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La Noche de los Libros aguanta el envite del Madrid-Barça

  • Se formaron largas colas en las principales librerías
  • Ana María Matute, premio Cervantes, la gran protagonista

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Varias personas observan los libros puestos a la venta en la calle Gran Vía de Madrid, con motivo de la celebración de La Noche de los Libros.
Varias personas observan los libros puestos a la venta en la calle Gran Vía de Madrid, con motivo de la celebración de La Noche de los Libros.

Lo tenía difícil, pero La Noche de los Libros ha conseguido mantener el interés de su público en una jornada en la que el encuentro entre el Real Madrid y el FC Barcelona amenazaba con paralizar el país.

Los libreros lo reconocían y las colas eran testigo de ello: la afluencia de público ha ido disminuyendo a medida que se acercaba la hora del partido.

Sin embargo, una noche del libro que llegaba con cuatro días de retraso debido a la Semana Santa pero cargada de refuerzos (con 300 escritores, un 30 por ciento más que en la edición anterior) ha conseguido retener en el centro de Madrid a gran número de aficionados a la lectura incluso después del saque inicial en el Barnabeu.

Más de 500 actividades

Más de 500 actividades en 140 librerías, bibliotecas e instituciones culturales eran la gran baza de una cita en la que los descuentos de hasta el 10 por ciento en libros y las firmas de autores como María Dueñas, Javier Sierra, Enrique Vila-Matas o Almudena Grandes han conseguido animar las ventas.

El escritor y reconocido futbolero Javier Marías, que cerca de las siete de la tarde estaba firmando ejemplares en una librería en plena calle Mayor, lo tenía claro: "Yo en un rato me voy a ver el partido, que no es un partido cualquiera, es un Madrid-Barça", explicaba.

Pero muchos de los hombres (y mujeres) que estaban a esa hora disfrutando de los encuentros con escritores y las diferentes actividades se decidían por las letras frente al balón, pese a ser también aficionados al deporte rey.

Ana María Matute, la gran protagonista

Llena a rebosar estaba la sala en la que Ana María Matute, que hoy mismo ha recibido el Premio Cervantes, respondía a las preguntas enviadas por algunos estudiantes de primaria, como la de una niña que le ha pedido su opinión sobre las campañas de fomento de la lectura.

"Leer es una felicidad, es un placer, pero hay gente a la que no le gusta leer y no le gusta nunca", ha contestado la autora de "Olvidado rey Gudú" para añadir que, cuando era pequeña, durante unos ejercicios espirituales, a ella y a sus compañeras les aconsejaban: "Niñas, lean poco. Novelas, nunca" y que ella optó por hacerse escritora.

Un éxito también ha sido la iniciativa de la feria literaria Getafe Negro, que proponía a la veintena de grupos de amigos que se han acercado a la Cuesta de Moyano resolver el robo de la primera edición de El Quijote recopilando pistas por lugares tan literarios como el emblemático Café Gijón.

Propuestas de lo más originales

Un jamón y una suculenta cesta con chucherías aguardaba a los primeros en resolver el misterio. Los demás han tenido que conformarse con un ejemplar de Lorenzo Silva firmado por el propio autor, que se ha acercado a conocer a los sagaces detectives capaces de resolver el enigma que él mismo había ideado para la ocasión.

Otra original propuesta fue la de la Casa Encendida, con un taller de fanzines (desde la creación de linografías hasta la encuadernación) que a la hora en que comenzaba el partido aún acumulaba colas en esta peculiar iniciativa que sus organizadores han titulado "Libros Mutantes" como alternativa a las actividades más tradicionales.

También diferente resultaba la propuesta de la Academia de Cine, que ha organizado un encuentro con el escritor y director de cine Ray Loriga. Siempre muy relacionado con el celuloide, además de dirigir sus propias películas, La pistola de mi hermano y Teresa, el cuerpo de Cristo, ha participado como guionista de directores de la talla de Pedro Almodóvar y Carlos Saura.

Otras actividades

Aunque se celebre en Madrid, en esta fiesta de los libros no han faltado los homenajes a las literaturas de otros países. No en vano ha sido un autor chileno, Antonio Skármeta, el encargado de dar el arranque oficial a los eventos participando en una lectura continuada de "El Quijote" protagonizada por niños.

En la Casa de América, la serie de conferencias "Ausencia y Presencia" servía para recordar a Juan Rulfo, de la mano de su hijo Juan Carlos; Ernest Hemingway, contado por Boris Izaguirre; Valle-Inclán, en palabras de Mario Gas, y Ernesto Sábato, a través de Raúl Argemí.

La Casa Sefarad ha recordado a la argentina Alejandra Pizarnik, que el próximo 29 de abril cumpliría 75 años, con una exposición que recopila fotografías, manuscritos, cartas y dibujos que repasan su vida y obra.

Las palabras con las que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, abría el acontecimiento cobraban sentido al final de la noche: "El fútbol dura un ratito y se acaba. Pero el libro dura mucho tiempo y hay que aprovechar para disfrutar de él".