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Incidentes en la madrileña Gran Vía mientras en el resto de la capital parece festivo

  • Los piquetes insultan y amenazan a los trabajadores del centro
  • Los sindicatos critican la "carga policial desproporcionada"

En el resto de barrios de Madrid se respira la tranquilidad de un domingo

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Los agentes de la Policía Nacional han tenido que proteger los establecimientos de Gran Vía que este miércoles decidían abrir sus puertas.
Los agentes de la Policía Nacional han tenido que proteger los establecimientos de Gran Vía que este miércoles decidían abrir sus puertas.

"La Gran Vía, mejor está vacía". Este ha sido uno de las principales proclamas de los piquetes informativos de CC.OO, y CGT, que han invadido literalmente la Gran Vía consiguiendo su objetivo.

Durante la mañana muy pocos establecimientos de esta arteria principal de la capital que no querían secundar la huelga han abierto los cierres y los que lo han hecho se han expuesto a todo tipo de insultos.

Ellos, los piquetes, defienden su derecho a informar en una convocatoria de huelga general, mientras los comerciantes también han reclamado con mayor o menor vehemencia su derecho a trabajar.

Román Alonso, secretario de Acción Sindical de CC.OO. ha asegurado a RTVE.es que ellos no hacen uso de la violencia y que "el dispositivo en Gran Vía ha sido desproporcionado" y que "la carga policial nunca debería haberse producido".

Gran despliegue policial

El despliegue de Policía Nacional y Municipal en Gran Vía ha sido importante. El ambiente se ha ido caldeando por momentos hasta que ha llegado la carga policial que se ha saldado con un detenido.

Ha habido carreras por la Gran Vía para sorpresa de los muchos turistas que paseaban por la zona y los pocos clientes que se disponían a comprar. Las tiendas y cafeterías que se han atrevido a abrir, lo han hecho bajo escolta policial.

Ha sido el caso, por ejemplo, de la mítica cafetería Nebraska o la joyería Graffy, que han levantado el cierre custodiados por decenas de agentes.

Amenazas a los trabajadores

Fuera, insulto, gritos y alguna amenaza por parte de los piquetes. Dos dependientas de una peletería han asegurado a RTVE.es que les han amenazado con "mandar a otros piquetes más violentos que os quemen el local".

Rafael, un taxista, al que le han tapado la visión en el vehículo con una pegatina en el cristal, ha contado a RTVE.es que le han amenazado con "rociarle el coche".

Sois unos terroristas sindicales

El dueño de un comercio, que no ha querido dar su nombre por miedo, se ha enfrentado directamente a ellos en plena Gran Vía: "Sois unos terroristas sindicales", ha gritado, para añadir "quiero ejercer mi derecho a trabajar".

Empresarios, banqueros y gobiernos, y sobre todo Zapatero, han sido objeto de las proclamas de los piquetes. "Gobierno de Zapatero, Gobierno de los banqueros", "Que sí, que la reforma y el 'pensionazo' para Zapatero y para Botín" o "Que barbaridad, cuatro millones de parados y vosotros sin cerrar", han sido alguno de los lemas de los cientos de piquetes informativos que además han cortado el tráfico en Gran Vía, Alcalá y Cibeles.

Más vacío que un domingo

Mientras la principal calle de Madrid vive este ambiente de caos, en el resto de la capital parece festivo. "Ni un domingo he visto yo esto así", asegura una trabajadora de la estación de Metro de Nuevos Ministerios. "Además, sales a la Castellana, que a esta hora suele estar abarrotada, y sólo pasa algún coche muy de vez en cuando", ha añadido.

Apenas hay gente por la calle en esta zona. Tres trabajadoras de la Oficina Española de Patentes y Marcas han asegurado que casi el 100% de la plantilla ha ido a trabajar "como un día normal, no hay ambiente de huelga".

Explican que el único incidente en la zona se ha registrado entre las 7.00 y las 7.30 de la mañana, cuando un piquete trataba de impedir la entrada a los empleados de El Corte Inglés al parking de Azca. Sobre las 12.00 horas, casi una decena de agentes de la Policía Nacional custodiaban la entrada principal de este centro comercial.

En los madrileños barrios de Moncloa y Argüelles también se respira tranquilidad. Ninguno de los comerciantes que ha decidido abrir, prácticamente todos, tiene que lamentar incidentes con los piquetes. Lo único es que hay poca gente, "igual pensaban que no íbamos a abrir y no han venido a comprar", ha asegurado uno de ellos.