En Portada. "Guatemala. El mercado de la fe"

• En 2002 un equipo de En Portada viajó a Guatemala para conocer el por qué del auge de las Iglesias Evangélicas Neopentecostales en el país
• Este movimiento religioso se había instalado con fuerza entre los indígenas
• El guionista Andrés Luque comparte con nosotros las impresiones del rodaje
• "Guatemala. El mercado de la fe" es el reportaje de el mes en la web

En Portada - Guatemala. El mercado de la fe

Por aquellos días me preguntaba cómo podía ser posible que un movimiento religioso tan fundamentalista como son las iglesias Evangélicas Neopentecostales, procedentes de lo más conservador de la cultura norteamericana, hubieran arraigado con tanta fuerza en la espiritualidad indígena de los guatemaltecos y en general en toda Centroamérica.

Me sorprendía escuchar las declaraciones públicas de sus pastores en las celebraciones religiosas, donde se permitían especular sobre su poder y su capacidad para quitar o poner presidentes en un país como Guatemala.

En busca de respuestas

Conocer cuáles eran las causas de aquel auge y, sobre todo,  las consecuencias que tenían en aquella sociedad, fueron los motivos para poner en marcha aquél programa; todo un reto para mí en aquel momento. No solo porque asumía la responsabilidad de la realización, sino también porque firmaba el guión y por tanto tomaba decisiones sobre los contenidos. También era la primera vez que visitaba Guatemala,  un país asolado por la represión, masacrado por unos militares que con la excusa de combatir al terrorismo comunista, impusieron su voluntad y poder con asesinatos indiscriminados de una población indígena, indefensa y pobre.

Con ese coctel de informaciones y sensaciones llegamos una noche a Guatemala Capital, Andrés, Aldo y Yo. Como siempre que se llega a América en avión desde Europa era de noche, y como siempre los tres experimentábamos de nuevo ese sentimiento recurrente de abandono y soledad que se produce cuando visitas por primera vez un país que desconoces.

Una religión influyente

Fueron quince días intensos de sorpresas y certidumbres, de conocer cómo la fe, la política y la pobreza formaban una mezcla compleja que permitía a pastores e iglesias, muy lejanas culturalmente de aquellas gentes, decidir sobre un país en el que mayoría de sus habitantes recurrían a la fe y al sentimiento religioso, como tabla de salvación ante un realidad asfixiante de pobreza y violencia.

Ha pasado mucho tiempo desde que hicimos este reportaje, pero ahora, leyendo las noticias procedentes de ese pequeño y maravilloso país centroamericano, me parece que lamentablemente han cambiado poco las cosas, que los desheredados siguen buscando en su corazón y en su fe, soluciones a problemas que no están en la mano de Dios sino de los hombres.