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José Serra repite camino y pasa a la segunda vuelta en las presidencales de Brasil

  • Fue ministro con el presidente Cardoso
  • Perdió las elecciones presidenciales frente a Lula en 2002

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El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña, José Serra
El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña, José Serra

El economista José Serra, un veterano político que ha ocupado casi todos los cargos públicos en Brasil, contradijo este domingo los pronósticos y accedió a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, al igual que lo hizo en 2002.

El candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que se había desinflado en las encuestas durante la campaña, ha obtenido el 32,74% de los votos y ha ganado el derecho a disputar una segunda ronda frente a la aspirante oficialista, Dilma Rousseff.

Al igual que hace ocho años, cuando fue derrotado en las urnas por Luiz Inácio Lula da Silva, Serra no parte como favorito, pero por su larga experiencia en las lides electorales se postula como un duro adversario, con opciones de alcanzar la Presidencia.

Fama de político honrado y eficiente

A sus 68 años, Serra se ha ganado a pulso la fama de político honrado y administrador eficiente gracias a su trabajo como ministro en el Ejecutivo de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003) y como diputado, senador, alcalde y gobernador de Sao Paulo, cargo que dejó este año para presentarse a las elecciones.

Ideológicamente, se sitúa en el ala más a la izquierda del PSDB, por lo que sus propuestas no difieren mucho de las de su rival en las urnas, basadas en un Estado fuerte que apoye con decisión la inversión pública en áreas como infraestructuras, salud y educación y sin grandes cambios ni en la política económica ni en la exterior.

A pesar del reconocimiento popular por su buena capacidad de gestión, arrastra fama de ser antipático, carece de carisma y en esta campaña no ha conseguido arrastrar multitudes en sus mítines, que por norma general han sido actos pequeños.

Nacido el día de San José de 1942 en una humilde familia de origen italiano en Sao Paulo, entró en la política como líder estudiantil y se exilió a Chile en 1964 por el golpe militar.

En Santiago estudió economía, fue profesor, trabajó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y se casó con la chilena Mónica Allende, bailarina y psicóloga, con quien ha tenido dos hijos.

Exilio durante la dictadura

El golpe militar de 1973 le obligó a exiliarse de nuevo, esta vez en Estados Unidos, donde se doctoró en Ciencias Económicas por la Universidad de Cornell y dio clases en Princeton.

Regresó a Brasil en 1978, siete años antes del ocaso de la dictadura, para participar en la creación del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), con el que fue elegido diputado, su primer cargo, en 1986.

Dos años después dejó esta formación junto a otros líderes para fundar el PSDB, con el que logró la reelección y después fue el senador más votado del país en 1994.

Por invitación de su amigo, el presidente Cardoso, dio el salto al Ejecutivo, en el que fue ministro de Planificación y, después, de Salud, cartera en la que recibió sus mayores elogios, sobre todo por un programa contra el sida que obtuvo resultados muy positivos.

Elecciones de 2002

Después de perder las elecciones frente a Lula en 2002, Serra centró su carrera en Sao Paulo, donde obtuvo la alcaldía en 2004 y dos años después, la gobernación con 12 millones de votos, un amplio apoyo popular que se ha mantenido hasta el final de su gestión.

Con esas credenciales, volvió a optar a la jefatura del Estado, un puesto que si quiere alcanzar tendrá que mejorar su labor en la campaña electoral, que ha sido muy criticada hasta ahora por los analistas políticos.

A punto estuvo de perder en la primera vuelta por su estrategia errática, primero al presentarse como continuador de Lula para después atacar al Gobierno con agresividad por varios casos de presunta corrupción.

En las últimas semanas recuperó enteros con una postura más positiva, alimentada con propuestas orientadas al electorado pobre como amplios aumentos en el salario mínimo y en las pensiones.

Trasnochador empedernido, Serra se declara cinéfilo e hincha del club de fútbol Palmeiras. Fue de los primeros políticos en el país en abrir una cuenta de Twitter, que tiene más de 462.000 seguidores a los que informa a diario de sus pasos.