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Ahmadineyad asegura que su país es capaz de enriquecer uranio para fabricar una bomba

  • Dice que tiene capacidad para enriquecer hasta el 80%, pero que no quiere
  • Subraya que es "valiente" para anunciar con antelación que busca la bomba
  • Adelanta que ya han enriquecido el primer paquete de uranio al 20%

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El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha asegurado que su país tiene capacidad suficiente para enriquecer uranio hasta el 80% -suficiente para fabricar una bomba atómica-, pero que de momento no está interesado en llegar a ese nivel

En un discurso ante miles de personas congregadas este juves en la plaza de Azadi de Teherán para celebrar el 31 aniversario de la revolución, Ahmadineyad ha subrayado que su país es "lo suficientemente valiente" como para si buscase la bomba atómica "anunciarlo con antelación".

Irán celebra este jueves el 31 aniversario de la caída del último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi, dividido política y socialmente, con una importante crisis económica y en abierto desafío a la comunidad internacional por las sospechas que levanta su programa nuclear.

En este sentido, Ahmadineyad ha adelantado que su país ya ha producido el primer paquete de uranio enriquecido al 20%, pese a que informes del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aseguran que tardará días para lograrlo.

"El enriquecimiento se inició el pasado martes y los científicos ya han sido capaces de conseguir el primer paquete de uranio enriquecido al 20%", ha declararo el mandatario.

Advertencias de la comunidad internacional

El conflicto atómico con las potencias más influyentes del planeta se agravó a principios de esta semana tras el anunció del régimen iraní de que había comenzado a enriquecer uranio al 20% pese a las advertencias de la comunidad internacional.

Teherán asegura que necesita ese uranio para convertirlo en combustible y alimentar el reactor nuclear civil que tiene en la capital, dedicado a producir isótopos médicos.

El pasado noviembre, Rusia, Estados Unidos y Francia propusieron como solución a Irán que enviara al exterior su uranio al 3,5% y recuperarlo tiempo después enriquecido al 20%, en las condiciones precisas para alimentar el referido reactor.

Tras meses de ambigüedades, la República islámica respondió que el intercambio debería hacerse en su territorio nacional y de forma escalonada, y advirtió que si sus condiciones no eran aceptadas conseguiría el combustible por su cuenta.

En respuesta, Washington impuso ayer miércoles nuevas sanciones a cuatro empresas asociadas con la Guardia Revolucionaria y a un general de este cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, en un primer paso hacia un nuevo conjunto de sanciones.

Hoy, en su discurso en la plaza de Azadi, flanqueado por cientos de voluntarios basij colocados frente a la tribuna, Ahmadineyad retomó su tono más duro y proclamó que "los enemigos sufrirán una sonora derrota".