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Guerra en Ucrania

El Ejército ucraniano y los prorrusos se saltan la tregua y combaten por el control de Debáltsevo

  • Merkel, Poroshenko y Putin acuerdan que la OSCE verifique la tregua
  • Este martes debiera retirarse el armamento pesado
  • Los prorrusos aseguran que no dejarán de luchar por Debáltsevo

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El Ejército ucraniano y los prorrusos se saltan la tregua y combaten por el control de Debáltsevo

En Debáltsevo sigue sin haber ni rastro de tregua. Las milicias separatistas aseguran haber tomado esta mañana parte de esta estratégica localidad del este de Ucrania, donde siguen los combates.

"La estación de ferrocarriles de Debáltsevo está parcialmente en manos de los rebeldes. Hay combates en la ciudad", ha reconocido un alto cargo del Ministerio de Interior de Ucrania, a pesar del alto el fuego que entró en vigor en la madrugada del pasado domingo.

Un portavoz de los rebeldes ha confirmado los enfrentamientos y ha asegurado que "las milicias controlan la mayor parte de la ciudad", incluidos la estación ferroviaria y la comisaría. Ninguno de los bandos está dispuesto a ceder este importante nudo de comunicaciones.

"Se puede decir que las bajas mortales (entre los militares ucranianos) son numerosas. Podemos hablar de decenas de personas", ha explicado otro portavoz de las milicias rebeldes a la agencia rusa Interfax. El mando militar rebelde informó de que más de un centenar de soldados gubernamentales se han rendido en la ciudad.

Denis Pushilin, uno de los líderes prorrusos, ha advertido de que sus hombres no pueden dejar de luchar por Debáltsevo. "Es una cuestión moral. Es territorio interno", ha declarado a Reuters.

Por su parte, el portavoz militar del Ejército ucraniano ha confirmado los combates. "Nuestras fuerzas están manteniendo sus posiciones y tienen todo el derecho a abrir fuego en respuesta", ha dicho Andriy Lysenko, que ha asegurado que en las últimas 24 horas han muerto cinco soldados y nueve han resultado heridos.

Fuente: Consejo de Defensa y Seguridad Nacional ucraniano

Debáltsevo, la línea roja

Nada más firmarse el pasado 12 de febrero el acuerdo de Minsk, el presidente ruso, Vladímir Putin, ya advirtió de que la principal amenaza al alto el fuego era precisamente la situación en Debáltsevo.

Los separatistas dicen tener rodeados en esa zona a unos 8.000 soldados ucranianos, mientras que las fuerzas de Kiev lo niegan y aseguran controlar la carretera que les permite hacer rotaciones y recibir munición y víveres. La toma de Debáltsevo permitiría a los rebeldes controlar la frontera administrativa de la región de Donetsk, limítrofe con la también rebelde de Lugansk.

Una vez reanudados en enero los combates, los rebeldes marcaron Debáltsevo y, en menor medida, el puerto de Mariúpol, como objetivos cruciales para garantizar la viabilidad de sus autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk como entes autónomos o independientes. Es por eso que el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, considera Debáltsevo una línea roja que no se puede cruzar y ha ordenado a sus generales que, en ningún caso, cedan las posiciones.

Berlín, Kiev y Moscú pactan que la OSCE verifique la tregua

Para que el acuerdo de Minsk no quede definitivamente en papel mojado es fundamental que este martes se cumpla el segundo punto del pacto: la retirada de la artillería de primera línea del frente. Sin embargo, apenas ha habido movmientos. El líder de Lugansk, una de las dos regiones rebeldes, ha dicho que desde este lunes sus tanques se han retirado, pero no ha habido ninguna verificación oficial. Kiev ha dicho que está listo para la desmilitarización comprometida siempre y cuando haya una tregua total.

Los valedores del acuerdo intentan presionar para que las armas callen y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) pueda realizar su labor de observación.

Este martes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, han hablado con su homólogo ruso, Vladímir Putin, con el que han acordado "pasos concretos" para facilitar la labor de la OSCE sin especificar los detalles. El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, ha desvelado también que Merkel y Poroshenko han pedido a Putin que "ejerza su influencia" sobre los separatistas para cumplir la tregua y los plazos del acuerdo de paz.

El Acuerdo de Minsk establece el alto el fuego, la retirada del armamento pesado y un estatuto especial para las regiones del este, sancionado en unas elecciones locales, entre otros puntos.

La ONU ha dicho este martes que 5.665 personas han muerto en diez meses de conflicto armado en el este de Ucrania, según los registros actualizados hasta el pasado domingo. En ese mismo periodo, los heridos han llegado a 13.961. El portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Rupert Colville, ha anticipado "un aumento" de esas cifras "en los próximos días" debido a que las hostilidades han retrasado el registro de víctimas en los días previos al alto el fuego.