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Un museo subacuático en aguas del Caribe Mexicano muestra 400 figuras humanas

  • Pertenecen al artista británico Jason Taylor
  • El artista ha utilizado materiales ecológicos

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INAUGURADO EL MUSEO SUBACUÁTICO DE CANCÚN
Varias de las esculturas del Museo Subacuático de Cancún (México) (MUSA), que se inauguró este viernes 26 de noviembre de 2010 con cuatrocientas figuras humanas esculpidas por el artista británico Jason de Caires Taylor, de las que los turistas podrán disfrutar con equipos de buceo.

Cuatrocientas figuras humanas esculpidas por el artista británico Jason Taylor lucen en el Caribe mexicano en un original museo que hace necesarios los equipos de buceo para, en unas aguas cálidas y cristalinas repletas de peces multicolores, poder disfrutar de su belleza.

Se trata del Museo Subacuático de Cancún (MUSA), localizado entre el balneario de Cancún e Isla Mujeres a una profundidad de ocho metros, que puede ser visitado desde este fin de semana con snorkel o equipo de buceo.

También se puede apreciar desde la superficie del mar, sobre una embarcación, desde donde las 400 piezas forman la silueta de un ojo.

Las esculturas descansan sobre una base de cemento de doce toneladas para evitar que la fuerza del oleaje las desplazase y puedan resistir la presencia de un huracán, muy comunes y poderosos en esta región.

Todas fueron hechas a tamaño natural por Taylor, quien instaló un taller en la comunidad de Puerto Morelos, al sur de Cancún.

Para su elaboración, el artista utilizó materiales ecológicos, no contaminantes, que permiten la formación natural de coral. El componente principal es un tipo de cemento que se utiliza para la restauración de corales dañados.

El arista empleó 120 toneladas de cemento, 400 kilos de silicona y 3.800 metros de fibra de vidrio.

Las primeras piezas recibieron 10.000 visitas en 2009

Las primeras tres piezas fueron colocadas el año pasado y han comenzado a ser "intervenidas" por la naturaleza, con la formación de corales en las esculturas, lo que les da vida y color.

El año pasado con sólo tres piezas, el entonces museo en "construcción" recibió más de 10.000 visitantes.

En septiembre pasado fue sumergido el resto de las esculturas, en las que predomina su original color blanco pero que cambiará por los caprichos de la naturaleza.

El museo subacuático fue promovido principalmente por las asociaciones náuticas y por grupos civiles preocupados por la conservación de los arrecies de coral que rodean toda la costa del estado de Quintana Roo, pero en especial el balneario de Cancún.

Esta primera etapa del proyecto contiene la colección "Evolución silenciosa", donde se muestran pasajes de la historia de México y de la región, desde el auge de la civilización maya, la conquista española y momentos cotidianos del ser humano.

Proyectan otra parte con artistas invitados

Para una segunda parte se proyecta invitar a otros escultores para que sumerjan en el museo sus piezas, pero no han trascendido más detalles.

"Esto es una nueva forma de hacer arte, se vincula el arte con la naturaleza porque en el momento en que cada escultura entra al agua empieza a sufrir una transformación, se llena de vida, en unos meses o en unos años todas estas esculturas van a tener un aspecto distinto", señaló el comisionado de Áreas Naturales Protegidas (Conap), Luis Fueyo, durante la inauguración del museo.

Esto es una nueva forma de hacer arte

Agregó que este trabajo es un ejemplo de cómo la comunidad artística internacional se está convirtiendo en una gran aliada en la conservación de espacios naturales en México.

Fueyo recordó que a principios de este mes la española Cristina Iglesias sumergió a 15 metros de profundidad la escultura "Atlántida" en la isla del Espíritu Santo, en el estado norteño de Baja California.

"Estos proyectos (el de Taylor e Iglesias) nacieron con la idea de generar condiciones de restauración. Son dos proyectos importantes para México en materia de conservación y restauración ambiental", enfatizó.

La única forma de acceder al museo de Cancún es a través de agentes de servicios turísticos náuticos, regulados y capacitados constantemente por las autoridades ambientales para evitar que las zonas de coral resulten afectadas por la actividad humana