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Una madre afectada por el robo de bebés asegura que los compraban como si fueran muebles

  • Declara una madre de 78 años que denuncia el robo de su hija
  • Los médicos le dijeron que muríó en el parto. No hubo certificado
  • La Fiscalía de Madrid investiga la causa de los niños robados

Ver también: Crónicas-Vidas robadas

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Las madres y padres de los niños robados buscan la verdad con las pruebas de ADN

"Han comprado bebés como si fueran muebles", ha asegurado Remedios Toledano, una madre de 78 años que se encuentra entre los afectados que han comenzado a declarar este viernes ante la Fiscalía de Madrid como testigos en relación con la causa de los niños robados.

En declaraciones a los medios, tras prestar declaración ante uno de los seis fiscales que llevan la investigación de esta causa, Remedios ha relatado cómo a pesar de que su hija nació sana, hace casi 53 años, los médicos le aseguraron que murió horas después.

La mujer ha afirmado que, después de dar a luz en la Casa de Auxilio Social de la calle Serrano de Madrid, una enfermera la sedó a causa de una hemorragia que sufría y se llevó a la pequeña, a quien Remedios no volvió a ver.

"Pregunté por la noche a las enfermeras y no me contestaron; al día siguiente, dijeron a mi marido que la niña había muerto y se la enseñaron, pero esa no era la mía, porque la que enseñaron era un bebé más grande", ha subrayado Remedios, visiblemente emocionada.

De hecho, ha enseñado una foto con la niña que el personal sanitario de ese centro mostró a su marido, pero ha insistido en que sabía que esa no era su hija.

No se entregó el certificado de defunción

El personal de la clínica no les dio un certificado de defunción normal, "era un trozo de papel sin sello, sin firma y escrito a mano", ha explicado la hija de Remedios, quien la ha acompañado durante su declaración.

Rosario ha manifestado que durante todos estos años "se ha hecho la fuerte" pero ha reconocido que fue "muy duro" ver a las demás madres con sus hijos y ella, no.

Ha deseado que se sepa la verdad y, a pesar de que es consciente de la dificultad de volver a ver a su hija "robada", ha hecho un llamamiento para que todas aquellas mujeres que nacieron el 25 de mayo de 1958 se pongan en contacto con ella.

Ha pedido a los hijos que piensan que son robados que hablen con sus padres adoptivos para que les digan la verdad y a éstos les ha exigido que reconozcan que los compraron.

"Han anulado a las verdaderas madres"

"A los hijos les diría que presionen a sus padres para que les digan la verdad; nos han anulado a las verdaderas madres, y yo a las madres adoptivas nos las considero madres, es como el que compra un mueble, lo paga y ya está, y eso es lo que han hecho", ha destacado Rosario.

A la pregunta de qué diría a su hija si la viera, la mujer ha señalado entre lágrimas: "no la diría nada, no podría hablar".

Ángel y Alfonso Casero, son otros de los cuatro afectados que han declarado ante la Fiscalía. Ellos buscan a su hermano, que nació en 1967, aunque han reconocido que disponen de pocas pruebas, porque el nacimiento no consta en ningún sitio, tampoco su defunción, y ha señalado que la fiscal "se ha quedado un poco dudosa".

A juicio de los hermanos, los culpables del robo se aseguraron en su día de borrar todas las pruebas.

"Pido que por lo menos lo investiguen, y a los culpables, que se les caiga la cara de vergüenza y les condenen", ha apostillado Ángel.

El fiscal jefe de Madrid, Eduardo Esteban, ha informado en un encuentro con los medios de que durante el mes de marzo se tomará declaración a los 84 afectados que han presentado denuncias en los tribunales de Madrid