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Batalla campal entre las fuerzas de Gadafi y la oposición en los alrededores de Trípoli

  • El líder libio anuncia una comparecencia sobre la ciudad de Zaouiya
  • Situada a 50 kilómetros de la capital, podría haber caído en manos opositoras
  • Otros enclaves al este y el oeste de Trípoli también habrían caido
  • Los manifestantes se preparan para marchar sobre la capital y atrapar a Gadafi

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Los rebeldes acorralan a Gadafi y se acercan a la capital

El sonido de los disparos presagia batalla. Los manifestantes anti-Gadafi y las tropas fieles al líder libio mantienen un sangriento enfrentamiento en la ciudad de Zaouiya, a tan solo 50 kilómetros de Trípoli, en los que habrían muerto decenas de personas, incluso más de un centenar, y hasta las mezquitas habrían sido atacadas, según las emisoras árabes Al Jazeera y Al Arabiya.

La batalla en este enclave, situado en el camino a la frontera con Túnez, se antoja fundamental para el régimen con el objetivo de evitar una marcha opositora sobre la capital, una idea que los opositores que controlan el este del país ya han expresado después de tomar otras ciudades de la región oeste de Tripolitania.

Los testigos que consiguen cruzar la frontera y entrar en Túnez aseguran que los tiroteos no cesan y que hay civiles armados corriendo por las calles.

La situación es caótica, hay gente con armas y espadas

"Mucha gente vestida de civil se esta disparando mutuamente.  Parecen ser partidarios de Gadafi y sus enemigos", afirma Mohamed Jaber. "La situación es caótica. Hay gente con armas y espadas". 

El líder libio ha anunciado una comparecencia urgente sobre lo que ocurre en Zaouiya.

La batalla de Zaouiya

La emisora Al Arabiya ha declarado que Gadafi se dirigirá en "breve" a los habitantes de Zaouiya después de su polémico discurso del pasado martes, en las que llamó a sus partidarios a cazar a las "ratas" que se han levantado contra él.

Mientras, Al Yazira ha emitido imágenes de lo que parece ser  una comisaría en llamas, en una secuencia en la que aparecen  alrededor de 20 cuerpos, muchos de ellos con las manos atadas a su  espalda.

La televisión ha asegurado que se trata de hombres que fueron disparados por negarse a atacar a los manifestantes.

Un testigo citado por la agencia Reuters ha asegurado que hay una fuerte presencia militar en los alrededores de la ciudad, con varios controles y al menos 40 furgonetas del ejército en la ciudad.

Además, un testigo ha asegurado a Associated Press que la artillería de Gadafi ha disparado contra el minarete de una mezquita donde los manifestantes estaban celebrando su victoria.

Otras ciudades

Mientras, trabajadores egipcios que han cruzado la frontera con Túnez  este jueves detallaban que Zuara, a 120 kilómetros al oeste, está en  manos de los manifestantes y que no hay ni soldados ni Policía.

Los testigos, que trabajaban en una obra en Zuara antes de dejar el  país, han detallado que el pueblo está controlado por "comités  populares" armados con pistolas.

Al este de Trípoli, en Misrata, varios  testigos han asegurado que el centro de la ciudad ya está en manos de  los anti Gadafi mientras sus partidarios les están atacando en las  afueras y el aeropuerto, en un sangriento enfrentamiento que habría  dejado varios muertos.

Abogados y jueces de esa ciudad han manifestado en un comunicado  colgado en internet que con la ayuda de "honestos" soldados han logrado  acabar con los agentes del "régimen opresor".

Marcha sobre Trípoli

Todos estos movimientos van acorralando a Gadafi en Trípoli, una ciudad sobre la que los militares que han desertado y se han pasado a la oposición en el este del país se platean marchar para derrocarle.

"Hay ahora un operativo de militares de todas las ciudades liberadas y estamos tratando de convencer a otros para que se unan a ellos. Están tratando de ayudar a la gente de Trípoli a capturar a Gadafi", ha detallado el teniente coronel Omar Hamza, un militar que se ha unido a los rebeldes en la localidad de Tobruk.

En esta ciudad, con los muros acribillados a balazos como marca de los enfrentamientos violentos entre opositores y "mercenarios" a sueldo de Gadafi se lamen sus heridas pero ya piensan en Trípoli.

En una sala de reuniones, una multitud de manifestantes han aplaudido una docena de generales y coroneles que se negaron a disparar contra la multitud y han desertado.

"Estamos hablando de marchar sobre Trípoli. Nuestro objetivo es Trípoli," ha proclamado uno de los presentes.

"Puede que no regresemos, pero incluso si todos mueren, por lo menos nuestros hijos no tendrán que vivir con él", ha asegurado un manifestante en Al Baida, otra de las ciudades del este tomadas por los manifestantes.

Mientras, en Trípoli hombres de fuerzas irregulares -previsiblemente también mercenarios- patrullan las calles de una ciudad cerrada a cal y canto y en la que el líder libio espera resistir hasta el final.

El hijo de Gadafi: Una vida "normal"

Paradójicamente, su hijo, Seif el Islam Gadafi, ha asegurado en una intervención televisiva que la población libia está haciendo una "vida normal" y ha negado que haya habido bombardeos contra los manifestantes que han salido a las calles y que se haya asesinado a "centenares o miles de personas".

Más aún, ha invitado a entrar a los periodistas extranjeros en el país pese a que el pasado miércoles un miembro del Gobierno les advirtió que estaban "fuera de la ley" si lo hacían.

"¿Periodistas extranjeros, libios y diplomáticos, adelante, entren, crucen y pasen, dónde están los bombardeos, dónde está el asesinato de centenares o miles?", se ha preguntado el hijo de Muamar el Gadafi en declaraciones reproducidas por la cadena emiratí de televisión Al Arabiya.

En la frontera con Túnez, decenas de periodistas extranjeros esperan poder entrar en el país vecino para contar lo que ocurre.

Miles de tunecinos escapan por esa frontera desde Libia, adonde no se ha permitido hasta ahora sin embargo la entrada.

Las declaraciones del hijo de Gadafi se contradicen también con los impedimentos que están poniendo desde hace más de una semana los consulados y embajadas libias para permitir el acceso de la prensa extranjera al país.