de un caserío familiar cuando los tres hijos lo abandonan para vivir en la ciudad y, especialmente el padre, se resiste a aceptar que los tiempos han cambiado. En la fricción entre lo urbano y rural, lo masculino y femenino, discurre Amama, narrada desde la una poesía contenida.

“Destacaría la atmósfera. Hay una cosa que recuerdo mucho de mi infancia que es a mi abuela en la cocina, callada. Y siempre o bien yo, o mi primo, que es pintor plástico, retratándola”. Aunque la historia es ficticia, la vena artística del personaje de la hermana pequeña le sirve de vehículo a Altuna para introducir filmaciones dentro de la película.

'Amama'

'Amama'

Una regla que hasta anteayer se aplicaba bajo los enormes aleros del caserío era que jamás se dividía entre los hijos: uno de ellos debía heredarlo. “Era un ley sagrada que ya está en decadencia, pero ha funcionado. Imagínate hace unas cuantas generaciones lo duro que podría a resultar ser ese el hermano elegido”.

Volvemos a las amamas y la frase de Oteiza. “Es una frase que me perturba porque si piensas en el neolítico parece que queda muy lejas, pero esas 80 amamas están muy cerca. La ruptura es buena y el cambio en bueno, pero hace relativamente poco estábamos allí. La nueva generación no tiene ya nada que ver con ese mundo primitivo”, afirma.

Altuna espera, sin embargo, que algo de esa sabiduría ancestral se filtre desde “la Esukadi de caseríos a la de los rascacielos”. Una filosofía de apego a la tierra que rescata el personaje del hermano mediano:

“Si quieres ser feliz un día, emborráchate; si quiere ser feliz una semana, haz un viaje, si quieres ser feliz un año, cásate. Pero si quieres ser feliz toda la vida, cultiva un huerto”.