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Samarás cumple su sueño de ser primer ministro tras una carrera plagada de cambios de posturas

  • Se opuso vehementemente al primer plan de rescate, en 2010
  • Ha logrado un acuerdo de Gobierno con socialdemocrátas y centroizquierdistas
  • En 1989 fue ministro de Finanzas y después de Exteriores

Por
Samarás
El conservador Andonis Samarás, nuevo primer ministro griego.

El conservador Andonis Samarás, quien ha jurado este miércoles como primer ministro de Greciaalcanza finalmente la jefatura del Ejecutivo después de que su partido Nueva Democracia ganará los comicios del pasado domingo, aunque para ello haya tenido que lograr un acuerdo de gobierno con socialdemócratas y centroizquierdistas.

Político de corte nacionalista y ambición personal, Samarás se ha destacado por su cambio de posturas y, a modo de ejemplo, ahora defiende la política de austeridad impuesta por la Unión Europea, después de rechazarla cuando lideraba la oposición.

La ambición que siempre le ha caracterizado se ha puesto de manifiesto tanto en las luchas internas por el liderazgo de su partido, Nueva Democracia (ND), en la década de los 90 como en su deseo de llegar a ser primer ministro, después de que su partido ganara por la mínima las elecciones de mayo y los griegos tuvieran que volver a las urnas un mes después.

Carrera política

Nacido en 1951 en Atenas, este descendiente de una familia de ricos comerciantes y políticos estudió Economía en el prestigioso Amherst College de Massachussets, donde curiosamente compartió habitación con el que luego sería su acérrimo rival político, el socialista Yorgos Papandréu.

También estudió Administración de Empresas en Harvard (EEUU) y, en 1977, un año después de graduarse en esa universidad, fue elegido diputado del Parlamento griego por ND. En 1989 fue nombrado ministro de Finanzas y, poco después, de Asuntos Exteriores.

Sus posturas nacionalistas quedaron de manifiesto con ocasión de la disputa por el nombre de la vecina república exyugoslava de Macedonia, y su desafío a Konstantinos Mitsotakis, histórico líder de ND, lo dejó fuera del partido en 1992.

Ello le llevó a formar su propio partido, Primavera Política, un proyecto que fracasó y que el propio Samarás disolvió en 2004, para regresar a las filas conservadoras.

Cuando en las elecciones de 2009 ND cosechó los peores resultados de su historia hasta entonces (33 %) y dimitió su líder, logró imponerse en la jefatura del partido a la hija de Mitsotakis, Dora Bakoyannis, quien también formó su propio partido tras su derrota.

Elecciones

En las elecciones del pasado 6 de mayo, ND fue la fuerza más votada, pero con un nuevo mínimo de apoyos, 18,8 % de los sufragios, lo que contribuyó a la fragmentación del Parlamento e impidió la formación de Gobierno y la convocatoria de nuevos comicios.

Samarás sí ganó los comicios del pasado domingo con un mayor apoyo, cerca del 30 por ciento de los votos, frente a la formación izquierdista Syriza, y ahora forma gobierno junto a los socialdemócratas del Pasok y el centroizquierda de Dimar.

Para hacer frente a Syriza, Samarás realizó en la campaña un llamamiento a la unidad de todas las fuerzas de la derecha, lo que hizo que Bakoyannis y su extraparlamentaria Alianza Democrática se reconciliaran en ND.

Promesas

En la campaña, Samarás prometió bajar los impuestos e incrementar las ayudas sociales, además de suavizar las nuevas medidas de austeridad exigidas por Bruselas como condición para mantener la entrega de ayuda financiera.

De hecho, la postura de Samarás respecto a los dos memorandos de austeridad firmados por Grecia con la UE ha sido cambiante: al primer plan de rescate, firmado en 2010, se opuso vehementemente y expulsó a los diputados de su partido que lo apoyaron.

Sobre el segundo, firmado en 2012, mostró profundas reservas y no quiso que ningún alto cargo de ND participase en el Gobierno de coalición dirigido por el exbanquero Lukás Papadimos, para no desgastarse de cara a las elecciones.

Aun así, dada la insistencia de Bruselas, firmó una carta en la que se comprometía a respetar el memorándum, para luego pedir su renegociación.

Su último mensaje al respecto es que aquella carta no fue un compromiso para respetar el memorándum, sino para "cambiarlo". Casado y con dos hijos, Samarás habla, además de griego, inglés, francés e italiano.