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Los héroes de los atentados de París

  • La pesadilla de los atentados, que duró tres días, deja más de 20 muertos
  • Un hombre permaneció escondido en una caja durante el asalto en la imprenta
  • Un empleado de la tienda escondió a varios clientes en una cámara frigorífica
  • Toda la información en el especial 'Atentado contra Charlie Hebdo'

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Nuevos detalles de las últimas horas de los tres terroristas abatidos

Francia respira aliviada después de que este viernes terminara la agonía de dos asaltos simultáneos en una imprenta de Dammartin-en-Goele, a unos 40 kilómetros al noreste de París, y en un supermercado judío cercano a la Puerta de Vincennes, en el este de la capital francesa.

Así, el país galo deja atrás tres días de horror y psicosis colectiva que comenzaron el miércoles con el ataque terrorista a la sede del semanario Charlie Hebdo. Los tres atentados han dejado 20 muertos, entre ellos los tres yihadistas: los hermanos Chérif y Said Kuachi y Amedy Coulibaly.

Esta historia deja también supervivientes y héroes. Héroes silenciosos y protagonistas secundarios de una pesadilla que marcará la historia de Francia. Héroes que salvaron vidas en un momento de pánico y caos, y que ayudaron a la policía a abatir a los terroristas. Nunca imaginaron que llegarían a tomar ese papel en esta película de terror, pero allí estaban ellos: en la imprenta y en la tienda judía.

Un héroe escondido en una caja de cartón

Eran las 17:00 horas cuando los hermanos Said y Cherif Kouachi fueron abatidos en Dammartin-en-Goele, tras atrincherarse en una imprenta. La policía y la gendarmería ya les pisaban los talones.

En el interior del edificio se encontraba oculto Lilian, de 27 años y grafista de profesión. Los hermanos Kouachi desconocían que tenían un rehén, ya que las más de siete horas que duró el atrincheramiento, Lilian permaneció escondido en una caja de cartón, según Le Figaro,

El supuesto rehén se mensajeó con su padre: "Me he escondido en la primera planta. Creo que han matado a todo el mundo. Avisa a la Policía para que intervenga".

Avisa a la Policía para que intervenga

También pudo informar a la policía de los movimientos de los hermanos. Varios periodistas de las cadenas de televisión TF1 y BFMTV conocían esta información desde primera hora de la mañana. "Sabíamos desde las 10:00 horas que había un rehén", contó Christoph Pallé, enviado de TF1 a Dammartin-en-Goële.

"No paró de mandarle mensajes a la policía para contar dónde se encontraban los fugitivos y explicar cómo era el lugar por dentro", agregó Julian Beaumont.

Según ha contado el diario Le Figaro, Lilian se encontraba en su puesto de trabajo desde las 09:00 horas. Así, escondido, se convirtió en una pieza clave para la policía francesa. "Mandó mensajes y nos ayudó a saber cómo era el edificio", contó un policía a la cadena TF1.

El héroe del asalto en la tienda judía

Casi en paralelo, una decena de agentes del RAID, cuerpo de intervención de la Policía, lanzaban granadas en el interior del supermercado judío 'Hyper Cacher' para comenzar su asalto.

Era viernes, víspera del Shabat, el día santo y de reposo en la religión judía, por lo que decenas de personas compraban comida en el supermercado hasta que Amedy Coulibaly se atrincheró allí y alteró su rutina. El terrorista mató a cuatro rehenes antes de ser abatido por la policía.

Mientras duró el atrincheramiento, según el diario Le Parisien, al menos seis personas se encontraban escondidas en una cámara frigorífica apagada. En este caso, el héroe se llama Lassana Bathily. Se trata de un empleado del supermercado que conocía la existencia del lugar que les sirvió para salvarse.

Abrí la puerta del congelador y apagué la luz

Bathily no dudó en levantar una trampilla en el suelo y ayudar a varios clientes a esconderse, entre ellos un bebé. "Abrí la puerta del congelador y apagué la luz. Tenía que mantener la calma", dijo el joven a la cadena BFMTV, que le identificó como un musulmán de Mali.

Bathily, según contó al mismo canal, también tuvo tiempo para bromear con el resto de supervivientes cuando estaban escondidos. "Vamos a abrir una botella de vino. Aquí hay un montón", dijo.