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Bachar al Asad: "Siria no se doblegará"

  • El presidente sirio promete en una entrevista medidas enérgicas contra sus oponentes
  • Asegura que lucharía y moriría resistiendo a las fuerzas extranjeras

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El presidente sirio, Bachar al Asad, ha prometido tomar medidas enérgicas sobre sus oponentes a pesar de las amenazas de la Liga Árabe y aseguró que su país "no se doblegará", en una entrevista publicada este domingo por el Sunday Times.

Asad ha explicado que los ataques al ejército sirio la semana pasada muestran que su Gobierno afronta operaciones armadas, no protestas pacíficas.

"El conflicto va a continuar y la presión para subyugar a Siria continuará. Siria no se doblegará", ha dicho el mandatario, que ha insistido que él personalmente lucharía y moriría resistiendo a las fuerzas extranjeras.

En la entrevista, Asad calificó

la decisión de la Liga Árabe de  suspender la semana pasada a Siria

como "irrelevante", ya que, aunque  las sanciones económicas harán daño a su país, "se encontrarán formulas  para reducir su impacto".

Lo que preocupa al dirigente Sirio es  que los 22 miembros de la Liga Árabe creen pretextos para una  intervención de las fuerzas occidentales en el país, y advirtió de que  una acción militar crearía un "terremoto" a lo largo de Oriente Medio.

"Si son lógicos, racionales y realistas, no deberían hacerlo porque las repercusiones serían calamitosas.   Una intervención militar desestabilizaría la región entera, y todos los  países se verían afectados", declaró en la entrevista exclusiva con el  dominical británico.

Contraste en el número de víctimas

Además, el presidente sirio, que lleva 14 años en el  poderha alegado que la oposición ha exagerado el número de muertos a manos  de las fuerzas de seguridad del país, y aseguró que han identificado  como víctimas a personas que luego estaban vivas.

Las cifras de  civiles muertos dadas por el Gobierno de Damasco es de 619, en contraste  con las 3.500 que han denunciado las asociaciones humanitarias.

Además, Asad ha insistido en que 800 miembros de sus fuerzas de  seguridad han muerto durante las protestas, a manos de militantes  islamistas o desertores de su ejercito.

Asad ha asegurado que la solución no es retirar sus tropas si no eliminar a las milicias que él culpa de los tiroteos.

"La única forma es encontrar a la gente armada, perseguir a las  bandas organizadas, prevenir la entrada de armas de países vecinos,  evitar el sabotaje y fortalecer la ley y el orden", señaló el presidente  sirio.