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La Seda presenta concurso de acreedores al no poder refinanciar su deuda

  • Debía 235 millones de euros de un crédito sindicado
  • En 2012 perdió casi 200 millones después de corregir sus cuentas

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La empresa química La Seda ha presentado concurso de acreedores ante el juzgado mercantil de Barcelona al no haber podido refinanciar los 235 millones de euros de crédito sindicado que adeuda a la banca, según acaba de comunicar al regulador bursátil.

La Seda de Barcelona tuvo que corregir sus cuentas del año pasado y elevó sus pérdidas de los 133,73 millones de euros, inicialmente anunciados, hasta los 199,43 millones de euros. Se debió a una reducción de 74 millones en la partida “activos por impuestos diferidos”, una disminución de 4,9 millones en "pasivos por impuestos diferidos”, una pérdida de valor de patrimonio de 3,4 millones y una reducción de 65,7 millones en "impuestos sobre beneficios".

La empresa catalana argumenta que el proceso de reestructuración de la deuda es imprescindible para garantizar la actividad de la sociedad, y ha indicado que se ha presentado como medida para dar viabilidad al grupo y "como la mejor alternativa para proteger los derechos de todos sus acreedores".

Ha señalado que la voluntad de la compañía es presentar una propuesta de convenio a sus acreedores que garantice la salvaguarda de los intereses de los acreedores, así como de los accionistas y trabajadores de La Seda.

Fabricante de PET

La Seda de Barcelona (LSB) es un grupo industrial de embalaje de  plástico que opera a nivel internacional, a través de sus 14 plantas en  Europa, Turquía y Marruecos.

Es el único productor europeo capaz de suministrar un  envase de PET de forma integral,  desde las materias primas, la  conversión tecnológica y el diseño, la  inyección y moldeo por soplado  hasta el producto final suministrado,  garantizando la calidad en todos  sus procesos productivos, según informa en su página web.

Los títulos de La Seda de Barcelona subían un 7,21% en Bolsa, hasta los 0,729 euros, antes de que la CNMV decidiera suspender cautelarmente su cotización.

Pugna con el fondo buitre Anchorage

La Seda llevaba meses intentando refinanciar esos 235 millones, en medio de una pugna por el control de la compañía entre su principal acreedor, el fondo buitre Anchorage, y su principal accionista, el grupo industrial BA Vidro.

El consejo de La Seda ha optado, finalmente, por el concurso, después de que la propuesta de refinanciación hecha por el fondo buitre Anchorage no consiguiera el apoyo de los propietarios del 75% de la deuda de la compañía.

Finalmente, ni Caixa Geral, que tenía el 15% de esa deuda, ni el banco portugués BCP, que ostentaba otro 10%, se han pronunciado, por lo que el consejo ha optado por presentar concurso.

El proceso de refinanciación de la deuda de la sociedad comenzó en septiembre de 2012, y finalmente no ha podido saldarse de forma satisfactoria para la compañía. También fracasó el intento de ampliación de capital por 40 millones que intentó su primer accionista, BA Vidro, que controla un 20% del accionariado de la compañía del Prat de Llobregat.

Anchorage tiene en su poder el 37% de esos 235 millones de deuda, pero necesitaba obtener el apoyo de otros acreedores hasta sumar el 75% del total de la deuda sindicada. Este fondo especulativo tenía la intención de convertir su deuda en capital, para hacerse con el control de la compañía, pero para lograrlo debía conseguir el aval de la junta de accionistas, convocada para finales de este mes.

Por su parte, el grupo industrial portugués BA Vidro, liderado por Carlos Moreira, el expresidente de La Seda, quería recuperar el control de la compañía.