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Suspendido el sacerdote alemán que trabajó con Benedicto XVI acusado de abusos a menores

  • El padre ya había sido acusado de abusos en la década de los 80
  • Un diario alemán ha sacado a la luz abusos en un centro médico de la Iglesia
  • Entre los años 80 y 90 se produjeron abusos a minusválidos

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El padre Peter Hullerman, acusado de abusar de menores en 1986, ha sido suspendido por no cumplir la prohibición que, desde entonces, le impedía trabajar con niños.

La archidiócesis en la que trabajaba sólo ha informado de que el padre "tenía prohibido cualquier tipo de trabajo con niños" pero no ha especificado cómo ha violado la norma.

En 1986, cuando salieron a la luz los abusos, Hullerman fue condenado a 18 meses de prisión. 

Hulleman coincidía en la diócesis arzobispal de Munich, entre 1977 y 1982, con el actual Papa Benedicto XVI, que era arzobispo allí y al que llamaban Arzobispo Joseph Ratzinger.

Aunque no han trascendido más datos sobre cómo ha incumplido la prohibición, según informes italianos, el padre viajó recientemente a un campamento, en el que había jóvenes, en Bavaria (Alemania).

El padre supervisor de Hullermann, Josef Obermaier, se encuentra resignado con la noticia según ha informado la diócesis.

La semana pasada, después de un informe que hizo público el periódico Munich Sueddeutsche Zeitung, la archidiócesis confirmó que ahora Hullerman iniciará una "terapia".

Las acusaciones de la década de los 80

Hullermann, ahora con 62 años, había sido sospechoso de forzar a un muchacho de 11 años a realizar un acto sexual en la ciudad del norte de Essen.

Mientras él estaba en Munich, entre el febrero de 1980 y el agosto de 1982, no se resgitró ningún tipo de abuso.

El antiguo diputado del arzobispo Ratzinger, Gerhard Gruber, ha destacado que su jefe sabía nada de estas acusaciones de abusos.

Cuando se conocieron los hechos, el padre Hullermann fue transferido a la ciudad de Grafing, donde le informaron sobre la prohibición de trabajar con niños en 1985.

Finalmente, en 1986, las denuncias se confirmaron y le condenaron a 18 meses de cárcel y a pagar una multa por abusar sexualmente de menores.

Nueva denuncia en un centro médico

El mismo día que ha trascendido esta noticia, el diario alemán BZ ha hecho público un nuevo escándalo de abusos sexuales que se registraron en un centro médico dependiente de la Iglesia.

Según publica el periódico, los abusos se produjeron en un centro de atención a personas con alguna clase de minusvalía, en el  hospital Johannesstift de la Iglesia Evangélica, en el barrio berlinés de Spandau, entre los años 80 y 90. Entonces se registraron al menos cuatro casos de abusos y coacción sexual con pacientes y personal.

El diario destaca el caso de un enfermero que abusó de un enfermo de 17 años que dependía de él para la mayoría de las cosas. Fue despedido y anunciado ante la justicia.

Por otro lado, ese mismo hospital despidió a un empleado que abusó igualmente de una trabajadora menor que cumplía labores en el recinto del Johannestift.

BZ también ha revelado que un visitante asiduo del centro médico fue expulsado del mismo y se le prohibió la entrada tras descubrirse que había forzado a una paciente anciana a mantener relaciones sexuales.

El pastor Martin von Essen, director de Johannesstift, reconoce en unas declaraciones al rotativo esos casos, pero subraya que "nosotros no ocultamos nada y en casos así actuamos siempre de manera consecuente y ofensiva".

Además, ha explicado que las víctimas "son con frecuencia personas dependientes, que no se pueden valer por sí mismas y para las que en algunos casos asumimos el papel de padres" y ha destacado que el personal que abusa de los pacientes ha sido siempre despedido y denunciado.

Múltiples casos de abusos en Alemania

Por todos los casos que se están registrando, en unas declaraciones también al BZ, el fiscal berlinés Marin Schelter ha adviertido de que los abusos contra personas indefensas están castigados "con penas de seis meses a diez años de cárcel, penas que no bajan de los dos años en caso de violación".

"Y para quien aprovecha su relación como cuidador de una persona dependiente para abusar sexualmente de su paciente la ley contempla penas de hasta cinco años de prisión", ha añadido el fiscal berlinés.

La semana pasada se hacían públicos, ante la consternación del Papa, más casos de este estilo en el país germano.

Entre ellos, se revelaron casos en diversos colegios de jesuitas y otros como el del coro de la Catedral de Ratisbona, dirigida por el hermano del actual Papa entre 1964 y 1993.