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Uriarte rechaza en su despedida los "prejuicios" sobre la diócesis de San Sebastián

  • Dice que a menudo circulan "imágenes distorsionadas" sobre este diócesis
  • El obispo será relevado esta semana por José Ignacio Munilla

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OBISPO SAN SEBASTIÁN
El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, saluda a la presidenta del Parlamento Vasco, Arantxa Quiroga.

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, se ha despedido este sábado de los fieles de su diócesis denunciando y rechazando en su homilía los "prejuicios tenaces" que pesan sobre ella "en ámbitos cívicos y en algunos círculos eclesiales".

Uriarte ha presidido en la catedral del Buen Pastor un oficio religioso que ha servido de despedida de los fieles de Guipúzcoa y que ha sido concelebrado por el obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, y el obispo emérito de Baiona, Pierre Moleres, así como los vicarios generales de Bilbao y Vitoria, Ángel Mari Unzueta y Fernando Gonzalo Bilbao, respectivamente, además de dos centenares de sacerdotes de la Diócesis.

Al oficio religioso ha asistido la presidenta del Parlamento Vasco, la popular Arantza Quiroga, y la diputada de Presidencia de Guipúzcoa, Edurne Egaña (PNV), quien ha sufrido un desvanecimiento y ha tenido que abandonar el templo.

Apología de la Iglesia en Guipúzcoa

En su homilía, Uriarte ha hecho una "apología" de la Iglesia de Guipúzcoa frente a las "imágenes distorsionadas e interesadas que sobre ella circulan en ámbitos cívicos y algunos círculos eclesiales", al tiempo que ha expresado su deseo de que su sucesor, José Ignacio Munilla, "redescubra y potencie la riqueza que el Espíritu ha ido dejando en su viña de Guipúzcoa".

El prelado ha lamentado que en dichos ámbitos se haya descrito a este territorio como "una tierra espiritualmente empobrecida, escasa en vigor apostólico, no muy cuidadosa en la formulación de su fe y en la disciplina eclesial, debilitada en su relación con otras iglesias locales y escorada en sus afinidades políticas".

"No la conocen en realidad. Albergan prejuicios tenaces sobre ella. Einstein decía que es más difícil desintegrar un prejuicio que desintegrar el átomo", ha añadido.

Ante estas visiones negativas, el mitrado ha asegurado que nunca ha vivido en una diócesis en la que "el sentimiento de pertenencia, de sintonía y colaboración de muchos religiosos sean tan estrechos como en ésta", y ha valorado la implicación de los laicos en la Iglesia guipuzcoana.

El próximo sábado, el mismo escenario acogerá una celebración religiosa para recibir al nuevo obispo, José Ignacio Munilla, cuyo nombramiento ha sido expresamente rechazado por la mayoría de los párrocos de Guipúzcoa