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Los atentados de Londres se retrasaron 24 horas, según la investigación

  • La razón podría haber sido la salud de la esposa del autor intelectual
  • La investigación pública de los ataques ha comenzado este lunes
  • El proceso, en el que comparecerán 240 testigos, durará cinco meses

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Imagen de archivo de los atentados del 7 de julio en Londres
Imagen de archivo de los atentados del 7 de julio en Londres

Los atentados cometidos en Londres el 7 de julio de 2005 podrían haber sido planificados para el día anterior y los terroristas estaban preparados para enfrentarse a la policía incluso con artefactos explosivos, según los primeros informes de una investigación pública que ha comenzado este lunes en Reino Unido para tratar de determinar si los servicios de inteligencia pudieron haber impedido los atentados en los que murieron 52 personas y 700 resultaron heridas.

El primer día de la comisión se ha constatado que las víctimas fueron asesinadas en actos de salvajismo sin piedad durante una "inimaginable y espantosa ola de horror".

Cuatro islamistas británicos - Mohammad Sidique Khan, de 30, Shehzad Tanweer, de 22 años, Hasib Hussain, de 18 años, y Jermaine Lindsay, de19, - detonaron bombas de fabricación casera en tres vagones de metro y un autobús en plena hora punta en el que ha sido el peor ataque terrorista que ha sufrido la capital británica en tiempos de paz.

Según la comisión, el cabecilla Sidique Khan, envió un mensaje de texto ea las 4.35 AM el día anterior a los ataques excusándose por abandonar una reunión a causa de un "gran problema".

Khan visitó el hospital de Dewsbury con su mujer, Hasina Patel, el 5 de julio debido a complicaciones con su embarazo y, de hecho, abortó el mismo día de los atentados.

La juez Heather Hallett presidirá la investigación,  que durará cinco meses, sobre la actuación de los citados servicios secretos en relación con aquella masacre perpetrada por los cuatro terroristas suicidas de origen británico y vinculados a Al Qaeda.

En la comisión, que es el primer examen público de los atentados y los eventos que condujeron a ellos,  comparecerán 240 testigos. Además, los investigadores tendrán acceso a una gigantesca base de datos creada por la Policía Metropolitana que contiene más de 40.000 entradas.

Cruce de acusaciones

Entre las personas que acudirán a testificar figuran muchos de los supervivientes de la matanza, así como miembros de los servicios de emergencia que acudieron a los distintos lugares donde estallaron las bombas.

En el tribunal se mostrarán filmaciones e imágenes de los momentos inmediatamente posteriores a la matanza que no se han visto antes, pero que han sido manipuladas para no mostrar a ninguna de las víctimas.

Muchos de los familiares de las víctimas están representados en la investigación y podrán interrogar a los testigos.

Al anunciarse el comienzo de la pesquisa, hace unos meses, la juez Hallett afirmó que indagará los antecedentes de los terroristas suicidas y tratará de averiguar qué sabían de ellos los servicios de información.

Dos años después de los atentados se supo que el Mi5 (servicio de inteligencia interior) había tenido conocimiento del jefe del grupo, Sidique Khan, y de otro de los terroristas suicidas mientras investigaba otra célula extremista.

Algunos familiares de las víctimas creen que los servicios de inteligencia y la policía disponían de suficiente información como para deducir que Sidique Khan constituía una amenaza pública.

Publicación de los detalles

Desde que se cometió la masacre se han publicado dos informes oficiales sobre lo ocurrido sin que ninguno de ellos culpase de negligencia al MI5.

Ros Morley, cuyo marido murió en uno de los cuatro atentados, declaró a los periodistas que "los ciudadanos inocentes británicos y de todo el mundo necesitan saber que están protegidos tanto ahora como en el futuro".

Algunos familiares han expresado en público su preocupación por los intentos aparentes de los servicios de información de mantener en secreto los detalles de lo ocurrido.

El MI5 provocó la pasada semana la indignación de muchos de ellos al proponer que la juez presidenta pueda celebrar algunas sesiones a puerta cerrada, lo que interpretan como un intento de los servicios de inteligencia evadir responsabilidades.