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El Supremo pide permiso al Congreso para juzgar a José Blanco por tráfico de influencias

  • El juez pide el suplicatorio al Congreso de los Diputados por ser aforado
  • Descarta juzgarle también por prevaricación como pedía la Fiscalía
  • El exministro socialista ha anunciado que recurrirá esta decisión
  • Lee el auto de la solicitud del suplicatorio de Blanco al Congreso (.pdf)

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El Supremo pide permiso al Congreso para juzgar al exministro José Blanco

El juez que instruye el Caso Campeón en el Supremo ha pedido al tribunal que pida permiso al Congreso de los Diputados a través del suplicatorio para actuar contra el ex ministro socialista José Blanco por tráfico de influencias, aunque no por el delito de prevaricación que también le imputaba el fiscal.

La decisión será recurrida por el diputado socialista y extitular de Fomento ante la Sala Penal del Tribunal Supremo, que será la que tramite o no la petición del magistrado, aunque la práctica habitual en casos similares indica que se inclinará por la primera de las alternativas.

En todo caso el magistrado ha precisado en un auto dictado que "la petición de suplicatorio solo precisa de la existencia de simples indicios" que, a su juicio, se dan en la causa.

El delito de tráfico de influencias conlleva una pena de entre seis meses y dos años de prisión

Tras conocerse la noticia, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras ser preguntado si el exministro debería dimitir, como aseguró el propio Blanco si finalmente tenía que sentarse en el banquillo, se ha remitido a sus declaraciones anteriores sobre el caso, en las que defendió su permanencia en el Congreso y ponía "la mano en el fuego".

El magistrado instructor del caso Campeón, que también ha rechazado una serie de diligencias de investigación solicitadas por el fiscal, considera que, llegados a este punto de su investigación a José Blanco -que no considera concluida-, es imprescindible solicitar el suplicatorio al Congreso.

Acerca del suplicatorio Soriano ha respondido tanto al fiscal Manuel Dolz, quien el pasado 12 de marzo le pidió que lo tramitara por los delitos de tráfico de influencias y prevaricación, como a la defensa del diputado, que solicitó el sobreseimiento y archivo del asunto.

No acaba "de detectar el propósito del fiscal"

Mientras que sobre la inculpación de Blanco por prevaricación el juez le dice a Dolz que no acaba "de detectar el propósito del fiscal", a la argumentación de la defensa contra la instrucción también le dedica duras palabras.

Así, señala al abogado del exministro que, en contra de sus quejas, la Policía no está obligada a informar a los imputados de sus diligencias, porque de ser así la defensa podría "desbaratar" sus pesquisas, como de hecho ha sucedido, dice, con el vaciado "sospechoso" del ordenador "perteneciente a un tercero" que decidió inspeccionar y se encontró vacío.

En cuando al tráfico de influencias, en su escrito el fiscal relataba como hechos atribuidos a Blanco su supuesta mediación en la concesión de una autorización para instalar una nave industrial de Transportes Azkar, propiedad del empresario gallego José Antonio Orozco, amigo del exministro, en unos terrenos próximos al aeropuerto del Prat, en Sant Boi.

Orozco pidió a Blanco que influyera

En diciembre de 2010 Orozco pidió a Blanco que influyera ante el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, del PSC, para conseguir la licencia, que "estaba siendo objeto de requerimientos municipales impeditivos", cuyo cumplimiento le habrían supuesto un coste de entre 175.000 y 500.000 euros, señalaba el fiscal.

Según la investigación, la influencia de Blanco para la obtención de la licencia ambiental favorable para la empresa de Orozco se articuló a través del secretario de Transportes del Ministerio de Fomento, Isaías Taboas, miembro del PSC.

Soriano considera en su auto de hoy que este secretario de Estado actuaba como mandatario de Blanco, y que no se explicaría, si no fuera así, su actuación ante el alcalde, "al que ni siquiera conocía".

Además, valora la presión que la fuerza política del cargo y del partido pudieron ejercer en Bosch.

"Es determinante el cambio de actitud del Ayuntamiento después de las reuniones con el alcalde, provocadas por el aforado. Tales reuniones buscaban una solución política al tema (el alcalde no es técnico en la materia) cuando la razón denegatoria de la licencia tenía su base en el incumplimiento de las condiciones técnicas", señala el auto.