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Una borrasca empezará a diluir la nube de ceniza a partir del jueves camino del Ártico

  • Las bajas presiones afectarán a Islandia en la segunda parte de la semana
  • Ls nubes de lluvia se situarán a una altura de 3 o 4 kilómetros y diluirán la ceniza
  • El volcán reduce su producción de cenizas y expulsa bombas de lava

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El volcán islandés sigue en erupción, pero la columna de humo y cenizas que expulsa es más pequeña

La llegada de bajas presiones a partir del jueves y las consiguientes lluvias, acompañadas de vientos de dirección norte, ayudarán a deshacer la nube de cenizas procedente de Islandia, según aha anuncado la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

"A partir del próximo jueves llegarán a Islandia bajas presiones, está previsto que el fenómeno dure al menos el viernes y el sábado. Las bajas presiones traerán las lluvias y por tanto cabe esperar que las cenizas se diluyan", ha señalado en rueda de prensa Herbert Puempel, jefe de la división de meteorología aeronáutica de la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

"Las nubes de lluvia se situarán a una altura normal, de 3 ó 4 kilómetros, y diluirán las partículas que estén debajo, las cenizas que estén a más altura serán desplazadas hacia el Ártico gracias a los vientos que soplarán con dirección norte", ha agregado el experto

"Desde un punto de vista meteorológico, la segunda parte de la semana, rumbo al final, tiene indicios muy, muy positivos", ha declarado Puempel.

El cambio del tiempo previsto para el fin de semana, con la llegada de bajas presiones a Islandia, incrementará el viento y empujará la nube de cenizas procedentes del volcán islandés del glaciar Eyjafjallajökull hacia el Ártico, según informa este martes la Organización Mundial de la Meteorología (OMM).

Está previsto que en el próximo día y medio la nube se desplace hacia Estados Unidos y Canadá, pero no afectará a los vuelos transatlánticos al estar en alturas muy bajas.

Una nube aislada

Hasta el momento, el anticiclón que reina en toda la zona y los vientos débiles no han ayudado a dispersar la nube de cenizas que han provocado el mayor caos aéreo de la historia en Europa, que este martes ha comenzado a abrir de forma paulatina sus aeropuertos. La prohibición de volar se mantiene por debajo de los 20.000 pies en el noroeste de Europa.  según ha fijado Eurocontrol.

Hasta que no cambie la actual situación meteorológica, "la ceniza formada por partículas muy pequeñas e inyectada en los niveles altos de la atmósfera, a más de 6.000 metros de altitud, permanecerá allí por algún tiempo, pues sólo puede ser eliminada de hecho por fuertes fenómenos locales, en concreto truenos, que no se esperan para los próximos días", agregan los expertos.

Las partículas de ceniza están además descendiendo a niveles inferiores de la atmósfera y la mayor parte está ahora en una zona hasta los 3.000 metros de altitud, añadieron.

Pero estas partículas no han descendido aún a la superficie por lo que la nube de cenizas no tiene por el momento ningún efecto sobre la salud,  excepto para las personas que estén en la proximidad del volcán, según ha asegurado un experto de la Organización Mundial de la Salud.

Más lava, menos ceniza

El volcán está reduciendo su producción de ceniza, pero sigue expulsando bombas de lava a la atmósfera, según ha indicado el último parte del servicio de Protección Civil de Islandia.

La pluma de ceniza volcánica es cada vez más pequeña y más clara, lo   que indica una menor concentración, aunque las nubes de ceniza   alcanzaron hasta 6.000 metros de altura al sur del Eyjafjallajökull.

Las explosiones de lava producidas en el volcán,  que continúa   manteniendo una actividad "considerable", alcanzaron una   altura de entre 1,5 y 3 kilómetros, aunque no se observaron todavía   flujos de lava, han indicado las autoridades islandesas.

A pesar de los signos que apuntan al paso de una nueva fase en la   actividad del volcán, los vulcanólogos resaltaron la dificultad   de determinar con exactitud cuándo cesará la emisión de ceniza a la   atmósfera, que ha provocado graves perturbaciones en el tráfico   aéreo en toda Europa.