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Los golpistas centroafricanos afianzan su poder pese a la condena internacional

  • Al menos 13 soldados sudafricanos han muerto en la toma rebelde
  • Camerún confirma que el presidente derrocado se encuentra allí
  • La UA suspende la participación del país en su organismo
  • A pesar de ello, el nuevo líder anuncia elecciones en el plazo de tres años 

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Caos en la República Centroafricana después del golpe de Estado

El líder de la coalición rebelde Seleka responsable del golpe de Estado en la República Centroafricana (RC), Michel Djotodia, ha oficializado su autoproclamación como presidente, pese a la condena de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE).

En un primer mensaje dirigido a la nación, Djotodia ha reafirmado su autoproclamación como nuevo líder del país, tras la toma de la capital, Bangui, este domingo y la huida del derrocado jefe del Estado, François Bozizé.

El nuevo dirigente centroafricano ha justificado la opción militar para acabar con el régimen de Bozizé al acusarle de no cumplir con sus compromisos en el marco de los acuerdos de paz de Libreville, firmados el pasado enero en esa ciudad entre el Gobierno y Seleka.

"Frente a esta situación y ante la imposibilidad de obligarle a volver a entrar en razón, no teníamos más remedio que el uso de las armas para forzarle a dejar el poder", ha asegurado Djotodia.

El líder golpista ha anunciado que convocará elecciones generales en un plazo de tres años y ha informado sobre la disolución de la Asamblea Nacional, del Gobierno y la suspensión de la Constitución.

Asimismo, el autoproclamado presidente ha confirmado en su cargo al primer ministro, Nicolas Changai, un antiguo opositor a Bozizé nombrado por éste el pasado enero en virtud de los acuerdos de Libreville.Changai deberá formar un nuevo Ejecutivo de transición, al tiempo que se creará un Consejo Nacional de Transición, ha apuntado el jefe rebelde sin facilitar más detalles al respecto.

La UA suspende la participación de la República Centroafricana

Djotodia ha divulgado sus planes, pese a que la Unión Africana ha suspendido la participación de la RC en ese organismo y ha impuesto sanciones contra los líderes de Seleka, como la prohibición de viajar y el bloqueo de activos.

En esa línea, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha calificado de "inaceptable" el golpe de Estado, mientras Francia, la antigua metrópoli, ha reprobado el "recurso a la fuerza" que ha llevado al ascenso de los rebeldes al poder.

También ha condenado el golpe el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, quien ha confirmado que al menos 13 soldados sudafricanos murieron el pasado fin de semana y 20 resultaron heridos en combates con los rebeldes.

Sudáfrica autorizó el pasado enero el despliegue de 400 soldados en la RC -aunque hasta la fecha sólo se habían movilizado algo más de 200- en virtud de un acuerdo de cooperación militar bilateral firmado en 2007 y renovado por cinco años en diciembre de 2012.

Camerún asegura que el presidente derrocado se encuentra allí

En cuanto al paradero de Bozizé, el Gobierno de Camerún ha informado este lunes de que se encuentra en su territorio, adonde llegó ayer tras huir primero a la República Democrática del Congo (RDC).

Por lo demás, los actos de saqueo y pillaje han continuado en la República Centroafricana, como ha denunciado la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), de los que ha dicho que es "víctima" en sus centros médicos.

MSF ha hecho un llamamiento "a los actores involucrados en los combates para que garanticen a la población en general el acceso a la asistencia médica, no sólo en la capital, sino en el resto del país".

En un comunicado de las Misiones Salesianas, el misionero español Agustín Cuevas, que trabaja en Bangui, también denunció saqueos y ha precisado que "hay desabastecimiento de alimentos y lo poco que se encuentra en los mercados es a un precio muy alto".

Los rebeldes retomaron las armas el pasado miércoles

La situación se ha complicado sobremanera en la RC después de que en enero pasado se iniciara en Gabón un proceso negociador entre el Gobierno y Seleka, que culminó con la firma de unos acuerdos de paz el día 11 de ese mes.

Esos acuerdos contemplaban un alto el fuego y una transición de un año con un Gobierno de unidad nacional que no ha satisfecho las exigencias de la rebelión.

Los rebeldes retomaron las armas el pasado miércoles, tras dar un ultimátum a Bozizé para cumplir unas reivindicaciones -retirada de las tropas extranjeras del país y liberación de presos políticos, entre otras- que expiró el 20 de marzo, y avanzaron hasta Bangui.

La coalición Seleka, compuesta por cuatro grupos rebeldes, se alzó en armas en el norte del país el pasado mes de diciembre, al considerar que Bozizé no había respetado unos acuerdos de paz firmados en 2007.

Estos tratados contemplaban, entre otros asuntos, la integración de combatientes rebeldes en el Ejército centroafricano, la liberación de una serie de presos políticos y el pago a los milicianos sublevados que optaran por el desarme.