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La coalición de Merkel pacta designar a un 'barón' regional como nuevo presidente de Alemania

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En Alemania hoy ha sido un día de intensas negociaciones políticas

Christian Wulff, de 50 años de edad, presidente desde hace siete años del estado federado de Baja Sajonia, será el nuevo presidente de la República Federal Alemana, según ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel, que ha presentado su candidatura oficialmente.

Tiene asegurada la mayoría parlamentaria en la votación del dia 30 de junio,  ya que le apoyarán los tres partidos que forman el gobierno,la CDU,la CSU bávara y los liberales.

Los barones de la CDU se ha  impuesto finalmente a la canciller y han rechazado a su candidata, Ursula von der Leyen, quien hasta este mediodía se perfilaba como la persona más aceptada por la clase política en general y por los ciudadanos.

Von den Leyen,a pesar de muy popular y muy apreciada  primero como ministra de la Familia y ahora como titular de la cartera de Trabajo, no era muy bien vista por el ala más conservadora de la CDU, que la consideraba demasiado progresista y con planteamientos casi socialdemócratas.

Se planteaba también el problema de su sustitución al frente de un ministerio clave como es el de Trabajo. Los socialdemócratas y los verdes, quienes hubieran aceptado a Ursula von der Leyen pero no a Christian Wulff han  anunciado ya que presentarán a su propio candidato.

Wullf sustituirá a Horst Köhler,  quien el  pasado lunes presentó inesperadamente su dimisión por unas  controvertidas declaraciones en las que vinculaba las misiones  internacionales del Ejército con los intereses económicos de Alemania.

La coalición de centroderecha de la canciller alemana Angela Merkel presentará como candidato a la presidencia del país al primer ministro del Estado federado de Baja Sajonia (centro de Alemania), Christian Wulff, según informaciones coincidentes de las televisiones públicas ARD y ZDF.

Los 'barones' han vetado a la popular Von der Leyen

El sucesor de Köhler será elegido el 30 de junio por la Asamblea Federal, que conforman los 622 diputados de la cámara baja (Bundestag) más el mismo número de enviados de los "Länder" (estados federados), que van desde políticos a deportistas y otras personas de la vida pública.

Tradicionalmente, el cargo presidencial, de carácter representativo, es de corte apartidista y, de hecho, la mayoría de quienes lo han detentado hasta ahora dejaron en suspenso su militancia.

La designación para el cargo de una ministra del Gobierno federal habría roto esta ley no escrita, pero de todos modos a Von der Leyen se la consideró hasta este jueves la principal favorita tanto por su popularidad como porque aparentemente se favorecía a una mujer para ocupar este puesto.

Von der Leyen, de 52 años y madre de siete hijos, es una de las máximas estrellas del Gobierno de coalición que lidera Merkel y, aunque su candidatura nunca fue oficial, fuentes del tripartito gobernante confirmaron ayer que la ministra encabezaba la lista de aspirantes.

La dimisión de Köhler, polémica e inesperada

Las filas de Merkel tienen una cómoda mayoría de una veintena de puestos en la Asamblea Federal, aunque la presencia de personas ajenas a la política supone cierto riesgo, ya que no necesariamente se sujetan a la disciplina de partido.

Por ello, Merkel necesita una candidatura sólida a la sucesión de Köhler, cuyas razones para dimitir fueron acogidas con cierto escepticismo, al considerarse que en realidad abandona el cargo por disensos continuados con la canciller.

Köhler anunció su dimisión por unas declaraciones realizadas en el viaje de regreso de Afganistán en las que vinculó las misiones internacionales del Ejército a los intereses comerciales de Alemania.

De confirmarse la designación de Wulff, quedará por determinar los candidatos tanto del Partido Socialdemócrata (SPD) como de las restantes fuerzas de la oposición que presenten su propio aspirante.

En días pasados se barajó como candidata del SPD a la ex obispo y presidenta del Consejo de la Iglesia Evangélica,  Margot Kässmann, quien recientemente dimitió de todos sus cargos eclesiásticos tras saltarse un semáforo en rojo cuando conducía ebria.

Pese al escándalo, Kässmann es una de las figuras públicas más populares del país, tanto por sus claros posicionamientos en materia política como por su determinación de dimitir, en lugar de aferrarse al cargo.

Medios alemanes apuntaban este jueves el nombre de Joachim Gauck, teólogo y encargado, en su primera fase tras la reunificación, del departamento federal que custodia las actas de la Stasi, la policía política de la extinta Alemania comunista. Su candidatura contaría con el consenso de los Verdes.