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Moratinos mantendrá finalmente la Secretaría de Estado para la UE con López Garrido al frente

  •  Moratinos suprimirá la Secretaría General de Iberoamérica
  • Juan Pablo de Laiglesia será el 'número dos' del Ministerio

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El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante su intervención en un desayuno informativo organizado en Madrid, en el que realizó un balance de la presidencia española de la UE.
Archivo. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos en julio de 2010 en Madrid.

El Consejo de Ministros aprobará este viernes la remodelación del Ministerio de Asuntos Exteriores, que mantendrá la Secretaría de Estado para la UE, con Diego López Garrido al frente, y suprimirá la de Iberoamérica.

Exteriores refuerza la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores, que dirigirá Juan Pablo de Laiglesia, hasta ahora a cargo de la de Iberoamérica, área que también estará bajo su responsabilidad.

De Laiglesia se convierte de este modo en el 'número dos' del Ministerio, relevando a Ángel Lossada, quien se recupera de un aneurisma cerebral sufrido a finales de abril.

La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional no sufre modificaciones y seguirá encabezada por Soraya Rodríguez.

Cambio de opinión en los recortes

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, había decidido hace dos semanas suprimir la Secretaría de Estado para la UE, en el marco del plan de ajuste en todos los departamentos del Gobierno.

Finalmente y tras los contactos mantenidos con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha dado marcha atrás y ha optado por mantenerla, aunque suprime la Secretaría General de la UE, uno de los pilares de este área.

El hecho de que todos los socios comunitarios tengan una figura encargada de los asuntos europeos con rango al menos de secretario de Estado ha sido un factor clave para no eliminar este departamento poco después de que finalizara la presidencia española de la UE.

Los cambios afectan también a las direcciones generales, algunas de las cuales se agruparán para simplificar el organigrama y racionalizar recursos.

Esta remodelación responde a la necesidad de adaptar el Ministerio a las nuevas pautas del Tratado de Lisboa, que entre otros aspectos, crea el Servicio Europeo de Acción Exterior, el futuro cuerpo diplomático de la UE.