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El régimen de Asad termina con la vida de 40 personas en otro viernes sangriento en Siria

  • Así lo denuncia el Observatorio sirio de Derechos Humanos
  • También dicen que hay más de 100 heridos y 500 detenidos
  • Algunas personas se manifiestan en rechazo a la injerencia extranjera
  • La ONU cifra en más de 3.000 los muertos desde marzo

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Cerca de 40 personas han fallecido por disparos de las fuerzas de seguridad en el centro de Siria en un nuevo viernes de protestas masivas contra el régimen del presidente Bachar al Asad, según ha informado el Observatorio sirio de Derechos Humanos.

En un comunicado, el grupo opositor ha detallado la muerte de 21 civiles en la provincia de Homs y de 12 en la de Hama, ambas en el centro del país, que han tenido lugar después de los rezos que marcaron el inicio de las manifestaciones.

También, en los alrededores rurales de la ciudad de Hama, capital de la provincia del mismo nombre, han perdido la vida dos personas por heridas sufridas ayer.

Más de 500 detenidos

Asimismo, en la localidad de Tesil, ubicada en la provincia meridional de Deraa, dos personas han fallecido, ha indicado la agrupación opositora, que además ha revelado que más de cien personas han resultado heridas y que el número de detenidos superó los 500.

En la mayoría de los barrios de la ciudad de Homs ha habido concentraciones que también han sido reprimidas duramente por las fuerzas leales a Al Asad. Las fuerzas del orden también han atacado a los manifestantes en Hama, mientras que en la provincia de Deir al Zur, en el este de Siria, los tiroteos se escucharon a las afueras de las mezquitas de varias zonas.

En la provincia septentrional de Idleb, al menos 13 personas han sido detenidas, mientras que se han desarrollado otras campañas de arrestos en la zona de Rif Damasco, en los alrededores de la capital.

Protestas también en rechazo a la injerencia extranjera

Por su parte, la agencia oficial de noticias Sana señaló que miles de personas se congregaron en la ciudad costera de Latakia, en el noroeste sirio, en rechazo de la injerencia extranjera.

El régimen de Al Asad considera que los opositores son integrantes de grupos armados que buscan desestabilizar el país con apoyo del exterior y niega las críticas vertidas en el ámbito internacional, donde organismos como la ONU y países como Estados Unidos le han pedido que cese la represión violenta contra los civiles.

Estas informaciones no han sido confirmadas oficialmente ni han podido ser contrastadas independientemente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas.

Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Al Asad, que se han cobrado la vida de unas 3.000 personas, según las últimas cifras de la ONU.