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'La Villa de los Papiros', un viaje fascinante a la Antigüedad clásica

  • La Casa del Lector recrea la única biblioteca clásica que conocemos
  • Muestra objetos reales encontrados en la villa tras su excavación en 1.750
  • Papiros y tablillas carbonizados de la biblioteca sorprenden al visitante
  • En su primer mes la exposición ha recibido la visita de 25.000 personas

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"La Villa de los Papiros", la única biblioteca de la Antigüedad que perdura

La Casa del Lector está en Matadero Madrid (Paseo de la Chopera, 14).

Horario de la exposición:

De martes a viernes, de 17:00 a 21:00 h

Sábados, de 11:00 a 15:00 h. y de 17:00 a 21:00 h

Domingos y festivos, de 11:00 a 15:00 h

Lunes cerrado

Imagínense que estamos en el siglo I de nuestra era. Les proponemos viajar juntos hasta Herculano, una ciudad pegada al mar muy cerca de Nápoles, en Italia, que, al igual que Pompeya, quedó sepultada en el año 79 bajo la lava del volcán Vesubio.

Allí, años antes de la erupción, un cónsul de la época llamado Lucio Calpurnio Pisón Cesonino –suegro de Julio César– , había ordenado construir una lujosa casa para pasar su tiempo libre. Y no por casualidad: la región de Nápoles era entonces el lugar elegido por los amantes de la cultura para descansar, para pasar su tiempo de ocio.

Más de 250 metros cuadrados de fachada dan la bienvenida al visitante virtual en que nos convertimos contemplando esta exposición organizada por la Casa del Lector en Madrid.

La única biblioteca clásica que conocemos

Pero sigamos con el viaje, porque dentro de la villa nos encontramos con un enorme jardín –el peristilo–, con estanque incluido rodeado de imponentes bustos que nos dejan boquiabiertos. Estamos a un paso de entrar en las dependencias interiores de la villa y en la única biblioteca de la Antigüedad Clásica que ha llegado a nuestros días. Una joya que ha servido para conocer los orígenes de nuestra lectura y escritura y que se descubrió, junto al resto de la llamada Villa de los Papiros en el año 1.750.

“Organizar esta exposición ha supuesto ir a la búsqueda de nuestros antepasados”, confiesa el coordinador de la misma, José Vicente Quirante. El también director de programas de la Casa del Lector nos cuenta con una fascinación más que comprensible lo importante que ha sido para él “saber cómo era esta biblioteca”.

La muestra, que se despliega en un espacio de nada menos que 1.000 metros cuadrados, se divide en dos partes. La primera nos acerca al Herculano del siglo I. A esta villa privada ubicada en la ciudad, a su biblioteca, que contenía papiros y tablillas –soportes de escritura en aquella época– que hablaban de filosofía. Concretamente, de la de Epicuro, filósofo posterior a Platón y Aristóteles que era muy seguido en la zona en aquellos tiempos.

La villa está excavada al 30%

Enseñándonos paso a paso la estructura de la exposición, Quirante nos revela que la Villa de los Papiros está actualmente excavada al 30%. El 70% restante, por lo tanto, sigue sepultado bajo tierra.

“Herculano estaba pegada al mar, así que, después de la erupción del Vesubio, se formó una capa de lava y lodo de más de 20 metros que la dejó sepultada durante 17 siglos”, explica. “Era mucho más complicado excavar allí que en Pompeya. Además, la ciudad de Herculano contemporánea está encima, lo que impide que se pueda excavar. De hecho, cuando llegas allí ves el corte. La ciudad romana, abajo, y la ciudad actual, arriba, por encima de ese corte”, cuenta a RTVE.es.

Esta primera parte contiene una recreación virtual de la villa que ha realizado para esta exposición el Museo de Arqueología Virtual de Herculano. Una proyección sorprendente y exacta de cómo era la Villa de los Papiros.

Las piscinas panorámicas, invento de los romanos

Una de las cosas que más llama la atención del visitante es la piscina de la villa. “Fíjate que es una piscina panorámica desde la que se ve el horizonte y que tanto están de moda actualmente. No las hemos inventado nosotros, las inventaron los romanos”, comenta Quirante.

Quizás lo más impactante de la muestra –aunque es complicado elegir un solo aspecto– sea que, además de poder ver los papiros reales carbonizados, tenemos ante nuestros ojos dos objetos que estaban en la villa y que sorprendentemente permanecen muy bien conservados. Uno, un busto de Epicuro. El otro, un reloj solar.

Acabando esta primera fase, encontramos lápidas en las que se lee lo que entonces se decía en lugar de "Descase en paz": “Que la tierra te sea leve”.

Pero continuemos el recorrido hasta llegar a la segunda parte de la exposición. Está separada de la primera por una de las cuatro frases de Epicuro que recoge la muestra. Ésta pretende aliviarnos el miedo a morir, y reza: “La muerte nada es para nosotros puesto que mientras nosotros somos la muerte no está presente. Y cuando la muerte se presenta, entonces no existimos”.

Pensando en lo cierto de esta máxima entramos en una sala llena de luz y de objetos valiosos. Esta segunda parte de la exposición está dedicada a la relectura, esto es, a cómo en el siglo XVIII un grupo de ingenieros descubrió la villa durante el reinado de Carlos III, entonces rey de Nápoles.

El plano original de la villa, en castellano

En este segundo tramo del viaje vemos cómo se releyó el pasado, cómo se interpretó lo que se encontró y que pertenecía a 17 siglos antes. Para ello se muestra el plano original de la Villa de los Papiros, con anotaciones en castellano –el ingeniero jefe era de Zaragoza–, a pesar de que lo dibujó el suizo Karl Weber.

La máquina para abrir papiros que diseñó Antonio Piaggio también se nos muestra enfrente. Un invento que hizo posible abrir los papiros carbonizados por la lava sin que se rompieran. De hecho, se puede ver también un gran papiro desplegado de la biblioteca que está por primera vez traducido a nuestro idioma.

En resumen, un viaje en el tiempo de enorme calidad y rigor que, a través de la lectura y la relectura, nos revela un tesoro magnífico que nos permite conocer mucho mejor de dónde venimos.

La exposición permanecerá abierta al público hasta el 23 de abril.