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Sarkozy y Merkel ponen fin a la polémica suscitada por la deportación de gitanos

  • Francia había asegurado que Alemania iba a seguir su ejemplo
  • Los dos mandaraios han calificado los hechos de "ridículos"

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La canciller alemana, Angela Merkel, saluda a la primera dama francesa, Carla Bruni-Sarkozy en presencia del presidente francés, Nicolás Sarkozy
La canciller alemana, Angela Merkel, saluda a la primera dama francesa, Carla Bruni-Sarkozy en presencia del presidente francés, Nicolás Sarkozy

El presidente Nicolas Sarkozy y la canciller Ángela Merkel han querido poner fin este lunes en Nueva York a la controversia que ha sacudido la última semana las relaciones franco-alemanas en relación con el tema de los gitanos romaníes, algo que ambos mandatarios han calificado de "ridícula y sin fundamento".

Tras una reunión bilateral programada en relación con la apertura de la Cumbre del Milenio de la ONU sobre Desarrollo del Milenio (ODM), el Elíseo ha asegurado que tanto Sarkozy como Merkel se habían mostrado "sorprendidos por cómo los medios de comunicación habían expuesto una controversia ridícula y sin fundamento a raíz del Consejo Europeo en Bruselas del pasado 16 de septiembre".

Fin de la polémica

En la conferencia de prensa de clausura de la cumbre, el presidente francés declaró que la canciller alemán había defendido su política de expulsión de los gitanos, muy criticada en Europa.

Incluso se llegó a hablar de que Alemania llevaría a cabo medidas similares, algo que más tarde Berlín negó de la mano de su ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, quien habló de un simple "malentendido".

La reunión bilateral de este lunes en la sede de la ONU en Nueva York se ha producido tras una "propuesta de Alemania", aunque responde a la "voluntad general" de los dos líderes, según ha asegurado el Elíseo.

La entrevista ha durado cuarenta minutos y los primeros momentos fueron filmados por la prensa, momento en el que se pudo ver al presidente Nicolás Sarkozy acompañado por su esposa Carla Bruni, y a la canciller alemana Merkel.

Vuelta de la polémica a la Eurocámara

El debate sobre las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros en Francia volverá a marcar el próximo martes el debate en el Parlamento Europeo (PE), dos semanas después de que la Eurocámara criticara la medida francesa y tras los ataques mutuos sobre el asunto intercambiados entre París y Bruselas.

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström, y la de Justicia, Viviane Reding, intercambiarán mañana impresiones sobre la integración de los 12 millones de romaníes que viven en la Unión Europea (UE) durante una audiencia en la comisión de Libertades Civiles del PE, que preside el eurodiputado del PSOE Juan Fernando López Aguilar.

En la reunión, a puerta cerrada, está previsto que se trate "el estado de los trabajos" de análisis que está realizando la Comisión de la UE sobre la legalidad de las expulsiones, según ha informado a la agencia Efe un portavoz del órgano ejecutivo comunitario.

Un día más tarde, el miércoles, y ante el pleno de la Eurocámara, se prevé que el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dé parte a los eurodiputados de las conclusiones de la última cumbre en Bruselas, en la que se consensuó la necesidad de dar una respuesta común al problema de la integración de los gitanos en la UE.

En la sesión plenaria no estará presente el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, quien ha sido protagonista de una discusión con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, durante la cumbre del pasado jueves en Bruselas. Esta ausencia se debe a que Barroso participa en Nueva York en la cumbre de la ONU.

La tensión entre Francia y la CE ha aumentado después de unas declaraciones de la vicepresidenta Reding en las que comparaba la política de expulsiones de Francia con las deportaciones de los judíos en la Segunda Guerra Mundial.