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Rusia y Estados Unidos tratan una "grave" fuga de amoníaco en un radiador de la EEI

  • El amoníaco enfría la electrónica y otros sistemas de la estación
  • La NASA asegura que la tripulación de la nave "no corre peligro"

En 2007 se detectó una primera fuga del mismo tipo

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La estación espacial internacional
Los astronautas rusos Oleg Kononenko y Anton Shkaplerov durante un trabajo en el exterior de la Estación Espacial Internacional en febrero de 2012.

El jueves, los  astronautas de la Estación Espacial Internacional (EEI) descubrieron una fuga de amoníaco en un radiador de la nave, un problema que ya ha  aparecido en años anteriores. Especialistas de Rusia y Estados Unidos van a tratar esta "grave anomalía", según ha asegurado a la agencia AFP el jefe del segmento ruso de la EEI, Vladimir Soloviev.

El amoníaco es un elemento fundamental que circula a través de los sistemas externos de control térmico de la estación para enfriar y mantener en la temperatura adecuada la electrónica y otros sistemas de la estación, recoge EFE.

En 2007 se detectó una primera fuga, y en noviembre de 2012 la astronauta estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko Hoshide realizaron una caminata espacial para reparar el escape de amoníaco e instalar otro radiador por temor a que el original estuviera dañado por el impacto de un micrometeorito.

"La fuga se ha producido en la misma área, pero no sabemos si es la misma que entonces", ha comentado el portavoz de la NASA, Kelly Humphries, al portal especializado Space.com.

Humphries agregó que la tripulación de la nave "no corre peligro", si bien era pronto para determinar si sería necesario una nueva caminata espacial. La fuga podría afectar al funcionamiento del canal generador de electricidad 2B a finales de año.

El generador tiene capacidad para alimentar a un gran número de componentes de la estación y si quedara fuera de servicio podría provocar un sobrecalentamiento en los sistemas que afectara a todo el complejo espacial.