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Llegan a España los dos empresarios españoles retenidos en Bombay

  • Los empresarios han llegado en un avión privado a la capital
  • Rengifo ha definido la experiencia como un "horror"
  • Otros 56 españoles llegaron ayer a España
  • Este sábado lo harán otros 17 que viajan en avión francés

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Los empresarios españoles Álvaro Rengifo y Alejandro de la Joya han llegado esta mañana a Madrid tras el "horror", según sus palabras, vivido por ambos en el Hotel Oberoi de Bombay, del que ayer pudieron ser rescatados.

"Estoy muy bien, estoy con toda mi familia", ha explicado desde su domicilio el ejecutivo de Isolux-Corsán Álvaro Rengifo. Este empresario y el consejero delegado de Ferrovial-Agromán, Alejandro de la Joya, han aterrizado en la base aérea de Torrejón de Ardoz en un avión privado fletado expresamente para su repatriación.

Muy emocionado por el reencuentro con sus familiares, Rengifo ha comentado que ahora sólo quiere disfrutar con todos ellos del reencuentro tras la dura experiencia vivida en el ataque terrorista al Hotel Oberoi.

En Bombay, antes de tomar el vuelo con destino a Madrid, Rengifo había manifestado que la experiencia vivida por los dos empresarios había sido "un horror", aunque ellos habían sido los más afortunados porque estuvieron juntos en una habitación durante los dos días en los que permanecieron atrapados en el hotel.

Su retorno a España se ha producido después de que ayer llegaran desde Bombay 56 españoles en un avión fletado por el Gobierno y antes de que esta mañana aterrice en la base de Torrejón otro vuelo con una veintena más.

Habían quedado para cenar

Los dos empresarios ya relataron ayer el drama de la experiencia vivida en La India. Alejandro de la Joya, en un testimonio enviado este viernes por su empresa a los medios de comunicación, ha explicado que Rengifo y él habían quedado para cenar. Cuando estaba en el descansillo del ascensor una persona le dijo que no bajara porque se habían oído tiros. Espero un minuto y al ver que todo estaba tranquilo y llamó al ascensor donde apareció su compañero.

"Justo cuando se paró el ascensor entraron dos tios con mochilas y se pusieron a disparar a toda la gente del restaurante y a hacer ráfagas en todas las direcciones", comenta De la Joya. Ellos corrieron a refugiarse a su habitación donde rompieron dos ventanas porque había mucho humo.

En seguida se pusieron en contacto con la embajada que les explicó lo que estaba ocurriendo y que les recomendó que se quedaran escondidos. "Hemos tenido un protocolo de seguridad muy grande", explica Rengifo.